𝓑𝓪𝓲𝓵𝓮𝓼 𝔂 𝓓𝓮𝓼𝓹𝓮𝓭𝓲𝓭𝓪𝓼

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Narra Emily

Mientras Klaus dirigía a Bonnie a la salida, me quedé absorta observando la chimenea ardiendo. Quizás Bonnie tenía razón. Quizás yo era un monstruo. Después de todo, estaba permitiendo que Klaus lastimara a personas que una vez fueron mis amigos. Sin embargo, por otro lado, ellos también me lastimaron. Elaboraron un plan para matar a Nik y se sorprendieron cuando ella se enfadó con ellos. Elena apuñaló a Rebekah y estuvo de acuerdo con el plan de Esther de matar a los Originales, incluso si eso significaba su propia muerte.

Si el grupo quería acabar con Klaus y los Originales, estaba bien. Pero yo iba a quedarme al lado de mi familia, y haría cualquier cosa para protegerlos, incluso si eso significaba que Elena caería en el proceso.

- ¡Klaus, estoy aquí! Hagamos esto - gritó Stefan. Los dos Originales y yo entramos, todos con expresiones irritadas.

- Oh, bien - Klaus sonrió - El héroe. ¿Qué quieres? - Stefan dejo caer la bolsa de lona que había estado cargando a los pies de Klaus.

- Estoy aquí para ofrecer un trato - Damon levantó la cabeza y lanzó una mirada confusa a su hermano.

- Stefan, ¿Qué haces?

- Ocho estacas de roble blanco. La parte del puente Wickery que olvidaste quemar - les informó. Klaus miró a Rebekah, la vampira miraba a Stefan con los ojos ligeramente abiertos.

- Eso es imposible.

- En realidad no lo es - respondió el Salvatore más joven de inmediato - Finn está muerto - Mientras Klaus reaccionaba simplemente entrecerrando los ojos, mi mandíbula caía y la respiración de Rebekah se entrecortaba.

- ¿Mataste a mi hermano? - Stefan apretó la mandíbula y miró hacia el híbrido.

- Damon a cambio de las últimas ocho armas que pueden matarte.

- ¿Y cómo sé que ya no hay más? - Klaus preguntó.

- Porque no las hay - Stefan respondió.

- Hay que averiguarlo, ¿de acuerdo? - Dijo Klaus. Pude ver el ligero pánico en los ojos de Stefan cuando el híbrido se acercó a Damon. Klaus se inclinó más hacia el vampiro de cabello negro - Vete - Damon miró al suelo.

- No.

- Adelante. Vete - Insistió Klaus.

- Nik, él es mío, no tuyo - protestó Rebekah. Klaus agarró de repente a Damon por la mandíbula, obligándolo a hacer contacto visual.

- Dije, vete. A casa - gruñó Damon en voz baja antes de que la compulsión surtiera efecto.

Comenzó a liberar sus brazos de las trampas para osos, y la carne de su muñeca se desprendió en el proceso. Stefan tragó saliva y apretó los ojos, sintiendo su corazón apretarse por los dolorosos gritos de su hermano mayor. Después de unos segundos más de Damon gruñendo y gimiendo de dolor, Klaus sonrió y levantó la mano.

- Muy bien, basta, basta, basta, antes de que te lastimes - el Original se rio entre dientes - Wow. Veo que finalmente puedo hipnotizarte. Ahora - Klaus repitió sus acciones anteriores y agarró a Damon por el cuello, obligándolo una vez más - Sin contar la estaca que mató a mi hermano, ¿Cuántas estacas más hay para matarme? - Damon jadeó pesadamente.

- Once

- ¡Once! - exclamó Klaus - ¿En serio? No eran ocho entonces.

- Realmente no deberías haber mentido - intervine. Stefan me miró y luego volvió a dirigir su atención a Klaus y a su hermano. Esta situación ya me estaba sacando de juicio.

𝓤𝓷 𝓵𝓪𝓽𝓲𝓻 𝓮𝓷 𝓶𝓲 𝓲𝓷𝓽𝓮𝓻𝓲𝓸𝓻 ~ 𝓝𝓲𝓴𝓵𝓪𝓾𝓼 𝓜𝓲𝓴𝓪𝓮𝓵𝓼𝓸𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora