𝓤𝓷 𝓵𝓪𝓽𝓲𝓻 𝓮𝓷 𝓶𝓲 𝓲𝓷𝓽𝓮𝓻𝓲𝓸𝓻 ~ 𝓝𝓲𝓴𝓵𝓪𝓾𝓼 𝓜𝓲𝓴𝓪𝓮𝓵𝓼𝓸𝓷

𝓡𝓮𝓮𝓷𝓬𝓾𝓮𝓷𝓽𝓻𝓸 𝓕𝓪𝓶𝓲𝓵𝓲𝓪𝓻

Narra Emily

5 años después

Ascendí lentamente las escaleras del ático sin que Hope me viera y me dirigí al ataúd que resguarda a mi padre, abriéndolo con cuidado.

- Ha sido extremadamente difícil criar a Hope sola, papá, pero espero que pronto estemos juntos de nuevo - comencé a hablar, esforzándome por contener las lágrimas.

Luego de cerrar el ataúd, me encaminé hacia la habitación de Hope. Habían pasado cinco largos años desde que escapamos de Nueva Orleans. Cuando dejé la ciudad en el camión con los ataúdes, aún estaba en estado de shock, así que, sin darme cuenta, conduje hasta la residencia de Jen y Stefan. Con la ayuda de ellos y de May, pude cuidar de Hope sin problemas. Durante nuestra estancia, enfrentamos desafíos en Mystic Falls relacionados con Katherine y el infierno. Lamentablemente, después de la boda de Jen y Stefan, él se sacrificó por su hermano, y en el proceso, perdimos también a Maya, dejándonos destrozadas.

Después de esos eventos, estuvimos viajando mucho hasta que finalmente encontré un lugar seguro donde Hope pudiera crecer en paz: una casa en un bosque difícil de encontrar. A pesar de las constantes ganas de desmoronarme, mantuve la fortaleza por Hope y Jen, quien decidió vivir con nosotras para no apagar su humanidad debido al dolor. Con la ayuda de Jen, he logrado criar a Hope sin mayores contratiempos. Jen compró una casa cercana, así que pasaba la mayor parte del tiempo con nosotras.

Hope, ahora con 7 años, es una niña preciosa, parecida a su madre pero con los ojos de su padre. Extrañaba más a ellos que a los demás y esperaba que estuvieran orgullosos de cómo estaba criando a su hija. Hope sabía que yo no era su madre biológica y siempre le había hablado sobre Hayley, así que me llenaba de felicidad cuando ella me llamaba mamá.

Estaba observando cómo Hope dibujaba cuando escuché la llegada de un auto.

- ¿Será ella? - preguntó Hope con ilusión.

- Iré a ver, y no salgas - le respondí, caminando hacia la entrada de la casa. Al llegar afuera, vi a Jen llegando.

- ¿Estás segura de que nadie te siguió? - le pregunté.

- Estoy segura - dijo abrazándome - ¿Dónde está esa pequeña?

- ¿Lo encontraste? - le pregunté, pero ella solo se quedó callada - Jen, por favor. Después de tanto tiempo, finalmente lograré traerlos de vuelta. Encontré la cura para el veneno de Freya y una bruja romperá el hechizo de Rebekah.

- ¿Enserio vas a hacerlo? ¿Los curarás y los despertarás? ¿Alguna vez pensaste que Hope está mejor sin ellos? - Comenzó a preguntarme.

- Hice una promesa

- ¿A quién? ¿A Elijah?

- A Hope. Le prometí un hogar donde estaría a salvo y protegida por aquellos que la aman. Jen, ella es una Mikaelson. Heredó a todos sus enemigos, alguien tiene que ayudarme, yo no puedo sola.

- Para poder despertar a los Mikaelson es necesario hallar a las siete manadas de lobos, encontraste a seis. La última, los Malraux... pensé que todos estaban muertos. Pero según lo que tengo, queda uno. Emily, buscamos durante cinco años sin encontrar nada y de pronto aparece una pista. ¿Y si alguien más también lo encontró? ¿Y si es una trampa?

- Pues entonces no queda más que arriesgarme - dije, y ella suspiró. Unos segundos después, sacó una nota de su bolsillo y me la entregó.

- Espero que no te arrepientas de tú decisión - dijo antes de entrar a la casa.

Con toda la información lista, comencé a cargar los ataúdes en el camión para emprender la búsqueda del último veneno. Después de una hora, todo estaba listo y Jen cuidaría de Hope.