El disparo resonó despertando de un sueño confuso. Me incorporé de forma rápida llevando mi mano a la mejilla, intentaba entender el extraño sueño. ¿Qué demonios fue eso? niños sufriendo, una habitación oscura, un bosque y un niño con un arma. Era como un revoltijo, aunque los sueños son extraños se que intentan mostrarme algo o comunicar algo, no obvio, pero sí con un propósito para entender.
—Vaya, hasta que al fin despiertas.
Al lado mío estaba Alma, quien llevaba solo una bermuda de color negro con detalles rojos y una camiseta blanca. Se encontraba en su camilla, sin la máscara puesta y con una venda en la parte posterior de la cabeza. Estaba recostado en la almohada, sosteniendo un control de videojuego en las manos y una barra de chocolate sobre las sábanas. Enfrente de la camilla, un cristal cuadrado en la pared proyectaba una partida de videojuego.
—Axel, si vas a jugar, hazlo bien; si no, sal de la partida—reclama Alma en un tono burlón, mientras Axel lo insulta a través de los auriculares—.Qué mal perdedor, te vencí en la anterior partida y en esta también—añade con una pequeña sonrisa, tomando la barra de chocolate y dando un mordisco.
—¿Qué hora es?
Alma se quitó los auriculares; aún se escuchaba la voz de Axel lanzando groserías al aire. Luego dirigió su atención hacia mí, girando la cabeza en mi dirección.
—¿No sería "¿Cuántos días estuviste dormida?"—arqueó la ceja con una mirada penetrante—. Fueron tres días—dijo y dio otro gran mordisco al chocolate.
—¿¡Tanto tiempo!?
Él asintió con la cabeza. Al lado de la camilla de Alma había una mesa con muchos regalos: ramos de rosas, obsequios, cartas y dulces. Notando hacia dónde se dirigía mi mirada, tomó una caja de chocolates en forma de corazón de entre el montón de regalos destinados para él y me la entregó.
—Puedes tomar los dulces que quieras —dijo con tono alegre y volvió su atención al televisor transparente—.Todo esto me lo dejó gente que ni conozco.
—¡Hiciste trampa imbécil!—gritaba Axel enojado—.retira lo que dijiste o le diré a la enfermera lo que guardas en tu almohada.
Alma se puso los auriculares.
—Dices algo, voy a tu cuarto personalmente a golpearte—Alma frunció el ceño.
De repente, una enfermera llegó y trató de tomar la almohada de Alma, quien reaccionó rápidamente agarrándola del brazo con fuerza.
—¿Qué intentas hacer?—pregunta Alma.
—Tienes cigarrillos debajo de tu almohada—dijo la enfermera tomando la almohada de nuevo—.Ya te había quedado claro, no fumar en recuperación.
Axel llega y da pisadas fuertes acercándose a la camilla de Alma.
—Quítele todo a ese fumador enfermera—grita Axel y agarró las piernas de Alma.
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ROMANCE MALDITO.
RomanceMara decidió mudarse a un pueblo tranquilo, sin imaginar que conocería a un enmascarado. Esto sería lo peor, ya que después de conocerlo, su vida seria atormentada. Una fecha maldita. Un pueblo con secretos. Un amor enfermizo y a la vez maldito. No...