46. Matilda.

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You can let it go
You can throw a party full of everyone you know
You can start a family who will always show you love
You don't have to be sorry, no.

Matilda , Harry Styles.

April.

La casa de mi infancia se alza frente a mis ojos y saboreo el vértigo. Mis puños se aprietan a los costados de mi cuerpo y vuelvo a tomar otra bocanada de aire, sabiendo que debo tocar el timbre y prepararme psicológicamente para la conversación que tendremos hoy.

Observo los árboles del jardín, y de pronto me veo a mi allí, tras Olive y sus amigos, intentando ser parte de su vida y siendo enviada a casa, en donde me encerraba en mi habitación porque mis padres decían que estaban ocupados para atenderme en ese momento.

Observo las bicicletas en la entrada del porche, que nunca pude manejar y que siempre quise, porque mi padre dijo que no tenía tiempo para enseñarme y mi madre estaba ocupada con Olive.

Es como si estuviera reviviendo cada momento que me atormentó por las noches y mi pecho se aprieta, y durante un breve segundo considero darme la vuelta y marcharme, pero sé que no puedo hacerlo, no quiero hacerlo. No soy una cobarde, y merezco esa conversación.

Levanto mi mano temblorosa y sudada a pesar del frío, y toco el timbre. Luego miro mi reloj, sabiendo que debo estar pronto en el centro para ayudar a Winter a maquillarse y a arreglarse.

El pánico sube por mi garganta hasta mi boca y entonces la puerta se abre, relevando a Olive en un abrigo negro. Sus ojos quedan sobre los míos, los suyos verdes tan diferentes a los míos, y su cabello perfectamente arreglado.

—Hola, Olive —murmuro y ella continúa mirándome.

—¿Qué haces aquí? —espeta de golpe—. Te he buscado durante semanas, y solo apareces ahora.

—Necesito hablar con mamá y papá —Es todo lo que digo.

Parece tonto e ingenuo incluso para mi, querer abrazarla luego de las últimas palabras que me dijo, de lo que me hizo sentir, pero lo siento, porque al final sigue siendo la hermana con la que crecí, mi hermana. Y la amo con todo mi corazón, aunque no tenga ni un poco de sentido.

—¿Eso es todo lo que tienes que decir?

—No estoy entendiendo, Olive.

—¡La boda se canceló! La empresa de la familia de Tristan está en la ruina, y tuvimos que cancelar la boda.

—No lo sabía —Sacudo la cabeza—. Lo siento mucho, Olive.

—Te escribi más de cien mensajes —dice en voz baja.

—Mi teléfono se perdió —mascullo—. Lo lamento.

—Ya no importa —Sacude la cabeza—. Como siempre solo piensas en ti misma.

—Olive...

—Es la verdad. Solo te importas tú misma, nada más.

No soy una persona que suele molestarse, si me he molestado cinco veces en toda mi vida es demasiado, pero ahora, escuchándola decir cosas que no son, poniéndose como la víctima y a mi como la culpable de todos los males, hace que me enfurezca.

—Detente de una vez —espeto—. Nunca ha sido así. Siempre he pensado en ustedes cuando nunca han pensado en mi, incluso ahora, cuando debería de detestarlos, sigo queriéndolos. No soy una egoísta, Olive. Si me escribiste, fue porque sabías que iba a hacer todo lo que pudiera para ayudarte. Aunque Tristan y tú me han hecho sentir como basura.

Un "pequeño" favorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora