Un "pequeño" favor

61. Die with a smile.

If the world was ending, I'd wanna be next to you
If the party was over and our time on Earth was through
I'd wanna hold you just for a while
And die with a smile.

Tiempo después...

🌷

April.

Butterfly Bakes está siendo un éxito que nunca me imaginé. Llegan un montón de personas al día, incluso algunos se acercan a mí para decirme lo buenos que son los pasteles y las bebidas. Me siento en un sueño eterno, y mi felicidad es tan grande que no puedo compararla con nada que haya sentido antes.

He llegado a un punto en donde me despierto todos los días con una sonrisa en la cara, con ganas de que llegue otro día y luego otro, en donde pueda despertar junto a Bastián, preparar el desayuno con él, ducharnos y salir a trabajar en lo que amamos hacer. Que me pase buscando en la pastelería y que vayamos a cenar; para llegar a casa y ver una película junto a Mandy, para terminar demostrándonos el amor que tenemos a través de caricias.

Amo mi vida actual y no la cambiaría por nada.

Termino de preparar los pasteles de arándanos, y los llevo al horno, poniéndome a decorar unos cupcakes mientras espero que estén listos. A pesar de tener ayudantes, hago todas las recetas y pedidos que podía, incluso si llego a casa sin sentir las piernas y ansiosa por darme una ducha luego de sudar.

Observo la hora, sabiendo que es el momento de almorzar de una de mis ayudantes, de Andrea, la que se encarga de tomar pedidos. Así que le pido a los demás que visualicen los pasteles, mientras voy yo voy a atender.

Ver el local lleno me lleno de júbilo y sonrío a todos desde atrás del mostrador. La puerta suena, indicando una nueva persona entrando, y me enderezo, observando que se detiene frente a mi.

—Bienvenida a Butterfly Bakes... —Mi voz se desvanece en el aire al tiempo en que lucho por respirar.

Porque frente a mi está mi hermana. La persona con la que llevo tanto sin hablar y sin ver, mi modelo a seguir cuando era niña, con la que tuve que cortar lazos para estar bien. Ella está aquí. En mi pastelería.

—Olive.

Olive se ve como una persona completamente diferente. Su cabello está recogido en una coleta desordenada, pero bonita y lleva un suéter verde, que realza el tono de sus ojos.

—April —Su voz se quiebra y veo sus lágrimas.

Las ganas de llorar me asaltan, porque después de todo, después de todo lo malo, la sigo queriendo.

—Me alegra mucho verte —confieso, dándole una pequeña sonrisa.

—A mi también, April. De verdad me alegra verte. ¿Crees que podamos hablar por unos minutos? Seré rápida.

—Claro, ¿qué vas a ordenar?

Olive ordena un pie de limon con una bebida caliente y se la llevo a la mesa, sentándome frente a ella mientras uno de mis empleados me cubre.

Ella observa nuestro entorno, aún con lágrimas en los ojos, y su sonrisa ilumina todo su rostro. Por primera vez en años, veo la verdadera belleza de Olive, veo su sinceridad bajo todo el odio que mis padres implantaron en ella.

—Sé que no tengo derecho a decir esto, April, pero estoy orgullosa de ti. Lo que has logrado luego de todo lo que te hicimos... —Sacude la cabeza, y se le escapa una lágrima—. Eres increíble. Merecías una mejor familia.