♡|CAPITULO 14 - CORRESPONDIDO|♡

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La amenaza de Norman habia sido tan real y tan aterradora que por un momento la chica sintió su cuerpo temblar, Norman dejo salir sus feromonas y pudo sentirlas junto a un gran dolor de cabeza mientras Norman se alejaba.

—¡Emma! ¿Quien es el? ¿A donde lleva a Ray? ¿Lo detenemos?

—Es un alfa muy fuerte, si se acercan de más pueden morir debido a sus fuertes feromonas, asi que déjenlo, dile a Nat que no se mueva, ¿Entendiste, Don?

—De acuerdo, yo hablo con el 

Emma se quedó ahi mirando a Norman quien se alejaba con Ray en brazos.

—No había sentido tanto miedo desde la vez que me dijiste que te ibas— Emma solo siguió mirando hasta que los perdió de vista, suspiro y después se sentó en la misma banca donde estaba Ray descansando —Espero que seas feliz... Si no tendré que matarlo.

...{💮}...

Norman llevaba a Ray en brazos quien "dormía", su respiración era agitada pero no tanto para llamar su atención, su corazón latía rápidamente y su pecho empezaba a doler.

«Cálmate, no fue la gran cosa solo fue tu primer beso... ¡Carajo acabo de tener mi primer beso! ¡Y ni siquiera estoy saliendo con el!... ¿O si? ¿No solo se besan aquellos que están en una relación? Así fue como papá lo dijo, pero el... El no es mi novio...»

Ray respiró hondo y después dejo salir el aire por su nariz, Norman se le quedo mirando y noto que estaba totalmente calmado, su corazón se había tranquilizado y aunque dolía no era precisamente por las fuertes pulsaciones de antes.

«A duras penas se quien es el, no puedo catalogar como mi novio a un chico del cual ni siquiera se su apellido»

Si no que se había dado cuenta de que todo lo que había estado sintiendo y pensando no era correspondido, ¿O si?

La caminata había terminado y Norman había llegado a la casa de Ray. Subio las escaleras sin problemas y después abrió la puerta, las cajas aún estaban por toda la casa de forma desordenada y por un segundo se quedó mirando hacia el escritorio, exactamente a dónde estaba aquella foto donde Ray parecía tan feliz.

—Yo puedo hacerte aún mas feliz que ella— Norman recostó en la cama a Ray quien ahora sí dormía de verdad, de tanto pensar se había quedado dormido en los brazos de Norman y el cansancio había sido tanto que pudo con el.

Norman se quedo un momento encima de el, tenía sus brazos a un lado de su cabeza y solo veía como respiraba tranquilamente. Se acercó un poco a el y beso su mejilla izquierda, después dio otro beso y después beso su mejilla derecha, después su frente y su nariz y después miro con detalle sus labios de los que salían suspiros pequeños mientras respiraba y sin pensarlo dos veces lo volvió a besar, pero esta vez no de forma rápida y agitada, si no más tranquilo, saboreando a detallé cada roce de piel que tenía con Ray.

—Yo puedo hacerte más feliz... Solo por favor...

Norman tenía los ojos cerrados pero al darse cuenta de sus palabras se levanto asustado, estaba teniendo un déjà vu que le había causado escalofríos y miedo. Miro a Ray nuevamente y solo tomo su cara con ambas manos mientras veía hacia el techo.

—Carajo... de verdad paso otra vez.

Norma empezó a reír y a llorar, se levanto de encima de Ray, tomo su saco e iba hacia la puerta, estaba dispuesto a salir de ese lugar y volver a casa, pero al ver cómo Ray se movía en la cama dándose la vuelta y volviendo a dormir algo en el le hizo detenerse y pensar las cosas otra vez.

Suspiro, dejo su saco en el escritorio y simplemente fue hasta Ray tapándolo con las cobijas y decidió acostarse a su lado abrazando su cintura. Ray seguía respirando tranquilo y Norman lo volvió a besar, miro más detenidamente su rastro y sonrió de felicidad.

—Esta vez puede ser diferente... ¿Verdad?— Norman suspiro y se dejó caer a un lado de Ray sin soltarlo, se aferro a su espalda y cerró los ojos —Descansa... Cariño.

...{💮}...

La mañana siguiente había llegado, Ray abría los ojos lentamente dándose cuenta que de lo primero que veia al despertar era nada más y nada menos que la cara de Norman quien dormia a su lado.

«¿Acaso hicimos algo?»

La reacción de Ray demostraba miedo, estaba viendolo como respiraba tranquilamente.

—Pero no recuerdo nada.

Y es entonces cuando alzó una de sus manos y acaricio la mejilla derecha de Norman que recordó aquel beso que se habían dado antes de volver a casa. Su cara se volvió completamente roja y solo pudo agachar la cabeza hundiéndose en el pecho de Norman.

—El y yo nos besamos.

El susurro de Ray se escuchó muy bajo, aún así sus movimientos hacían que Norman moviera la cabeza poco a poco, fue entonces que levanto la mirada y al tratar de alejarse se percató de que Norman lo tenía abrazado de la cintura sin dejarlo escapar.

«Sus... sus manos...»

Ray se sentía tan apenado que no podía hacer nada, incluso su olor empezó a salir y gracias a eso Norman estaba despertando.

—Vaya...— Norman hablo sin siquiera abrir los ojos, solo sonrió abrazando a Ray más fuerte contra el —No sabía que también podías tener un olor tan dulce— Norman río un poco y después de restregar su cara en la almohada abrió los ojos y miro a Ray, se acercó más a él y beso su frente y después su nariz —Buenos días, ¿Que tal dormiste?

—Yo...— Ray no sabía ni que responder, estaba tan apenado pero a la vez confundido, nunca había salido un olor dulce de el, siempre había sido picante e incluso algunas veces algo amargo, pero estaba vez incluso el lo sentía, era un olor algo parecido a los duraznos y a la miel —Norman yo...

Ray estaba por decir algo, cualquier cosa que lo pudiese sacar de esa situación, pero en cambio quien hablo fue su estómago quien gruño fuertemente.

Ray aún más apenado se agachó y cubrió su cara con las cobijas, Norman sonrió, lo abrazo y encima de la cobija dió un beso.

—¿Tienes hambre? Tranquilo, prepararé lo que tú quieras.

Ray no dijo nada, no era de las personas que comían mucho por la mañana y para ser sincero solo hacia los desayunos solo para tener una excusa para comer con alguien después de mucho tiempo.

—Yo... Quiero huevos y tocino.

Norman sonrió y simplemente acaricio la cabeza de Ray debajo de la cobija, dió un beso más y se levanto de la cama.

—Bien, lo prepararé para ti, duerme un poco más te hablaré cuando esté listo.

Norman se levanto y fue hasta la entrada del cuarto, miro a Ray quien salió de las cobijas y simplemente le lanzó un beso. Ray quedó totalmente rojo por ese acto y se volvió a esconder.

«¿Cómo es posible que aún cuando acaba de despertar se ve tan atractivo?»

EL TIEMPO A TU LADO - TPN • NORRAY •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora