♡|CAPITULO 42 - DIME|♡

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—¿Ray? ¿¡Ray, donde estás!?

—¿Ya lo encontraste?

—No, ¿Qué hay de ti?

—Tampoco he tenido suerte.

—Yo ya busque por toda la casa y no hay nada.

—¿En dónde se habrá escondido?

—Hay que volver a separarnos, entre los tres si lo encontramos.

—¡Sal, Ray!

—¡Sal ahora! ¡No puedes esconderte por mucho tiempo!

—¡Vamos, sal ahora!

Vivía en esa gran casa desde que empecé a tener recuerdos y vaya que eso fue a muy temprana edad.

Siempre que algo ocurría yo siempre iba a ese pequeño lugar oculto debajo de la casa donde nadie me encontraba, nadie me molestaba, solo debía mover una gran piedra para ocultar la entrada y permanecía ahí hasta que las lágrimas paraban ya que odiaba vivir ahí.

—¡Ray, sal! ¡Hay galletas y jugo! ¡Vamos!

Podían pasar horas, incluso medio día y aún así nunca me encontraban, solo hasta que me daba frío o hambre es que yo salía de ese lugar el cual era mi refugio. Aún así trataba de escabullirme para no ser visto por nadie.

—Asi que ahí estabas, ¿Sabes desde que hora te están buscando ellos?

—¡Eso no me importa!

Ese día corrí sin parar por toda la casa mientras el me perseguía.

—¡Ya basta, Ray!

—¡Déjame!

Corría y escapaba sin soltar aquel peluche de conejo color blanco que era lo único que me quedaba de aquella vez.

—¡Ven aquí!

Pero ese día al tratar de trepar el árbol para escalar fue que una de las manos del conejo blanco se desgarro y se rompió.

—No... ¡No! ¡Conejito!

—¡Ray, ten cuidado!

Ese día caí del árbol y sufrí una herida en la oreja al caer de cabeza, la sangre salía y salia sin parar.

—¡Traigan mi botiquín!

—Pero por suerte ella siempre sabía que hacer. No solo a mi si no a los demás que estaban ahí los ayudaba y no importaba que o como, su patrón, su forma de hablarte, de tratarte con dulzura en ese momento, todo era igual. Me curo esa vez y otra más.

—Osea que...

Norman se quedó quieto escuchando la historia de Ray mientras el pasaba sus manos delicadamente por su herida.

«El está hablando de esa chica de la foto»

—Aquella que estaba en el parque... El día en que salimos juntos y bueno...

«¿Ella fue?»

—Cuando tuvimos nuestro primer beso.

—¿Estabas despierto?

—Bueno...

«Entonces si sabía de ella, si la miro»

—No era que quisiera fingir, es solo que no podía ver a Emma de la nada y yo...

—¿Emma?

—¿Cómo?— Ray se le quedó mirando a Norman mientras sus sonrojo se hacía más claro en su cara —Bueno, ese es su nombre. Emma es alguien... Muy importante para mí.

«¿Importante?»

—¿Aún es importante?

—¿Cómo?

Antes de poder decir una palabra más Norman se levantó y tomo la cintura de Ray besando sus labios desesperadamente.

—Norman...

«Se que dije que conocería más de el»

—Espera...— Ray tomaba la cintura de Norman mientras su camisa era bajada de forma brusca por Norman quien besaba y mordia parte de su cuello —Norman...

«Pero no puedo evitar molestarme al escuchar el nombre de alguien más salir de sus labios»

—¡Norman!

Después de varios besos y mordidas que ambos se dieron mutuamente al fin ambos descansaban en la cama abrazados, Ray no siguió con el tema ya que estaba cansado y Norman prefería no preguntar.

—¿Te gusta la casa?

—Es bastante grande, pero creo que está bien— Ray se recostó en el pecho de Norman viendo todas las cajas que estaban en espera de ser acomodadas —¿Mañana debes ir a trabajar?

—Bueno, en realidad si, no di aviso de lo que ocurrió y tal vez sea bueno que alguien me de un chequeo sobre la herida de mi abdomen.

Ray se quedó mirando la herida de Norman.

—Tu hermano, es un maldito bastardo— el tono y el aroma de Ray se hacían más violentos —Si se vuelve a acercar a ti yo...

—Oye, oye, tranquilo— Norman se levantó abrazando a Ray quien se comenzó a tranquilizar al sentir el aroma dulce de Norman —Veras... No puedo prometerte que James no volverá a aparecer en mi vida, el... El siempre se las ha ingeniado para obtener lo que quiere pero la próxima vez no será igual.

—Pero el...

—Pero yo, voy a estar listo así que mantente calmado— Norman sonrió besando la frente de Ray abrazándolo de nuevo.

«Conociendo a James es más que obvio que la próxima vez no vendrá por mi.

—Jamas dejaría que te ocurriera algo y no voy a dejar que me vuelva a hacer daño.

Ray suspiro abrazando a Norman, sabía que este era un tema que no podía manejar sin el permiso de Norman.

—Espero que no se vuelva a aparecer frente a ti.

«Por que si eso ocurre no dudaré en matarlo»

—Y que podamos vivir en paz los dos.

«Y está vez no voy a fallar como en el pasado»

—Es bastante tarde, será mejor que descansemos, mañana hay mucho que desempacar cuando vuelva del trabajo— Norman se recostó y Ray no se quitó de encima de el abrazándolo.

—Norman... Hay mucho sobre mi que debes saber, pero aún no estoy listo.

—Bueno, en el momento en el que te sientas listo soy todo oídos para escuchar a mi querido novio.

Ray se sonrojo al escucharlo abrazando más fuerte a Norman hundiendo su cabeza en su cuello.

—Norman...

—Dime, cariño.

Ray se separó besando los labios de Norman sonrojandose

—Te amo.

Norman se sonrojo al escuchar a Ray, su corazón empezó a latir más y más fuerte y su sonrisa empezó a crecer.

—Oh Ray— Norman lo abrazo dándose vuelta quedando encima de el besando su cara una y otra vez —Yo también te amo.


EL TIEMPO A TU LADO - TPN • NORRAY •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora