Capitulo 4.

145 10 0
                                    



El hombre desapareció frente a mis ojos, dejándome aterrada y sin una explicación coherente para los sucesos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El hombre desapareció frente a mis ojos, dejándome aterrada y sin una explicación coherente para los sucesos. En mi mente, las dudas giraban incesantemente: ¿No es un fantasma? No, si lo es, debe serlo porque por algo es transparente y atraviesa paredes, a no ser que... No lo sea. Sería lo único que pasaría por mi mente si sucedieran más cosas así de incoherentes en mi casa.

Es un fantasma.
Es un fantasma.
Solo es... un fantasma, Mara.

Me repetía lo mismo en mi cabeza hasta que ese pensamiento se impregnara en mi mente, intentando amortiguar mis dudas y evitar que se creara una paranoia que me hiciera sentir miedo a cada rato, a cada hora, a cada minuto.

Decidí calmarme, tomar un respiro y esperar hasta el fin de semana para investigar con más claridad. Quería ver si a alguien más le había sucedido algo similar o si podía encontrar algo útil en internet sobre experiencias parecidas.

Los días pasaron y ya no veía al enmascarado. Me pareció un poco extraño, ya que, aunque su presencia se sentía, no se materializaba en el lugar. En parte, eso me tranquilizaba respecto a los eventos pasados, pero, por otro lado, aumentaba mi curiosidad por saber si tenía un pasado trágico que no le permitía descansar en paz.

Ese miedo inicial que tenía por él se transformó en curiosidad. Los temas paranormales siempre me han fascinado; lo considero más un hobby. Ver casos y películas al respecto se me hacía entretenido en esos días de aburrimiento.

El fin de semana llegó y, como me prometí a mí misma, lo utilicé para investigar. En el buscador tecleaba frases como "personas que desaparecen de la nada", "fantasmas", "¿hay fantasmas que se pueden materializar?"

Sin embargo, nada daba una respuesta concreta a mi situación actual. Algunos testimonios parecían poco fiables, más interesados en ganar likes que en compartir experiencias auténticas. Además, si es un fantasma, ¿cómo podía ser que sintiera su máscara e incluso la levantara por unos segundos? La única hipótesis que me quedaba es que el hombre es un fantasma con la capacidad de materializarse a voluntad, una idea que me aterraba considerar.

Decidí aprovechar el tiempo muerto y me dirigí al cuarto de estudio, que queda al lado de mi dormitorio. Dejé la puerta entreabierta para que entrara un poco de aire fresco, me senté y me sumergí en la investigación en mi portátil sin ninguna distracción. Sin darme cuenta, las horas pasaron y ya era muy tarde.

—Mara, ¿ya miraste tu nevera? —dijo Mia de repente, rompiendo el silencio.

Me giré sorprendida. No había notado su entrada.

—Mia, ¿cómo has estado? —pregunté, intentando ocultar mi agitación con una sonrisa.

No es común que Mia venga a visitarme sin avisar, ya que siempre nos vemos en el trabajo y nos mandamos mensajes.

—Eso te digo, tarada. Te has descuidado tanto que ni siquiera hay comida decente en tu nevera. Y en el trabajo, cuando estás en llamada con tu padre, escucho que dices que "estás bien" cuando pareces un zombi —Mia tomó una respiración profunda y la soltó lentamente, tratando de calmarse antes de continuar—. Es por ese fantasma, ¿verdad?

—Sí —respondí, abrazándome a mí misma y desviando la mirada—. Tú sabes cómo soy con los temas paranormales, Mia.

—Qué estupidez de tu parte. Está bien que te guste algo, pero no es necesario descuidarte hasta el punto de no comer bien. Te vienes a vivir a mi casa por un mes. No quiero que tu padre se preocupe, así que alista el uniforme, la ropa y lo que creas necesario.

—Estoy bien, no te preocupes —aclaré, aunque la preocupación en su voz me hizo dudar de si estaba haciendo bien las cosas.

—Mara, te quiero mucho, nuestra amistad es de años, pero me preocupa que te pase algo malo —su expresión era triste, su tono de voz apagado—. Por favor —hizo puchero y puso ojos suplicantes.

¿Pero mi investigación?
No, esto es lo mejor. Debo dejar este tema por un tiempo y calmarme del estrés acumulado en mi cuerpo.

—Bien, ya alistaré todo —dije, resignada y aceptando que era lo mejor.

Mia, sin pensarlo dos veces, se lanzó sobre mí y me abrazó con fuerza. Es muy amable y una gran amiga. Gracias a ella, aprendí cosas básicas de chicas, como maquillaje, uso de toallas higiénicas, moda, peinados, etc. Mia fue como esa amiga que actúa como una madre enseñándote cosas y le agradezco al mundo haberla puesto en mi vida.

Alisté ropa, mi traje de trabajo, artículos de aseo y mi maquillaje. Intenté llevar el portátil, pero Mia insistió en que eso me distraería con esas cosas paranormales. Me vigilaría para asegurarse de que no siguiera investigando cosas relacionadas con el enmascarado. Espero que en un mes el ente se pueda ir tranquilo, dejar la casa y pueda descansar en paz de nuevo.

—Vámonos ya, Mara —dijo Mia, alzando la vozmientras esperaba en la puerta.

—Vámonos ya, Mara —dijo Mia, alzando la vozmientras esperaba en la puerta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ROMANCE MALDITO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora