EL TIEMPO A TU LADO - TPN • NORRAY •

♡|CAPITULO 31 - ¿QUE DICES?|♡

En la entrada de la casa, aparecía Norman quien se veía totalmente cansado, agotado no solo del trabajo si no de todo lo que había hablado con James nuevamente.

«Ese jodido bastardo me retuvo otra vez, no puedo creer que no me deje en paz»

Más que cansado, estaba molesto, había tratado de salir temprano del trabajo para volver con Ray ya que las cosas estaban mejorando poco a poco, o al menos así lo sentía el.

«—Deberias reconsiderar tu propuesta, puede que te arrepientas más tarde, no solo por ti, si no también por el»

El recordar las palabras de James lo hacían temblar, era obvio que ya sabía que ahora vivía con Ray, ya que también le menciono que ya sabía que había salido de la anterior casa de su madre y que ahora estaba en trámite para su cambio de apellido. Tantas cosas habían hablado en esas cuántas horas ya que la salida del trabajo de Norman había sido a las doce con treinta, un poco más tarde, pero nunca creyó que sería arrastrado a la camioneta junto a James sin posibilidades de escapar.

«—Lo peor de todo es que ya sabe en donde vivo.... Solo es cuestión de tiempo para que haga otro movimiento»

—Estoy en casa.

La puerta se abrió y justo al ver al frente vio la mesa que estaba totalmente acomodada, había velas, una botella de vino y los platos estaban acomodados junto con los cubiertos.

—¿Que es todo esto?— Norman después miro hacia el sofá donde Ray estaba levantándose poco a poco.

—¿Tuviste un largo día?— Ray solo se levantó feliz de verlo, se acercó hasta Norman tomando su abrigo y poniéndose de puntas para besar su mejilla —¿Que tal tu día?

Norman seguía mirando la mesa, se veía que Ray se había esforzado tanto que sentía que el mencionar que había sido terrible arruinaría las cosas.

—Todo estuvo genial, lamento llegar tarde— Norman tomo de la cintura de Ray y devolvió el beso pero ahora en sus labios. Tenía que aguantar las inmensas ganas que tenía de dormir solo por unas horas más —Pero dime, ¿Que es todo esto?

—Bueno, creí que nos merecíamos una gran cena así que quería sorprenderte— Ray sonrió estaba muy feliz de que Norman estaba ahí pero había algo diferente en el y no lo decía solo por qué cada vez que Ray lo tocaba Norman temblaba, si no que también en su voz, en su mirada, había algo extraño —¿Estas cansado? Tal vez deberías dormir.

—¿Y dejar del lado esto? Ni hablar, quiero cenar contigo aunque me muera después— Norman tomo las manos de Ray y las beso varias veces mientras Ray se sonrojaba.

—Bueno, siéntate.

Norman tomo asiento, Ray fue por toda la comida que estaba en la cocina y toda quedó en la mesa, todo estaba exquisito, y la pasta y la carne quedaban muy bien con el vino que Ray había llevado.

—¿Tomas?

—Solo vino, pero no en exceso, solo una copa o media.

La comida ya estaba en los platos y Norman dio el primer bocado alabando la comida de Ray como siempre lo había hecho. Por su parte, Ray veía la comida del plato, sentía que se había servido demasiado pero aún así tomo su cubierto y comenzó a comer poco a poco.

«Si, sabe delicioso»

Ray sonrió y siguió comiendo a su ritmo.

Entre charla y charla era Ray quien más hablaba y todo era sobre como había salido por las cosas, de la charla que había tenido con Anna y lo que habían pasado otros días. Norman solo asentía o reía ya que el cansancio no lo dejaba escuchar todo con claridad.

«No quiero dormir, me gusta esto... Estoy cansado pero no quiero herir a Ray durmiendome tan pronto, menos ahora que ya casi acaba su plato de comida»

Desde el momento en el que ambos empezaron a vivir juntos ambos notaron las costumbres del otro, mientras Norman solía comer mucho de algo que le encantará, Ray tendía a servirse poca comida y a dejar más de la mitad en el plato, nunca alguno pregunto algo, simplemente pensaron que sería grosero comentarlo así que así seguían sus vidas.

—Sabes, también hablé sobre algo con Anna.

Ray seguía hablando mientras Norman sonreía recargado en su mano.

—Bueno, la verdad es que ya llevamos casi un año viviendo juntos, no hemos tenido tantos problemas y la verdad es que yo pensé...

Ray se sentía apenado hablando, bajo la mirada para disminuir la vergüenza que sentía y simplemente miro la cajita que estaba a un lado de su asiento.

—Bueno, yo siempre creí que con la persona que te besaras o que incluso tomarás su mano era con la que te tenías que casar en ese momento, pero creo que me estaba adelantando mucho.

Ray seguía hablando y su felicidad incrementaba.

—Ahora se que todo va por partes pequeñas y la verdad es que... A mí me gusta mucho esto, me gusta estar contigo, me siento seguro, tranquilo y siento que ambos tenemos una increíble conexión, ¿O no?

Ray dio la pregunta al aire, aún así siguió hablando.

—Norman, soy muy feliz contigo y creo que tú también lo eres conmigo, así que... ¿Te gustaría que fuéramos pareja?

Ray sonrió y mostró enfrente de Norman la caja de regalo que tenía dos anillos de pareja que Ray había comprado.

—Bueno, hace un tiempo lo tenía pensado cuando hable con Anna así que se que te queda, Anna me ayudó mucho y pues... ¿Que dices?

Ray miro a Norman, después suspiro y simplemente tomo la caja guardando la en su bolsillo.

—Te dije que era mejor que durmieras.

Ray se acercó a Norman quien se había quedado dormido en medio de la cena, ni una sola palabra de lo que Ray le había dicho lo había escuchado.

Ray simplemente lo ayudo a llegar a la cama y despues de ahí apagó las velas, dejó la comida en el refrigerador y se tomó la última copa de vino que se había servido para después dejar la caja de los anillos guardada junto a las fotos que tenía ahí guardadas.

Se quito su ropa y se puso una camisa grande que era de Norman, se acostó a su lado y lo tapo mientras veía su cara.

—Trabajas tan duro... ¿Por qué no me quieres contar lo que te está atormentando?— Ray sonrió y beso la frente de Norman acurrucandose en su pecho abrazando su brazo —Serás un increíble médico... Tal vez incluso y puedas curarme a mi.

Ray sonrió y en poco tiempo se quedó dormido junto a Norman, sin soltar su brazo.