𝓔𝓷𝓽𝓻𝓮 𝓟𝓲𝓷𝓽𝓾𝓻𝓪𝓼 𝔂 𝓟𝓪𝓼𝓲𝓸𝓷𝓮𝓼

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Narra Emily

- Para empezar, ellos no son un reemplazo; son mi familia, y no estoy siendo amigable con los Mikaelson porque estamos distanciadas. Aunque me tratan mucho más como una familia de lo que ustedes han sido - dije con firmeza, saliendo de ahí con la intención de disculparme más tarde con Rebekah por dejarla sola.

- Emily - escuché que alguien dijo a mis espaldas, llamando mi atención. Al girarme, vi a Maya y Jen.

- ¿Podemos hablar? - preguntó Jen, y yo solo asentí.

- Queremos disculparnos de nuevo por lo de la otra vez. No era nuestra intención lastimarte, y sé que no es excusa, pero queríamos que supieras la verdad. Pensamos que Klaus solo te estaba utilizando, pero nos dimos cuenta de que no es así. Él realmente te quiere y se preocupa por ti. No queremos estar peleadas contigo por algo así. Somos tus amigas y debimos haberte apoyado en tus decisiones. No debimos cuestionar tu lealtad, porque siempre has estado para nosotras cuando lo hemos necesitado. Decir esas cosas solo porque estábamos cegadas por vengarnos de Klaus no estuvo bien - explicó Maya sinceramente.

- Entonces, ¿nos perdonas? - preguntó Jen después de unos segundos de silencio.

Mis emociones estaban en conflicto, pero decidí ser honesta.

- No puedo simplemente olvidar lo que pasó, pero aprecio que hayan venido a disculparse. Aprecio la sinceridad y el arrepentimiento. Sin embargo, esto no cambia el hecho de que hubo una falta de confianza significativa. Necesitaré tiempo para procesarlo - respondí con sinceridad.

- Lo entendemos - dijo Jen con tristeza, y Maya asintió en silencio.

Aunque nos abrazamos, la sensación de reconciliación no era completa. Volvimos juntas a casa, pero la distancia emocional entre nosotras persistía. A veces, las disculpas no pueden reparar por completo lo que se ha roto. 

°°°♥°°°

Llevaba dos horas frente a mi armario, buscando desesperadamente el vestido perfecto para el baile de los Mikaelson. Entre prendas descartadas que cubrían el suelo, cerré la puerta con frustración y me golpeé la cabeza contra ella. A punto de rendirme y conformarme con el primer vestido que encontrara, el sonido del timbre resonó en toda la casa.

Bajé corriendo las escaleras con una expresión de confusión y abrí la puerta principal, solo para encontrarme con una gran caja negra con un lazo rojo. Miré a mi alrededor, pero no vi a nadie; la persona que la dejó ya se había ido. Recogí la caja y regresé a la casa, cerrando la puerta tras de mí.

Coloqué la caja en mi cama y me paré frente a ella, con las manos en las caderas y una expresión confusa en mi cara. Al examinarla más de cerca, descubrí una pequeña tarjeta escondida bajo el lazo. La recogí y leí:

"Guárdame un baile...

con cariño, Klaus".

Dejé la tarjeta a un lado y abrí la caja, revelando un hermoso vestido de dos piezas. La parte superior parecía un corsé con mangas delgadas, mientras que la falda era amplia y de un negro elegante con un delicado estampado de flores que lo hacía absolutamente encantador.

°°°♥°°°

Cuando llegué a la mansión Mikaelson, la fiesta ya estaba en pleno apogeo con la gente esparcida por el césped delantero y el salón mientras me dirigía a la entrada principal. Ya en la puerta, entré con una sonrisa en la cara, observando la sala para ver quién había acudido al baile.

𝓤𝓷 𝓵𝓪𝓽𝓲𝓻 𝓮𝓷 𝓶𝓲 𝓲𝓷𝓽𝓮𝓻𝓲𝓸𝓻 ~ 𝓝𝓲𝓴𝓵𝓪𝓾𝓼 𝓜𝓲𝓴𝓪𝓮𝓵𝓼𝓸𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora