—¿Y bien?
La respiración de Ray se hacía más fuerte con cada movimiento que veía de su padre.
—¿Cuál es tu excusa para evitar que esto ocurra?
—Vete al diablo, no necesito una excusa para quedarme.
—Creo que no lo has entendido— la silla en la que se había sentado fue arrastrada hacia atrás al levantarse estirando su mano hacia Ray —No tienes ni voz ni voto en esta...
—¡No! ¡Tu escúchame a mi! No necesito ni de tu permiso ni el de nadie para poder quedarme aquí, han pasado más de tres años y tú no tuviste los suficientes huevos como para venir en persona y buscarme, tuviste que mandar a tus matones y aún si no lograron hacer nada por qué hasta ellos saben que mi felicidad está aquí y no en esa estúpida guarida llena de matones y muerte. Así que agradecería que tomarás todas tus estúpidas palabras y amenazas que me puedas soltar y te largas de mi vida y la de mi marido para siempre.
—Que agallas de llamar marido a aquel que se aprovechó de la inocencia de un niño de dieciséis.
Ray dio un paso hacia atrás al escucharlo y verlo sentarse nuevamente en la silla frente al comedor.
—Eras un chiquillo, no sabías lo que hacías.
—Mira quien habla, aquel bastardo que no hizo si no usarme solo como un arma.
—Debías saber cómo defenderte.
—¡Exacto! ¡Defenderme! ¡No aprender a matar a una persona!
—El mundo es un lugar tan podrido que no iba a permitir que algo te pasará, después de saber que habías nacido de esa forma debía hacer algo.
—¡Así es! ¡A eso mismo me refiero! ¡Tu solo me ves como una desventaja en tu entorno! El que sea un Omega no tiene absolutamente nada de malo. Ahora estoy con alguien maravilloso que me ha demostrado día y noche a confiar en el, estoy con alguien que me da felicidad sin tener que pedírselo, alguien que no me hace preocuparme, alguien que no hace que use mis feromonas para lastimar, alguien que me comprende, que me entiende, que me ama, ¿Acaso es tan molesto y humillante para ti que sea feliz otra vez?
—¿Otra vez? ¡Ese bastardo sin consideración ni siquiera supo cómo tratarte en el pasado y aún asi...!
—¡Y aún así decidiste sin mi consentimiento sobre ese matrimonio arreglado! Sabías a la perfección que no quería casarme y mucho menos con el.
—El era tu única buena opción, no había nadie más.
—Pues ahora lo hay.
Un silencio incómodo inundó el lugar, solo podía escucharse el ruido del reloj que marcaba cada largo y profundo segundo que pasaba mientras ambos se penetraban con la mirada molesta del otro.
—Asi que ya lárgate.
Un segundo silencio se escuchó, aquel sujeto se levantó un momento de la silla, dio una media vuelta tomando su cabello mientras suspiraba y trataba de relajarse. Si arma seguía en su mano y aún así Ray no tenía miedo en que esté le apuntará con ella ya que sabía que no tendría las agallas para hacerle daño.
—Ahorrate todo esto, Emma y los demás ya se dieron por vencidos, ¿Por qué tu no?
—¿Es enserio tu pregunta? Fuiste mi protegido durante mucho tiempo, fuiste la única razón por la cual todas las cosas cambiaron, mandé al carajo e incluso a la horca a cada uno de los malditos alfas que estaban en nuestras manos con tal de que nadie te hiciera daño. Te cuide tanto que...
—Tanto que en cierto punto olvidaste cuál era el punto y decidiste usarme solo como un arma, ¿Crees que era divertido para mí verlos morir?
—¡Ellos quieran hacerte daño! ¡No podía quedarme de brazos cruzados! ¡Tenías que saber cómo funcionaba el mundo!
—¡Pero no cuando tenía cuatro años!
El gran grito de Ray retumbó en las paredes y ventanas del lugar que vibraron junto a los muebles y cuadros del lugar.
—No tenías que ser tan duro.
—Si no lo hacía jamás hubieras tenido una vida tranquila.
—¿Le dices tranquila a una vida llena de muerte, sangre, heridas, mentiras y amenazas? ¿Esa era mi vida tranquila a la que estaba destinado? Si así era hubiera preferido morir junto a mi madre en el parto.
Un fuerte golpe resonó en el cuarto cuando aquel hombre se acercó a Ray y dio una fuerte cachetada en su mejilla aún con la arma en mano haciendo que la parte de arriba de su ceja izquierda empezará a sangrar.
—No voy a permitir que hables así de Dina.
Un suspiro salió de Ray. No limpio su sangre, simplemente la dejo caer mientras recobraba su postura y lo miraba a los ojos.
—¿Dina?— Ray se rió —Mi madre era Isabella ¿Acaso ya no la recuerdas, Yuugo?
Un silencio más inundo el lugar mientras Yuugo retrocedía un poco y Ray tomaba su cara ensangrentada.
—Para mi que ni siquiera soy tu verdadero hijo.
La paciencia de Yuugo llegó a su fin tomando a Ray por el cuello de su camisa levantando lo a su altura.
—¿Que harás? ¿Matarme? Ahora tengo una razón para pedir por mi vida pero sinceramente eso no me importa en este momento.
Yuugo se dio cuenta de sus acciones mirando hacia arriba a Ray. Suspiro un poco y después lo dejo parado en el piso empujándolo hacia atrás haciendo que cayera
—Eres mi hijo, lo quieras o no.
Ray no se levantó solo se quedó en el suelo sin moverse, ya no sabía que más podría pasar, esta era la mayor confrontación que había tendió con su padre dejando del lado aquella que hizo que se fuera de casa.
—Tienes dos semanas para arreglar las cosas con ese bastardo y dejarlo. Tomarás tus cosas o lo que se que te quieras llevar, mandaré a Oliver y a los demas por ti.
—Ya trataron y no pudieron, ¿Que diferencia abra ahora?
—Que si no vuelven contigo vuelven con la cabeza del bastardo de Ratri.
—¿Que?
Esas fueron las últimas palabras de Yuugo, tomo el picaporte de la puerta y salió como si nada.
—¡Espera! ¡Espera maldito bastardo!
Ray se levantó del suelo y fue detrás de el bajando las escaleras hasta el segundo piso viendo como se alejaba de poco en poco por el gran jardín.
—¡Si le pones una mano encima a mi esposo te las verás conmigo! ¡¿Me escuchaste, maldito?! ¡No estaré en paz hasta que te mate!
Ray vio como su figura de alejaba poco a poco hasta desaparecer entre los árboles y una vez que lo perdió de vista sintió como toda la fuerza de su cuerpo se iba cayendo al suelo con el pecho adolorido, las piernas temblando y sus feromonas hechas un desastre.
—¿Por qué no me dejan en paz?
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EL TIEMPO A TU LADO - TPN • NORRAY •
Fiksi Penggemar-Un dia normal, un dia en el que no se me abria ocurrido que pasaria, pero simplemente nos conocimos. +-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+- DISCLAIMER: Los personajes de "The Promised Neverland" no me pertenecen, son propiedad de Kaiu Shirai y Posu...