♡|CAPITULO 41 - ¿PASA ALGO?|♡

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—¿Falta algo?

—Solo un par de cajas que están arriba.

—Yo voy por ellas, esperen aquí, no tardó.

Ray iba subiendo las escaleras rápidamente, estaba jadeando por el cansancio, aún así sonreía al subir ya que la vista de la ciudad era increíble.

—Lo que más extrañare de aquí será está vista— Ray se quedó mirando hacia la ciudad, el viento pegaba en su cara y las gotas de sudor de su frente se enfriaban causándole escalofríos. Respiro hondo y después vio hacia abajo donde estaban Anna y Norman hablando —Pero contigo a mi lado, así sea el lugar más alejado y escondido, las vistas seguirán siendo bonitas.

Entro a la casa viendo como ya estaba vacío, todas sus pertenencias se habían empaquetado y unas ya iban directo a su nuevo departamento, ya solo faltaban unas cuantas que Anna les haría el favor de llevarlas.

—Supongo que gracias— Ray suspiro juntando sus manos en su pecho, cerro un momento los ojos contemplando la oscuridad y el ruido del viento.

«Ya todo va a cambiar para bien»

—¿Pasa algo, cariño?— La oscuridad de Ray se evaporó en colores claros al escuchar la dulce voz de Norman quien se acercaba a el —¿Necesitas ayuda?

—No, es solo que... Aquí fue donde pasamos más tiempo juntos— Ray miro la casa vacía nuevamente —Y quiero que todas nuestras peleas y malentendidos se queden aquí, quiero hacer las cosas bien contigo.

Norman sonrió tomando la cintura de Ray besando su frente abrazándolo.

—Veras que allá todo será mejor para ambos. Mientras estemos juntos podremos con todo.

Norman beso los labios de Ray, el solo sonrió y abrazo a Norman.

—Yo llevaré las cajas, hay que ir con Anna para ya irnos, nos esperan los de la mudanza— Norman cargo las últimas dos cajas en sus brazos mirando a Ray quien seguía mirando todo vacío —¿Cariño?

—No es nada— Ray camino a un lado de Norman tomando su mano.

Miro hacia atrás un momento y un pequeño dejavu paso por su cabeza, sintiendo un escalofrío que recorría toda su espalda y un pequeño dolor en su corazón lo saco de su trance aún sin mover la mirada del lugar.

«Nos fuimos para bien, no hay necesidad de sentirse mal ahora»

Ray camino hasta estar a un lado de Norman, ya no miro para atrás nuevamente, simplemente se quedó a su lado y ambos bajaron hasta donde Anna estaba.

Las últimas cajas estaban empacadas y solo después de que todos se despidieran de la dueña que los dejo estar ahí por ese tiempo emprendieron marcha hacia la nueva casa donde ambos vivirían.

—Al menos no está tan lejos de la ciudad, ¿Estarán bien ahí? Si quieren puedo buscar un lugar por fuera para que ambos estén cómodos.

—Si lo pensamos, pero Norman empieza la escuela en unos meses más y no me gustaría que dejara sus estudios por razones pequeñas— Ray miro a Norman besando su mejilla viendo hacia Anna nuevamente —Por cierto, muchas gracias por encontrar una casa nueva en tan poco tiempo, no se que habríamos hecho sin ti Anna.

—Habría tomado más tiempo.

—Oh basta, me van a hacer sonrojar— Anna sonrió tapando sus mejillas mientras esperaba el semáforo para avanzar —Pero halando enserio, si es que necesitan algo cualquier cosa, así sea ayuda económica o en otra cosa no duden en comunicarse conmigo, ¿De acuerdo?

—No creo preocuparnos por eso, Norman gana muy bien en el hospital y yo aún tengo mucho dinero ahorrado en lo que busco un trabajo, aún así muchas gracias Anna.

El semáforo cambio de color y el auto avanzo. Norman y Ray hablaban sobre como acomodar la nueva casa, aún así Anna no podía dejar de sentirse ansiosa por la decisión tan repentina que acababan de tomar.

«Se que estarán bien, pero siento que algo ocurrió para que se mudarán tan rápido»

Después de veinte minutos más al fin habían llegado. Los encargados de la mudanza subían los últimos muebles y todo estaba listo para que solo se acomodara en sus respectivos cuartos.

—Bienvenidos.

La persona que rentaba aquellos departamentos era alguien de edad avanzada y ya que el lugar estaba algo alejado de la ciudad no había más gente ahí, solo el y ahora Norman y Ray quienes vivirían ahí de ahora en adelante.

Unas cuantas horas pasaron y todo quedó en su lugar. Aún habían múltiples cajas en la sala de estar y en la entrada pero de eso se preocuparían más tarde

—Disfruten de estar aqui y ya saben que cualquier cosa que necesiten pueden llamarme.

—Muchas gracias, señor.

Ray se despedía viendo al señor bajar las escaleras, ahora vivían en el quinto piso, estaban muy arriba y aunque vivían algo lejos, la vista hacia la ciudad era muy linda y clara para quien viera desde ahí.

—¿Estás bien, cariño?

—¿No es linda la vista? Igual hay un jardín, es más lindo que el de la casa anterior.

—Es muy lindo, te traeré flores cada tarde para que puedas plantarlas y cuidarlas, ¿Te parece bien?

—¿Es una promesa?— Ray tomo las mejillas de Norman y se besaron.

—Muy bien tortolitos ya quedó, todo el resto les toca— Anna miro su teléfono un momento frunciendo el seño.

—¿Pasa algo?

—No es nada, es más trabajo— Anna suspiro y guardo su teléfono tomando su cuello —Bueno, debo irme, disfruten de su nueva casa y no se olviden de irme a visitar de vez en cuando y de llamar, ¿De acuerdo?— Anna se acercó a ambos y beso las mejillas de los dos —Los amo, no lo olviden.

—Lo sabemos— Norman sonrió y tomo la mano de Ray.

—Ve con cuidado y muchas gracias otra vez.

Anna emprendió viaje a casa, mientras Ray y Norman estaban en casa acostados en el sillon o más bien, Norman recostado y Ray encima de sus piernas.

—¿Te duele?

—Creo que sangre un poco al  cargar tanto, pero supongo no fue la gran cosa.

Ray frunció el seño mientras desabrochaba la camisa de Norman viendo la venda de su abdomen con una pequeña mancha en ella.

—Sabes algo... Creo que se quién te curo en ese momento.

EL TIEMPO A TU LADO - TPN • NORRAY •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora