𝓤𝓷 𝓵𝓪𝓽𝓲𝓻 𝓮𝓷 𝓶𝓲 𝓲𝓷𝓽𝓮𝓻𝓲𝓸𝓻 ~ 𝓝𝓲𝓴𝓵𝓪𝓾𝓼 𝓜𝓲𝓴𝓪𝓮𝓵𝓼𝓸𝓷

𝓓𝓮𝓬𝓲𝓼𝓲𝓸𝓷𝓮𝓼 𝓘𝓷𝓮𝓼𝓹𝓮𝓻𝓪𝓭𝓪𝓼

Narra Emily

Dos días después del ritual Klaus por fin volvió a su forma humana. Ahora mismo nos encontrábamos frente a él.

- Has estado ocupado - le dijo mi padre arrojándole ropa, ya que se encontraba desnudo.

- Fue fascinante ¿Cuánto ha pasado? - dijo Klaus levantándose mientras yo me daba la vuelta para no verlo.

- Casi dos días. Paso la luna llena y seguiste siendo lobo - respondí.

- Controlo el cambio y recuerdo cada matanza - dijo sonriente.

- Si, he limpiado todos tus destrozos - dijo mi padre molesto.

- Como en los viejos tiempos.

- Ya te divertiste, pero tenemos un trato - dijo mi padre dándole el resto de su ropa.

- Cierto, ¿pero de que se trataba? Ya recuerdo, claro. Deseas reunirte con nuestra familia.

- Me diste tu palabra, Niklaus - le recordó

- ¿Y qué hermano rompería la promesa? Aunque tu quisiste matarme.

- Ojalá lo hubiera hecho - dije casi en un susurro, pero lo escucharon ya que Klaus me miro mal.

- Pero no lo hice - continuó mi padre.

- Ahora nadie puede matarme, ni siquiera tú - dijo viéndolo a los ojos - Tranquilo, Elijah. Todo queda perdonado.

- ¿Dónde están?

- Necesitas tomártelo con calma. Pronto te llevare con ellos - respondió Klaus, pero su tono me daba un mal presentimiento.

Luego de eso, Klaus decidió que era tiempo de regresar al departamento en donde se encontraba Katherine. En el camino, le pregunté dónde tenía a Maya y Jen, y al parecer llevaban todo este tiempo en la casa que renté bajo compulsión para que no pudieran salir de Mystic Falls.

- Klaus, volviste - Dijo Katherine junto a Stefan cuanto entramos al departamento - Miren quien decidió visitarnos.

- Siempre sigues apareciendo, ¿No? - dijo molesto.

- Necesito tu ayuda, para mi hermano.

- Sea lo que sea, tendrá que esperar. Tengo una obligación con mi hermano que requiere mi inmediata atención - dijo Klaus adentrándose al departamento.

- Entiendes la importancia de la familia o no habrías venido. Mi hermano me dio su palabra de reunirme con los míos - dijo mi padre.

- Y eso haré - dijo Klaus, haciendo que Elijah se volteara y lo enfrentara rápidamente, solo para ser apuñalado en el corazón con una daga.

- ¡No! - grite tratando de correr hacia él.

- Katherine, sujétala - ordenó Klaus.

- ¡Papá! Klaus déjalo - grite forcejeando hasta que logre apartar a Katherine con mi magia.

- Si le sacas la daga tus amigas morirán - dijo Klaus viéndome sentada a un lado de mi padre en el suelo - Ahora, ¿Qué voy a hacer contigo? - dijo azotando a Stefan contra la pared, pero yo ya no prestaba atención, solo podía ver el cuerpo gris de mi padre frente a mí.

- Las brujas dijeron que tenías una cura. Hazme un trato. Sólo dame la cura y haré lo que quieras - Escuche decir a Stefan.

- El problema es que no se si me servirías...como estas ahora. Eres casi inútil - dijo Klaus, burlándose mientras tomaba sangre. Camino de vuelta hacia Stefan aún con su vaso de sangre en la mano - Una vez escuche de un vampiro, alguien loco. Le gustaba beber y no beber por décadas y si bebía él era magnifico - se maravilló Klaus, con una sonrisa divertida - En 1917, fue a Monterrey y acabo con todo un pueblo de migrantes. Un verdadero destripador. ¿Te suena familiar?