Aunque la pesadilla me dejó algo marcada, decidí no pensar que tuviera relación con Dang. Con el pasar de los días, nos conocimos más. Dang tiene 21 años, le encantan los planes tranquilos y ama la comida dulce. Me quedó claro que nos atraíamos, y los sueños se convirtieron en lo mejor al terminar mi jornada, ya que sabía que me volvería a encontrar con él. Los sueños con Dang se volvieron mi refugio, mi lugar feliz y acogedor. Le gustaba molestarme con pequeños comentarios, y yo hacía lo mismo, a veces desordenando un poco su cabello, un gesto que me parecía tierno entre nosotros dos. Nos tomamos nuestro tiempo, y eso es lo importante.
Seguía hablando con Mia, me contaba que su padre aún estaba en cuidado intensivo. Los exámenes tardaban demasiado y lo que podían hacer era mantenerlo en casa y cuidarlo mientras tanto. Ya había informado al jefe sobre la situación de Mia, pero lo más seguro es que tardaría mucho en regresar al pueblo. Seguí escribiéndole con regularidad para tener noticias de ella y de su padre.
Mientras tanto, en mi casa se sentía de nuevo esa presencia extraña. No era Dang y, por el contrario, con el pasar de las semanas se había vuelto un poco más fuerte. Esto me hacía pensar en la frase de Dang: "Es como si estuviéramos, pero a la vez no en presencia". Él también decía que sentía esa extraña presencia. Cuando aún pensaba que él era un fantasma, sentí lo mismo. La sensación recaía y me dejaba agotada, cansada y sin fuerzas, pero no era una presencia tangible, era más bien como una energía que afectaba a su al rededor.
Al llegar a casa después de un día extenuante, me desplomo en la cama aún vestida con mi uniforme. Siento una extraña pesadez en el cuerpo. De repente, unas manos grandes y ásperas comienzan a recorrer mi cuerpo de forma brusca. Sobresaltada, intento abrir los ojos, solo para darme cuenta de que tengo los ojos vendados con algún tipo de tela gruesa. Mi cuerpo se siente inusualmente débil; intento moverme, pero cualquier intento de hacer un movimiento brusco parece imposible. Estaba completamente desnuda, además de que sentía que me tenía en su regazo aquel tipo. El pantalón de él tenía una textura lisa, que rozaba demasiado con la parte trasera de mis muslos.
Él pone mi cabeza en su hombro, era demasiado ancho y no trae camisa al parecer. Me apretó con fuerza mis mejillas y gira un poco mi cabeza hacia el rostro de él. Intento forcejear pero, simplemente no podía, me sentía sin energía, agotada, desgastada. Comienzo a sentir algo viscoso, era su lengua recorrer por mi cuello y después mi rostro. Mordió un poco el área de mi mejilla para dejar marca. Su respiración era pesada y a la vez caliente que se impregnaba en mi hombro y cuello.
Ninguna palabra podía formular en ese momento.
Mi cuerpo se entregaba a él.
—Quiero más—susurra en mi oído con un tono suplicante.
Despertar era imposible, y al estar en esta situación era peor. Necesito que ese despertador suene ya. El tipo comienza a besarme, pero de una forma muy brusca y agresiva. Introduce su lengua en mi boca y comienza a jugar por dentro sin olvidarse de ninguna área. Salía demasiada saliva por mis comisuras. Apretaba demasiado mis muslos, mi cuerpo se estaba tensando demasiado.
Es el sueño mas extraño que he tenido.
Poco a poco mi cuerpo respondía y me alejo. Él toma un puñado de mi cabello y lo aprieta con fuerza, jalándolo hacia atrás y de seguir con el beso. Jugaba con mi lengua y ya mi cuerpo se contraía y arqueaba mi espalda. Ya me sentía asfixiada, pero él no le importo ver mi cuerpo reaccionar así y seguía jugando con el interior de mi boca con su lengua.
¿Es un sueño erótico? ¿Es un súcubo ese tipo?
Parece que lo es.
Pensé que no se iba apartar, hasta que se aleja de la nada y me dice de forma directa:
—Deberías mirarte, tienes una expresión muy lasciva—dice con tono agresivo—solo me estas provocando a que te quiera coger, fuerte y duro como la pequeña perrita en celo que eres. Porque eso eres, una perra en celo.
Me empujó hacia adelante, haciéndome caer. Su fuerza era abismal. Quedé boca abajo e intenté poner peso en mis manos para poder levantarme del piso. En un movimiento rápido él se acuesta sobre mí. Las fuerzas que había tenido anteriormente se desvanecen de nuevo, es como si todo estuviera a favor de él en este sueño. Agarra mi trasero con sus dos manos y comienza masajear y apretar, como si jugara.
—Esto se pone interesante—murmura en un tono juguetón.
Intenté quitarme la venda, pero me detuvo, tomando mi muñeca con fuerza.
—Quieta—dijo mientras toma mis dos muñecas y las aprieta contra el piso—si tus ojos están vendados, tus otros sentidos se agudizan y se ponen más sensibles, yo quiero que eso pase, yo quiero que sientas y que estés a mi merced.
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ROMANCE MALDITO.
RomanceMara decidió mudarse a un pueblo tranquilo, sin imaginar que conocería a un enmascarado. Esto sería lo peor, ya que después de conocerlo, su vida seria atormentada. Una fecha maldita. Un pueblo con secretos. Un amor enfermizo y a la vez maldito. No...