EL TIEMPO A TU LADO - TPN • NORRAY •

♡|CAPITULO 23 - CHARLA|♡

—¿Que haré?

Norman se quedó mirando hacia Anna, después miro a Ray y luego el suelo, suspiro un momento viendo su teléfono nuevo, tenía la opción de seguir con su mismo número de antes o simplemente olvidarlo y así librarse de muchas cosas que lo atormentaban.

—Ya no quiero trabajar en la empresa... Jamás quise estar ahí.

La voz de Norman se cortó, era como si estuviera a nada de llorar.

—Norman...— Ray lo miro, sintió un gran golpe en el corazón y fue hasta el tomando sus manos, por alguna razón se sentía tan familiarizado con el sentimiento que tenía Norman en ese momento —Tranquilo, buscaremos una solución— Ray ahora tomo su cara e hizo que Norman lo viera fijamente y por un momento su miedo se fue y solo sonrió.

—Gracias.

Anna se quedó mirando a ambos, habia estado tan preocupada por qué Norman no había llegado en días, no había contestado ni llamadas ni mensajes, pero ahora que veía esa sonrisa en su rostro se sentía mas tranquila, pero a la vez triste por qué sabía cuál sería la decisión de Norman.

—Bueno, a partir del próximo año empezarás con tu carrera.

—¿Cómo?— Norman se separó un poco de Ray mirando a Anna —¿De que carrera...?

—Medicina, por supuesto. Desde pequeños querías estudiar eso y se te nego solo por tener que "heredar" esa estúpida compañía así que deja que tu hermana se encargue, tu simplemente mantén tus calificaciones en alto y ya.

—Pero... ¿Y James...? ¿Y mamá?

—Norman— Anna se acercó a él acariciando su mejilla —Lo que diga James vale absolutamente nada en tu vida— Norman suspiro —Y mamá, ella hubiera estado orgullosa de todo lo que has logrado en este tiempo, eres un buen chico— Anna sonrió y miro a Ray —Y ahora encontraste a alguien que también es bueno contigo y te va a cuidar, ¿O no?

Ray solo asintió, se sentía algo incómodo por escuchar la conversación de ambos, pero en ningún momento se separó de Norman mostrándole su apoyo.

—Supongo que ya llevas varias faltas en la empresa, así que es mejor que me vaya ahora.

—¿Ahora? ¿A dónde irás?

Anna solo suspiro, sonrió y miro a ambos tomando sus cosas de la mesa

—En la maleta hay todo tipo de cosas que vas a necesitar, poco a poco puedes ir trayendo tus cosas y pertenencias para que te vayas acomodando, no te preocupes si no estoy en casa, tu simplemente pásate y...

—Espera, espera, ¿Mis pertenencias? ¿Me estás hechando? ¿Tan enojada estás?

—Bueno, después de todo tienes un lugar en el que te vas a quedar, ¿O no?— Anna miro a Ray quien se sonrojo y solo bajo la cabeza.

—Yo...— Norman lo miro, Ray alzó la cabeza y se acercó a él —Es solo si tú quieres, la verdad es que contigo en casa me siento mucho más cómodo que solo, así que pensé en comentárselo a Anna y ella acepto, pero ¿Que hay de ti?— Norman seguía en shock —¿Te quieres quedar?

—¿Quedarme aqui? ¿Contigo?— Norman sonrió, después tomo a Ray en sus brazos y dió una vuelta con el besando sus labios —Si estoy contigo sere la persona más feliz del mundo.

Ambos seguían derrochando amor, Anna solo los via ser felices y por un momento se entristeció al saber que ya no estaría tanto tiempo en la vida de su hermano.

—Bueno, te ves mejor así que si esto es todo me iré— Anna tomo sus cosas y se acercó a Norman besando su mejilla —Cuidate y no le causes problemas a Ray ¿De acuerdo?— después de acercó a Ray y también beso su mejilla —Cuida mucho de él y por favor... Tambien cuídate tu, recuerda lo que hablamos.

Ray solo bajo la cabeza, abrazo a Anna y solo asintió.

—Muchas gracias.

—No olviden que los vendré a visitar a menudo y por favor, también vallan a casa cuando quieran— Anna sonrió tomo la puerta lista para salir.

—¿Irás a casa? Déjame acompañarte.

—No, tengo unos asuntos mas importantes por ahora— Anna sonrió y salió, bajo las escaleras como si nada y ya cuando estaba totalmente abajo miro hacia el departamento de Ray y Norman —Cuidense mutuamente, por favor.

...{💮}...

Los ruidos de la oficina se escuchaban en todos lados, el día anterior había sido un gran caos y todo se había retrasado en grandes cantidades, tan solo por ese ataque.

—El jefe quiere que la seguridad vigilé cada rincón, cada esquina y que si encuentra a ese Omega no duden en neutralizado y llevarlo hasta el.

Las charlas y susurros continuaban hasta que el ruido de unos tacones inundó en el ruido poco a poco desapareciendo los murmullos solo dejando el sonido que hacía el tacón en el suelo.

—Va lo mismo para su hermano.

—Lo siento pero déjame corregirte, el ya no es su hermano— Anna estaba justo detras de Aishe quienes al escucharla solo se dió la vuelta mirándola —Su apellido ya cambio.

Anna sonreía como si nada malo hubiera pasado antes, Aishe solo chasqueo los dedos e inmediatamente todos se apartaron del camino, la puerta de ascensor se abrió y ambas entraron para subir hasta el último piso.

—James no tiene conferencias contigo desde que el antiguo CEO falleció, esto va contra las reglas.

—Y aún así estás escoltando me hasta allá— Anna sonreía, Aishe estaba detrás de ella, aún así no era como si tuviera problema alguno de que los "hermanos" se enfrentarán mutuamente —Si tomo la empresa...

Anna calló, Aishe solo pudo sonreir por lo bajo de su cabello que cubria la mitad de su cara.

—Porsupuesto, cuenta conmigo como tú fiel acompañante.

—¿No eras así con el?— Aishe no dijo nada, Anna solo se volteo y la miro —Lo siento, fue insensible de mi parte pero tranquila— Anna tomo la cara de Aishe acariciando su cicatriz que cubria la mitad de su cara y besando su frente —El tirano está por caer.

Las puertas del ascenso se abrieron e inmediatamente James estaba esperando por Anna, quien ya había sido anunciada por otros, simplemente miro a Aishe detrás de Anna pero no le permitió acercarse.

—Vuelve, yo me encargo.

La sonrisa de Anna daba escalofríos, pero a la vez tanta satisfacción para Aishe que era la única que sabía el infierno que ahí ocurría.

—¡James hermanito! ¡Cuánto tiempo!

Anna cerró la puerta del ascensor y Aishe bajo, ya nada se escuchaba pero sabía que después tendría represalias.

—Solo tu puedes... Anna.

James y Anna por su parte se veían a muerte, estaban completamente solos y Anna no tenía ni una pizca de miedo hacia el.

—¿Charlamos?