Un "pequeño" favor

42. I can do it with a broken heart

I can hold my breath
And I've been doing it since he left
I keep finding his things in drawers
Crucial evidence I didn't imagine the whole thing. 

I can do it with a broken heart, Taylor Swift.

Un mes más tarde.

🌷

April.

Deseo tener una guía que me enseñe cómo manejar un corazón roto, un manual que me enseñara cómo arrancarme el vacío que ha abierto una herida en mi corazón, cómo dejar de pensar en él y en lo mucho que arde no tenerlo cerca, de saber que estamos lejos y que ya nada nos enlaza, que él puede conseguir a otra persona y que nuestra historia corre el riesgo de ser abandonada en el último cajón.

Necesito un manual también para entender por qué no solo pudimos tener las cosas más fáciles, y no paro de preguntarme cómo habría sido, y me lamento de lo que no fue, de todas esas cosas que quería hacer con él y que no hice, de todas aquellas con las que aún sueño, de todas esas palabras que no me atreví a decir.

Y entonces, aunque en el fondo sé que fue la decisión correcta; hay veces que me siento una cobarde, que pudo haber luchado más por lo de nosotros, que pude haber aguantado más, que me pude haber esforzado más en que las cosas funcionaran.

Pero, ¿cómo no iba a abandonar el barco si me estaba hundiendo?

Y con el pasar de los días no es más llevadero, es más difícil. Porque se siente la verdadera ausencia con el tiempo, con cada hora qué pasa y en la que vuelves a ser consciente de que ya no hay más de eso que te hacia tan feliz. Y aunque al final haya dolido, aunque los últimos días hubiesen sido una carga demasiado aplastante, te aferras a los recuerdos de esos momentos en donde el amor sobró y las sonrisas abundaron, y no a las noches llenas de lágrimas y espinas de la rosa incrustándose en tus dedos aunque te niegues a soltar.

—Mira como me está quedando —Winter me sonríe, enseñándome la bufanda que está tejiendo.

Yo estoy tejiendo una igual, la única diferencia es que la de ella es amarilla y la mía es azul marino. Estamos en la sala en donde dan las clases de tejer. Winter al inicio no había querido acompañarme porque le aburría y prefería cosas más divertidas, sus palabras, no mías, pero al final termino animándose, igual que Hada y Ali.

—Esto es muy difícil —Hada resopla, recostándose del sofá individual.

—Lo están haciendo muy bien —Mary nos mira, alentándonos.

Mary es una señora de sesenta años, bajita y muy abrazable. Es simpática y servicial, y tiene dos nietos adorables que me muestra siempre en su teléfono.

—Gracias por decirnos una mentira tan bonita —Winter se ríe y yo hago lo mismo.

—Yo estoy de acuerdo con Mary —admito, sosteniendo la aguja para tejer y evaluando lo que he hecho hasta ahora.

Ali rueda los ojos, divertida.

—Ustedes son las personas más buenas del mundo. Son básicamente unos ositos llenos de amabilidad, así que incluso si fuéramos horribles en esto, aún dirían que lo estamos haciendo bien.

—Mientras lo estés intentando, no lo estás haciendo mal —digo sin pensar.

Mis movimientos se detienen y el shock me zarandea en mi sitio. Repaso lo que acabo de decir varias veces en mi cabeza, asegurándome de que esa es fue mi voz y no la de alguien más. Pero lo fue, fui yo quien dijo eso, no nadie más.