EL TIEMPO A TU LADO - TPN • NORRAY •

♡|CAPITULO 43 - ¿COMO?|♡

—Duerme un poco más— Norman se levantaba más temprano de lo normal para irse hacia el trabajo —El desayuno está en la estufa, duerme un poco más y después come, no te esfuerces tanto por acomodar lo de las cajas, espera a que yo llegue.

—¿Debes irte tan temprano?— Ray se daba vuelta en la cama abrazando a Norman mientras cerraba los ojos nuevamente —Aun falta un poco para tu hora de entrada y no te haces más de una hora de camino.

—Lo se, pero tengo que ir para tener la revisión, recuérdalo.

Ray abrió los ojos recostando a Norman en la cama quedando encima de el levantando su camisa viendo la gran venda.

—¿Aún te duele?

—No, ya no. Me pica pero eso pasara dentro de un rato, aún así necesito que chequen que todo esté bien.

Ray suspiro y se quito de encima de el besando sus mejillas.

—¿Quieres que vaya contigo?

Norman se le quedó mirando, la idea no le disgustaba.

—Tranquilo...

Pero era más el miedo que sentía que atormentaba su mente.

—Estare bien, igual cualquier cosa que ocurra te mantendré informado, solo ten tu teléfono a la mano y también por cualquier cosa infórmame, ¿Bien?

Norman dio un último beso mientras se despedía, Ray veía desde la ventana como este se alejaba y se quedó ahí por unos minutos más.

—Tal vez...

Se quedó mirando hacia el gran jardín de abajo, había muchas flores y otras plantas más, igual al rededor de los departamentos había mucha vegetación ya que estaban un poco alejados de la ciudad, pero no tanto como para estar a la deriva.

—Tal vez más tarde.

Ray se dejó caer en el sofá de la entrada mirando de cabeza todas las cajas que habían por acomodar, la mayor parte eran cosas suyas, pero ahora que Anna estaba enterada de que Norman viviría ahí ahora más cosas de Norman ocupaban el espacio.

—Esto tardará varios días.

Se levantó del sofá y al estirar sus brazos pudo sentir un pequeño dolor en su corazón que lo sorprendió haciendo que se doblegada del dolor.

—Mierda... Tal vez también deba revisarlo— tomo su camisa apretándola —Ja— pero simplemente sonrió y se enderezó —De una u otra forma, no va a cambiar nada.

Y así paso alrededor de una semana. La herida de Norman era cuidada tanto por sus compañeros como por Ray cada que el regresaba a casa.

Las cajas que estaban regadas por la casa pronto desaparecieron y ahora todas las pertenencias de ambos estaban en su lugar.

De igual forma el examen de Norman fue aprobado y tan solo en tres meses más empezaría la escuela y para celebrar ambos habían salido a una cena romántica la cual se había alargado.

—Norman...

Y ambos no podían esperar por llegar al departamento.

—Espera, si sigues me caeré.

—Tranquilo, jamás dejaría que te lastimarás.

Norman besaba desesperadamente la cara y cuello de Ray mientras ambos de forma torpe subían las escaleras.

—Me haces cosquillas.

Ray dio un paso tropezando con un escalón pero Norman lo tomo de la cintura sosteniéndolo con fuerza para que no cayera.

—¿Solo te hago cosquillas?— los ojos de Ray brillaban mientras veía a Norman y la luz de la luna los iluminaba —Se que te lo digo mucho, pero enserio eres tan hermoso para mí— Ray sentía que su cara ardía, aún así no podía despegar los ojos de los de Norman —Si tan solo pudieras ver qué tan encantador eres ante mis ojos, te juro que has cambiado mi vida y me has hecho tan feliz.

Ray lo miro y por un momento un pequeño dolor en su pecho lo regreso a la realidad.

—Ray, te amo.

La respiración de ambos incrementaba, al igual que el brillo de sus ojos.

«En este momento tengo tanto miedo»

Ray tomo de la camisa de Norman jalandolo hacia el cayendo en las escaleras mientras se besaban apasionadamente.

—Norman...— Ray tomaba fuertemente de el para no dejarlo ir, se sentía tan aterrado que sus manos y todo su cuerpo empezaron a temblar sin parar —Te amo más que a mi propia vida.

Norman se quedó sorprendido al escucharlo, aún así no dejo de besarlo y de pasar sus manos por sus caderas descaradamente.

—Todo de ti me hace sentir muy bien.

Ray siguió besándolo mientras desabrochaba el pantalón de ambos y comenzaba masturbarse junto a Norman.

—Alguien puede vernos— Norman junto su frente a la de Ray besándolo sin despegar sus ojos de el —Hay que... Espera Ray...

—Eso no te importaba en los primeros pisos.

Los suspiros de Ray a un lado de la nuca de Norman lo enloquecía, tomo el cuello de Ray besándolo y dejándolo caer hacia los escalones mientras con su mano tomaba ambas partes y ayudaba a Ray para ir más rápido.

—Espero que nadie nos vea— Norman seguía jadeando mientras subía de forma lenta la camisa de Ray hasta dejar su pecho descubierto —Por que nadie se resistiría a ver tal belleza al frente.

Norman tomo la mano de Ray apretándola fuertemente mientras se besaban. Las piernas de Ray no dejaban de temblar y en un momento empezó a empujar a Norman para que se detuviera.

—Por favor... Ya no puedo.

Norman se acercó a la oreja de Ray suspirando y jadeando mientras movía más su mano.

—Norman... Ya no... Voy a terminar.

Las feromonas de Ray llenaban la oscuridad de la noche y justo cuando estaba por terminar Norman dejo de mover su mano y en cambio metió de forma brusca sus dedos en el interior de Ray haciendo que tuviera el orgasmo más grande su vida mientras se venía.

—Nor... Man...

Ray jadeaba mientras veía el brillo de la luna y sentía la respiración de Norman a un lado de su nuca y orejas.

—Si así estás con mis dedos, imagínate con mi pene dentro de ti.

Después de aquella noche tan agitada, Norman daba un beso a Ray quien descansaba en la cama sin querer moverse más que para responder el beso de Norman.

—Descansa.

Norman salió y aproximadamente dos horas después fue que Ray se pudo levantar, sus caderas y espalda dolían debido a la mala postura en las escaleras. Se acercó a la ventana de la cocina tomando uno de sus cigarrillos pero antes de poder prenderlo el timbre de la casa sono.

—¿Quién será? ¿Anna?

Ray se acercó poco a poco a la puerta pero antes de tomar el picaporte se quedó paralizado dando un paso hacia atrás corriendo a la salida de emergencia del cuarto principal.

—¡Ese maldito olor! ¿Cómo me encontró?