32. False god

73.6K 4.3K 1.1K
                                    

Advertencia: Este capítulo tiene contenido +18, así que si no es lo tuyo, puedes saltarlo, y no afectará en nada en el entendimiento de la historia. Ahora, en caso de que sí sea lo tuyo, te doy la bienvenida. Disfruta la lectura mientras te da mucho calor en algunas escenas ;)

=)))

But we might just get away with it
Religion's in your lips
Even if it's a false god
We'd still worship
We might just get away with it
The altar is my hips
Even if it's a false god.

False god. Taylor Swift.

🧡

April.

Trago mi miedo, y mis manos temblorosas van hacia el borde de su camisa, levantándola. Él me ayuda, quitándosela por completo y su pecho desnudo. Toco sus hombros con mis dedos, de teniéndome en cada peca en su piel.

Bastián es tan hermoso que duele, mi corazón duele de la mejor de las maneras, y mi cuerpo arde con la necesidad de ser tocado por solo una persona en el mundo, y esa persona es él.

Lo cierto es que nunca he estado con nadie porque no puedo soportar la idea de que alguien me vea sin ropa, no es que haya tenido muchas oportunidades con chicos en el pasado, sin embargo, con el único novio que tuve nunca hice nada porque mi cuerpo era y sigue siendo algo que no quiero mostrarle a nadie.

Pero con Bastián mi corazón me grita que vale la pena, que vale la pena intentarlo, y entregarle las partes más importantes que tengo; mi corazón, cuerpo y alma. Quiero que él sea el único, y en cierto modo ya lo es. No importa si lo nuestro no funciona más adelante, sé que nunca volveré a sentir lo que siento por él.

Tengo la sensación de que él será ese que jamás podré olvidar y que lo significara todo para mi, incluso con él pasar de los años. Pues tengo la sospecha de que esto que me hace sentir solo llega una sola vez en la vida, como un premio, y yo lo valoraré mientras lo tenga.

Bastián toma mi rostro entre sus manos y me besa con urgencia y delicadeza al mismo tiempo y ni siquiera sé cómo hace eso posible. Pero tampoco me importa, solo me importa lo bien que se siente estar entre sus brazos y pérdida en sus besos.

Él hace que retroceda hasta que caigo hacia la cama, y me apoyo de mis codos para verlo alzarse sobre mi de la manera más impresionante. Alto, su rostro perfecto y sus ojos cálidos y hambrientos sobre mi, los tatuajes repartidos sobre sus brazos fuertes y su abdomen marcado bien contrastados con la marcada V en sus caderas y sus calzoncillos claros.

Y decido que Bastián puede ser mi nueva religión, y que el templo es su cuerpo y que estoy dispuesta a adorarlo de todas las maneras posibles. Que sus labios se han vuelto en mi oración más preciada, que quiero repetir cada día. Que mi corazón late por él.

Bastián se agacha hasta que se cierne sobre mi, sosteniéndose con sus antebrazos a cada lado de mi cuerpo., mientras besa mi cuello y el camino que lo lleva hacia mi escote.

Mis manos salen hacia su espalda y lo acaricio, sintiendo su piel de gallina bajo mi toque. Y mis piernas se abren por sí solas para darle un mejor acceso.

Sus caderas chocan contras las mías y un suspiro sale de mis labios en cuanto siento su erección presionando contra mi entrepierna. Mis ojos se cierran y muerdo mis labios, perdida en lo bien que se siente su boca sobre mis pechos y mis brazos, y cualquier espacio en mi cuerpo, incluso esos besos que no son físicos, pero que han sido puestos en mi corazón por él.

Puedo admitir que todavía no puedo creer que yo lo gusto. Sí, leyeron bien. Yo le gusto, a Bastián. Y estoy en un punto, en el cielo, sobre las nubes luego de su confesión y de por fin haberle podido decir que a mí también me gusta.

Un "pequeño" favorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora