♡|CAPITULO 16 - YA RECORDÉ|♡

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—Siempre, no importa que pase, siempre tenlo a tu alcancé y con una sola llamada no dudes en que ire a salvarte en donde quiera que estes. 

Toda mi  vida ese pequeño aparato estuvo en mi bolsillo, no salia de ahi para nada del mundo, mucho menos cuando dormía o incluso si tomaba un baño. 

No lo ocupe muchas veces, no se podia hacer nada más que marcar unos pocos botones, era un aparato sumamente viejo y antiguo, aun asi para emergencias era muy bueno y util. 

—Ray, ya te he dicho que solo debes usarlo si es que estas en problemas. 

Una y mil veces me regañaron tanto mis hermanos como mi padre por usarlo de manera irresponsable, pero la verdad es que solo quería algo que hacer en esa gran casa. 

Todo era tan triste, tan solitario. Solo quería algo que hacer, algo con lo que entretenerme. Algo con lo que sentirme vivo y como el usarlo era una molestia para todos intenté con otra cosa.

—Tendrás ese yeso por dos meses.

Y después de aquel accidente nunca lo volvi a usar ya que ahora no salia de la vista de mis hermanos. Me hartaba tanto, no era un niño pequeño, aun asi me trataban como si fuera uno. 

—¿No puedo salir de casa? ¿Ni con alguno de ustedes conmigo?

Todas y cada una de las reglas de esa casa las odiaba. No podia salir, no podia comer cosas divertida, no podia conocer mas gente, todo el exterior era malo y todo lo odiaba, todo era sumamente aburrido, estricto y lleno de miedo, inseguridades y confusión, todo mi entreno se resumía en mis hermanos, mi padre y aquellos que ayudaban en la casa.

Odie todo con todas mis fuerzas... Todo menos a el.

—Es un gusto.

—Asi ya no estarás tan solo, ¿Que tal?

Y solo después de e conocerlo las cosas mejoraron, gracias a el le encontré un trabajo útil a ese aparto que tanto odiaba y sentía inservible, gracias a el supe que tenía un propósito.

Y gracias a el ahora estoy aqui...

Ray se levanto de la mesa y camino hasta una de las cajas que estaban apiladas en la sala, saco una navaja de debajo de su pantalon lo cual era completamente normal para el, pero para Norman era una total sorpresa. 

Con la punta filosa rasgo la cinta y abrió la caja dejando que varios de los poliestirenos que resguardaban las cosas salieran y cayeran al suelo.

—¿Ray?— Norman se acerco y Ray se levanto con una caja en las manos. 

—Ten— Ray estiro la caja frente a Norman —Puedes quedartelo

—¿Como?— Norman tomo la caja percatandose de lo que era —¿Qué mierda? ¡No puedo aceptar esto!

—Pero debes de tener uno, ¿Que tal si necesitas de alguien? Asi los podrás llamar. Con tan solo una vez que suene todos iran a ayudarte.

—¿Ayudarme?

—Quedatelo, mañana en la mañana iremos por tu número de telefono antiguo, asi no tendrás que pasarlo nuevamente. 

—Pero esto... Este es un modelo reciente, su preció es mayor a cualquier cosa que este usando ahora mismo— Ray rio al escucharlo —No digo nada malo de tu ropa es solo un decir se que la estoy usando temporalmente y la verdad es que huele muy bien, no creas que quiero ofenderte o algo mas bien, bueno yo, ¡EL PUNTO!— Norman estaba completamente sonrojado y Ray solo se reía de la situación —Gracias, en verdad muchas gracias, pero no puedo aceptarlo. 

—¿Como?— la cara que Ray puso cuaso a Norman más miedo que otra sensación —Pero en verdad quiero que te lo quedes. 

—Pero esto es demasiado, sinceramente siento que me he estado aprovechando mucho de ti y el aceptar esto... No creo que esté bien.

—¿Aprovechando? Pero a mí me encanta que estes aquí— la cara de Ray se sonrojo al darse cuenta de lo que dijo —Bueno, olvídalo solo recíbelo y ya.

—No puedo, lo siento— Norman dejo la caja en la mesa ya que Ray no quería recibirla, se levanto y simplemente camino hasta el cuarto evitando a Ray.

—¿A donde crees que vas?— Ray fue detrás de él y ambos empezaron a discutir.

Ray en verdad sentía que el celular era un objeto importante que Norman debía tener, no solo para comunicarse con su familia y amigos si no también para su seguridad, además de que el no pensaba usarlo nunca y también muy en el fondo buscaba una excusa para deshacerse de el.

—En verdad lo siento Ray, pero no puedo.

Fue lo último que dijo Norman, Ray no sabía que más decir ya que a decir verdad, era la primera vez que alguien que acababa de conocer se negaba a hacer algo que el quería.

—Pues bien— Ray se molestó y se dio media vuelta, pero al hacerlo se tropezó con un objeto que habían tirado en su pequeña pelea anterior de hace unos segundos.

—Cuidado— Norman tomo a Ray en brazos haciendo que cayera encima de el recibiendo el golpe —¿Estas bien?

Ray solo se quedó encima de Norman mirando a sus ojos, se podía sentir como la tensión incrementaba en ambos y sus olores empezaban a formar una bella armonía de olores muy agradables.

—Si... ¿Tu estás bien?

Norman no pudo responder, simplemente levanto su mano y tomo la cabeza de Ray y una de sus mejillas mirándolo a los ojos.

El latir del corazón de ambos se escuchaba por toda la habitación.

—¡Mierda!

Y entonces Ray se levanto de golpe tomando su pecho. Sentía una gran presion en el que hasta había asustado a Norman, pero Ray solo se limito a decir que estaba bien y a salir del cuarto para dejar a Norman que se alistara para el trabajo.

—No es la primera vez...— Norman se quedo pensativo —Si te pregunto que pasa... ¿Me lo dirías?

...{💮}...

Norman había terminado de alistarse, estaba todo listo para su partida y solo se quedó mirando a Ray quien estaba recostado en el sofa de la sala.

—Ya debo irme— Ray seguía molesto aún así miro hacia Norman.

—Ve con cuidado— Norman sonrió y se dio la vuelta, había tomado la manija de la puerta, pero antes de salir se dio media vuelta y fue hasta Ray —¿Que pasa?

—Pasare por ti en la noche, estate listo, ¿Bien?— Norman se agachó, acarició la mejilla izquierda de Ray y después beso su frente dulcemente haciendo que Ray cerrará los ojos en un gesto tranquilo —Te quiero.

Fue lo último de dijo Norman y después salió por la puerta.

Ray se quedo mirando hacia la puerta sin entender que había pasado, tantos sentimientos recorrían su mente y su cuerpo en ese momento y entonces miro una pequeña foto que había caído de la caja donde había sacado el celular anteriormente.

—Claro, ya recorde por qué no puedo...— Ray suspiro y con la misma navaja de antes dio exactamente en el cuadro de la foto rompiendola por completo —Mierda.

EL TIEMPO A TU LADO - TPN • NORRAY •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora