♡|CAPITULO 17 - VEN|♡

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Justo frente a un espejo, Ray estaba acomodando su cabello. Toda la tarde se había sentido muy nervioso, había limpiado, guardado su ropa e incluso había sacado varias cosas de las cajas de su mudanza que se rehusaba a acomodar.

—Esto... ¿Asi estará bien?

Ray veía su reflejo, se había acomodado el cabello de una forma en la que nunca lo había hecho, igual tenía puesta ropa un tanto elegante a la usual que usaba antes.

Se miro un poco al espejo de arriba abajo y solo suspiro.

—Tal vez sea demasiado...— comenzó a desabrochar su camisa para cambiarse pero cuando su pecho estuvo descubierto se quedó mirando por un momento su cuerpo, había adelgazado mucho y por más maquillaje y vendas que usará aún se veían varias cicatrices en su cuerpo —Debo taparlas...— se siguió mirando, tomo su corazón y después suspiro.

«Ya todo acabo, tranquilo»

Suspiro, y después se escuchó el timbre de la casa, se quedó mirándo al espejo y después fue hasta la entrada mientras abrochaba su camisa poco a poco.

Se detuvo un momento y miro la puerta.

—¿Quien es?— su voz se escuchaba más grave y pesada —Habla.

—Ray, soy yo— Ray suspiro al escucharlo —Soy Norman.

Ray fue hasta la puerta y la abrió rápidamente.

—¿Qué?

Se quedó quieto en su lugar un momento tratando de entender que era lo que estaba frente a el.

—¿Que es todo esto?

—Bueno— Norman estaba justo frente a Ray con un ramo de flores y una caja de chocolates amargos —Es un pequeño detalle, un regalo por nuestra... Segunda o tercera cita.

Norman sonrió apenado y ofreció las flores a Ray quien las tomo. Las miro por unos segundos, olió su aroma y sonrió.

—¿Cita? ¿Entonces nuestras anteriores salidas eran citas?

—Si... Bueno, yo digo que si o no lo sé... Tu dime.

Norman se ponía cada vez más nervioso, Ray solo sonrió y tomo su mano haciendo que entrara.

La puerta se cerró y ambos entraron, Ray dejo las flores en un florero y Norman solo lo veía de pies a cabeza.

—Te ves muy bien, bastante elegante— Ray se apenó por su comentario.

—¿Es demasiado?

—No, es perfecto— la mirada de Norman era la misma que tenía a toda hora que veía a Ray, pero algo se sentía diferente, algo estaba cambiando.

—Tu también te ves muy lindo, ¿De donde sacaste la ropa?

—Bueno, pase a casa antes de venir acá.

—¿Enserio? ¿Hablaste con tu hermana?

—Bueno algo asi— Norman sobó su nuca y después miro la mesa —Le deje avisado que tardaría en volver, pero que volvería.

Ray solo suspiro y se acercó a él.

—Supongo que es algo— Ray sonrió, Norman se acercó a él y dió un beso en su mejilla, lo volvió a mirar y noto que los botones de su camisa estaban mal abrochados así que tomo su camisa —¡Espera!

Pero Ray se había sorprendido.

—Tranquilo, confia en mi— Norman desabrocho los botones de la camisa de Ray acomodandolos perfectamente en orden —Ya esta— Norman sonrió y Ray solo pudo ver sus manos como se alejaban y por un segundo no pensó y cuando se dió cuenta ya estaba tomando la mano de Norman fuertemente —Ray...

—Hay que irnos, se hará más tarde.

Ray siguió tomando la mano de Norman y caminaron hasta la puerta.

Por las escaleras, por el pasillo, por las calles de la ciudad y del centro, en el restaurante e incluso por el pequeño parque al que pasaron en todos y cada uno de esos lugares no se habían soltado la mano en ningún momento, estaban teniendo una de las mejores citas de sus vidas, como si fueran amantes.

—¡Estoy tan cansado!

La velada había terminado y ambos ya subían por las escaleras mientras tomaban sus manos. El alcohol los había acompañado esa noche pero no tanto como anteriores veces, está vez Ray seguía consiente en su totalidad.

—¿Que hay de ti?— Ray miro a Norman mientras sacaba la llave de su bolsillo y llegaban a casa.

—Me siento de la misma forma.

Las palabras de Norman habían sonrojado a Ray, pero solo se limito a reír y a dejar las llaves en la mesa de la entrada.

La casa estaba oscura y cuando se prendió la luz lo primero que Ray miro fue el reloj.

—Ya pasan de las doce— y después miro a Norman —Supongo que otra vez te quedarás a dormir— Ray sonrió y camino a la entrada del cuarto —Ven, hay que dormir juntos.

Ray estiro su mano frente a Norman quien no dudo y la levanto para seguir a Ray.

—¿Usas pijama?— pregunto Ray a Norman, el solo nego —¿Que usas al dormir?

Norman solo bajo la mirada apenado

—Oh, ya veo— Ray se sonrojo —Bueno, no llevas mucho aquí y a decir verdad todas las noches hemos dormido con la ropa que usamos en el día así que no se si quieras usar algo... O si no quieres también está bien.

—¿Seguro?— Ray asintio —¿Tu qué usas al dormir?

—Siempre use pijamas, pero siempre eran molestas las telas, picaban o irritaban mi piel— Ray le dió la espalda a Norman un momento —Pero dormir desnudo no es algo que haya intentado otras veces, a decir verdad no se cómo sería...

—¿Y tú quieres?

Ray callo por un momento.

—No lo se— se escuchaba inseguro —Creo que si.

La habitación se quedó callada y por un momento solo se escuchó el ruido de la ropa que resbalaba del cuerpo de Norman.

—Ray— Ray no estaba dispuesto a voltear, estaba apenado —Ven.

Aún así decidió voltear y al ver a Norman no pudo dejar de ver su buen cuerpo, no era la primera vez, pero está vez...

«Asi que así es un alfa...»

Ray le dió la mano a Norman y el poco a poco desabrocho la camisa de Ray. Botón por botón sus manos temblaban y sus aromas se juntaban de forma armoniosa.

—Espera— pero Ray se sentía aún más nervioso —Yo... Puede que yo no pueda...

Norma sonrió y después beso su frente.

—Esta bien, no te sientas presionado— Norman sonrió y volvió a abrochar la camisa de Ray poco a poco.

«Este alfa está desnudo frente a mi... Solo frente a mi...»

Pero sin entender por qué Ray detuvo las manos de Norman y lo miro a los ojos.

Ray abrió la boca para hablar, pero no pudo decir nada, en cambio tomo más fuerte las manos de Norman, sus pies se alzaron en punta y con delicadeza rozo los labios de Norman con los de el.

«Mi segundo beso... Es con el»

EL TIEMPO A TU LADO - TPN • NORRAY •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora