♡|CAPITULO 32 - ¿QUE HAGO?|♡

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—¿Cuanto tiempo ha pasado?

Ray estaba recargado en el marco de la ventana, veía hacia la gran ciudad frente a el de la misma forma en que lo hacía cada noche desde esa vez.

—¿Cuánto más tendré que esperar?

Un cigarrillo más acababa de ser apagado en el cenicero a un lado suyo, era el quinto de esa noche que fumaba, no creía acabar tantos pero simplemente su tiempo de espera era infinito y no solo de esa noche, si no también de las anteriores noches desde hace casi tres semanas.

Y es que Ray se quedaba despierto hasta tarde, hasta altas horas de la madrugada solo con el fin de esperar por Norman cuando regresara del trabajo.

—Cuando entre a la escuela... ¿Todo seguirá siendo igual? ¿Algo va a cambiar?

Solo para poder saber de el mismo lo que Ray tanto ansiaba.

—No quiero presionarlo, se que tiene otras cosas en mente... Es solo que... En verdad lo quiero.

Ray se hundió en sus brazos que abrazaban sus rodillas cuando se agachó en el piso. Sus sentimientos habían incrementado tanto que ya no sabía que hacer con ellos, no podía ocultarlos pero le daba vergüenza tomar la iniciativa, le daba vergüenza tomar su mano o incluso darle un beso en la mejilla.

—¿Por qué me de tanta vergüenza si el toma de mi otras cosas?

Y es que en esas tres semanas aunque Norman llegaba tarde siempre, todas y cada una de las noches era Ray quien lo esperaba, le daba un beso y después iban a la cama, dormían, pero también habían excepciones en las que las manos de Norman jugaban un poco con Ray sin molestarlo tanto y eso era algo que a él le encantaba.

—Solo quiero escucharlo de el.

Se abrazo a si mismo suspirando. Miro el reloj viendo que ya eran las dos de la mañana, en poco tiempo llegaría o al menos así lo pensaba el.

Se levantó del suelo y fue hasta la cocina llenando la casa de ambientador para que el olor a cigarrillo se fuera. A Norman no le molestaba que fumara, pero aún pensaba que era un mal hábito y prometió no fumar frente a el.

—Ya es tarde...

Ray volvió a ver hacia la ventana y vio una sombra frente a la puerta y después el timbre sonó.

«¿Abra olvidado las llaves?»

Se acercó de forma silenciosa y lenta a la puerta, no podía sentir ni un solo olor.

«¿Quién...?»

Se acercó a la puerta tomando de la parte trasera de su pantalón un arma que llevaba todos los días consigo cada que se quedaba solo. Se acercó al picaporte.

—Ray, ¿Estás en casa?

Una voz se escuchó.

—Vi la luz del cuarto encendida junto a la de la cocina, por eso pensé que aún estarían despiertos.

Ray guardo su arma en un cajón junto a la puerta, suspiro y abrió.

—Anna, es súper tarde, ¿Que te trae por aquí?

—Bueno— Anna sonrió dando un beso en la mejilla de Ray entrando para que ambos hablarán —Pensaba hablar con Norman sobre un tema importante pero cuando pase por el hospital hace dos horas el no estaba, así que después de encargarme de algo vine para acá— Anna se dejó caer en el sofá, se veía tan cansada y Ray podía jurar que en sus muñecas que ocultaba aquel gran abrigo se veían moretones —¿Norman está dormido?

Ray bajo la mirada y solo sacudió la cabeza.

—¿Enserio? Es tan tarde y...— Anna miro el reloj y luego miro a Ray —No estás usando el anillo.

—Bueno el tampoco ya que no pude decirle.

—Pero creí que ya se casarían.

—En realidad quería ir de poco en poco y solo pedirle que fuéramos novios— Ray se sentó a un lado de Anna.

—¿Novios?— Ray asintió.

—No hemos podido hablar del tema por qué Norman siempre está cansado, no quiero molestarlo así que solo estoy de apoyo cuando el llega y ya, no lo veo en todo el día, su comportamiento ha cambiado y todo eso me pone tan nervioso, no puedo decirle nada por qué no tenemos una relación en especial aún así el...— Ray paro sus palabras sintiéndose apenado, había cosas que no le podía contar a Anna y su intimidad era una de ella —El no me dice nada...

—Oh Ray— Anna se acercó a él y lo abrazo —Se que has estado nervioso, pero quiero que sepas que Norman se refiere a ti con todos como si fueras su prometido.

—¿Prometido?— Ray se quedó en shock mirando a Anna —Entonces... ¿Si somos novios? ¿O algo más?

Anna sonrió al ver a Ray.

—¿Que tal si le llamamos? Así ese malentendido queda arreglado hoy.

Anna saco su teléfono y comenzó a marcar a Norman dejando el altavoz.

"Lo sentimos el número que tarta de localizar está ocupado"

—Que raro, el siempre contesta.

Una segunda llamada se hizo.

"Lo sentimos..."

Anna colgó y vio a Ray quien estaba nervioso.

—Bueno, la tercera es la vencida, ¿No?

Ray sonrió y el teléfono volvió a sonar.

—¿Anna? ¿Que pasa? Son las dos de la mañana, ¿Todo está bien?

Al fin había contestado.

—Norman, cariño. Si lamento la hora pero quería preguntarte sobre algo, ¿Puedes hablar?

Un pequeño silencio se escucho y un pequeño susurro se escuchó, algo que Anna no entendió pero Ray si.

—¿Puede ser por la mañana? Es que ahora estoy con Ray y el está durmiendo, no me gustaría despertarlo.

Ambos se miraron y se quedaron en shock sin decir nada.

—¿Esta todo bien?

—Si, si, si, todo bien. Entonces hablamos después, adiós.

Anna colgó tan rápido que no dejo terminar a Norman la otra frase que le iba a decir.

—Si no estábamos en una relación el podía salir con quién quisiera, ¿O no? Pero ahora que se que el tomaba igual que yo... ¿Me está engañando?

Ray empezó a llorar, Anna simplemente abrazo a Ray para consolarlo, estaba tan molesta por qué no creía que su hermano fuera ese tipo tan asqueroso de persona así como su ex padrastro. Ray seguía llorando y Anna solo lo dejo continuar.

—¿Que hago ahora Anna? Yo... De verdad lo quiero mucho... ¿De verdad no soy suficiente?

Anna se quedó muda al escuchar a Ray, lo abrazo más fuerte y limpio sus lágrimas.

—No, si Norman tiene una aventura es su problema, tu eres increíble Ray y si Norman no lo piensa así, entonces es el el que está mal— Anna estaba tan molesta, tomo su bolso, su abrigo y la mano de Ray —Vamonos, hoy te quedarás conmigo, no tienes por qué pasar por esto.

Ray no pudo decir nada, se sentía tan mal que solo pudo tomar una sudadera y siguió a Anna dejando la casa totalmente vacía, así cuando Norman llegará no habría nadie.

EL TIEMPO A TU LADO - TPN • NORRAY •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora