♡|CAPITULO 10 - NO ME DEJES|♡

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—Asi que, ¿Este era el lugar?

Norman seguía mirando hacia la gran fuente, el viento del lugar hacía que los árboles se movieran y las hojas cayeran al suelo justo frente a ellos. De igual manera el agua de la fuente salpicaba sus caras levemente ya que el agua debido al viento caía hasta donde ellos estaban.

—Aqui es... Maravilloso— Norman hablaba, sin embargo, el no decía nada, se mantenía callado y Norman podía saber por qué —¿Acaso estás...?

—Tranquilo, aún estoy cuerdo— pero por más que Norman quisiera mantener la compostura se preocupaba mucho —¿Que te trajo por aquí?

—A decir verdad ni yo lo se— Norman dejo su espalda recargada en el árbol y simplemente se quedó mirando hacia el atardecer —Solo... Algo me dijo que viniera en esta dirección, supongo que quería estar un poco más contigo... ¿Ray?

Ray no decía nada, se mantenía cayado sin poner la mirada sobre Norman, ya sentía que sus sentidos se desvanecían poco a poco.

—Perdón, creo que no se ni que decir ante eso— y por primera vez en la conversación aparto la mirada de la fuente y solo miro a Norman —Tambien me agrada que estes aquí.

Ray abrazo más sus piernas, el olor del alcohol que había tomado era bastante fuerte para cualquiera que estuviera cerca, y combinado con sus feromonas era una más fuerte. Norman no se imaginaba que fuera de esas personas con problemas de bebida.

Por unos momentos todo estuvo en silencio, solo era el sonido del viento que golpeaba las ramas y las hojas y ellos, solo eso.

—¿Y por qué este lugar? ¿Tiene algo de especial?— la sonrisa de Ray se hizo notar.

—Jamas en mi vida creí poder estar en este lugar, una vez lo vi en una revista se decía que era la fuente más grande de la ciudad, que incluso si te acercabas mucho de tan honda que está, si caías podrías morir.

Norman solo ladeó la cabeza, era una forma algo peculiar de describir el lugar, pero lo que más le preocupaba era el por qué había tenido que pasar Ray para decirlo de esa manera.

—Y ahora lloras.

Y con esa última descripción los ojos de Ray dejaron salir las lágrimas que contenía desde hace un tiempo.

—Lo siento, lo siento mucho— la cara de Ray se veía cada vez más roja, no sabía si era por el frío que ya le había dado temperatura o por todo el llanto que estaba dejando salir —Es solo que... Me gustaría que estuviera aquí.

El llanto de Ray siguió y por un momento Norman sintió como un fuerte golpe daba en su corazón apretandolo de forma que se hacia cada vez mas pequeño, se sentía mareado y era como si un pequeño cosquilleo recorriera todo su cuerpo.

«Calmate»

Después de eso solo suspiro y siguió mirando hacia la fuente y el atardecer, el sol estaba a nada de ocultarse y la noche reinaba en el lugar, ya era bastante tarde.

—Bueno— pero para Norman solo era una oportunidad de seguir a un lado de Ray —Al menos estas conmigo— Ray solo sonrió y lo miro sintiendo como sus manos se juntaban, Norman no lo miraba, seguía mirando hacia el atardecer que terminaba —Yo no te dejare solo.

Ray solo pudo mirarlo y después bajo la cabeza mientras sus lágrimas caian y caian sin control alguno y sus manos se tomaban con fuerza para no sentirse solos.

...{💮}...

Ya aproximadamente a las ocho de la noche fue que Norman iba caminando por las calles con Ray quien estaba en su espalda completamente dormido, después de llorar tanto su cansancio fue más y termino cayendo a un lado de Norman reposando en su hombro, y Norman no tuvo de otra más que tomarlo en brazos y llevarlo a casa.

—Ray, hemos llegado, ¿Te sientes bien?— Norman veía a Ray quien estaba con la cara completamente roja, se veía que le costaba respirar un poco y entonces suspiro —Demonios, ahora estas enfermo.

Norman se dispuso a ir por un pañuelo mojado para la frente de Ray pero en su trascurso a la cocina pudo ver cómo las cosas de la mudanza de Ray habian llegado, habian cientos de cosas que llenaban el lugar, no en la forma más agradable para la vista ya que todo estaba completamente desordenado, aún así no le prestó tanta importancia y simplemente siguió por lo que buscaba.

—¿Estás despierto?— Norman regresa y coloca el pañuelo en la frente de Ray, se le queda mirando un momento y no parece querer despertar —Ray debes tomar algo.

Se acerca un poco a un pequeño escritorio que está justo al frente de la cama, abre los cajones tratando de encontrar algo de medicina pero todo lo que encuentra es una caja que contiene varias fotografias.

Norman mira a Ray quien sigue dormido y por simple curiosidad empieza a hojear todas las fotos y puede notar algo en común con todos ellas.

—¿Por qué en ninguna parece feliz?

Todas son de múltiples puntos de vista distintos, aún así en todas pareciera que está en la misma casa, ni siquiera hay una en la calle o en algún parque, solo ahí.

Sigue pasandolas, hay varias personas con el aún así nunca sonríe a excepción de una. Norman toma más fuerte la foto al ver la brillante sonrisa de Ray pero en vez de sentirse feliz se siente molesto, no sabe por qué le irrita tanto el hecho de ver qué la razón de la sonrisa de Ray es alguien más y es que en esa foto aparece Ray completamente feliz mirando hacia una chica de cabellos naranjas.

—¿Que haces ahí?— Ray despierta e inmediatamente Norman deja las fotografías en el cajón y lo cierra rápidamente —Ven

—Ray yo solo estaba buscando medicina— Norman se acerca a él y se sienta a su lado, puede ver sus ojos que aún están cerrados, está medio dormido —¿Cómo te sientes?

Ray no responde, Norman solo suspira y toma su mano.

—Ya debo irme.

—¿Por qué te quieres ir?— Ray reniega y se abraza al cuello de Norman cayendo encima de el —¿Por qué me quieres dejar solo?

—No, no es eso es solo que...— Norman no podía decir nada, Ray estaba encima suyo apretandolo de tal forma que no podía moverse.

—No me dejes, no te vayas por favor— Norman estaba por corresponder el abrazo de Ray —No me dejes, Emma— pero al escucharlo sus manos se detuvieron y por unos segundos Norman se quedó en shock.

El llanto de Ray era todo lo que se escuchaba y el latir de sus corazones, pronto, el aroma de Ray se hizo más bajo y se quedó dormido nuevamente, la fiebre iba bajando pero el coraje que Norman sentia aún continuaba.

—Carajo— Norman tomo su cara tapando sus ojos dejando salir una lágrima, miro la cara de Ray quien dormía aún encima suyo —Esto es tan...

Norman se levanto y recostó a Ray en la cama, iba a marcahrse pero algo lo detenía así que solo se quitó el saco y la camisa y se recostó a un lado Ray abrazándolo con todas sus fuerzas mientras lloraba.

EL TIEMPO A TU LADO - TPN • NORRAY •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora