𝓕𝓾𝓮𝓰𝓸𝓼 𝓺𝓾𝓮 𝓐𝓻𝓭𝓮𝓷 𝔂 𝓓𝓮𝓼𝓮𝓸𝓼 𝓺𝓾𝓮 𝓢𝓮 𝓠𝓾𝓮𝓶𝓪𝓷

200 6 1
                                    

Narra Emily

Klaus, papá, Hayley y yo nos encontrábamos afuera con la bebé, donde Nik acababa de encender un fósforo para prender la hoguera cuando Rebekah salió corriendo para unirse.

- ¡Hey! ¡Miren lo que encontré! - La rubia gritó, y todos nos volvimos hacia ella, notando la cámara Polaroid que tenía en sus manos - Me pregunto si funcionará - preguntó mientras se acercaba. Klaus se dio la vuelta, poniendo sus manos en las caderas mientras fruncía el ceño molesto.

- Ah, maldición - murmuró el híbrido, causando que riera.

- ¡Vamos, hay que hacerlo! Hey, Nik, Hay que tomarnos una selfie - dijo la rubia mientras se detenía directamente frente al híbrido, provocando que papá se riera, sonriendo a su hermana.

- Si quieren yo puedo tomar la foto - ofrecí.

- No Emily, solo Klaus es capaz de tener a los hermanos en espacios confinados - se burló papá, provocando otra risa mientras Klaus quitaba la cámara de la mano de Rebekah.

- Como me alegra de haber viajado cientos de kilómetros para visitar a mi hermano enfermo mental, sólo para que me insulte en la cara - comentó sarcásticamente el híbrido. Puse los ojos en blanco, de pie junto a papá en su lado izquierdo. A su otro lado se encontraba Hayley con Hope en sus brazos. Junto a ella estaba Rebekah y, por último, Nik, quien tomaría la foto.

- ¡Deja de ser un bebé llorón y toma la foto! - le ordené, haciendo suspirar al híbrido mientras levantaba la cámara para capturar a los seis juntos. Todos miraron a la cámara sonriendo, incluyendo a Hope, cuya propia emoción incluso hizo que Klaus sonriera un poco. Cuando Klaus presionó el botón, la foto comenzó a revelarse inmediatamente.

- Deseo que siempre sea así - murmuró Rebekah mientras apoyaba su barbilla en el hombro de Nik, jugando con Hope mientras el bebé trataba de tomar la mano del original en la suya.

- Si los deseos fueran caballos - Elijah se alejó con un suspiro.

- Los mendigos cabalgarían - terminó Nik, suspirando con tristeza justo cuando la foto terminó de revelarse.

Todos contemplamos la fotografía con alegría, admirando la felicidad que se reflejaba claramente en nuestros rostros y la manera en que parecíamos una auténtica familia. Sin embargo, Klaus suspiró una vez más.

- ¿Entienden que tenemos que quemarla? Querían que pidiera un deseo para la familia, Rebekah. Desearía que no fuera así. Pero lo es - expresó Nik antes de entregarle la foto a Hayley - No podemos arriesgarnos a que caiga en las manos equivocadas - añadió mientras Hayley observaba la foto con una expresión de dolor. Con un suspiro, ella le dedicó un último vistazo antes de arrojarla a la hoguera.

- ¡No! Esto no está bien. Nos lo merecemos, lo hemos ganado - protestó Rebekah, mirándonos con evidente enojo y desaliento por su situación actual - y no dejaré que desaparezca. Sé qué hacer para detener a Esther - afirmó con determinación mientras papá se tensaba, sacudiendo la cabeza al anticipar lo que iba a decir.

- Rebekah, no... - comenzó a advertir el original, pero Rebekah lo interrumpió rápidamente.

- Voy a aceptar su trato - declaró la rubia con firmeza antes de que su expresión se torciera en un ceño amenazador - Y cuando lo haga, yo la destruiré. 

°°°♥°°°

Mientras los Mikaelson debatían sobre la propuesta de Rebekah, tomé la decisión de unirme a Hayley, quien estaba en el porche meciéndose con Hope en brazos. Tantas cosas habían ocurrido en tan poco tiempo que no había tenido la oportunidad de conectarme con ella.

𝓤𝓷 𝓵𝓪𝓽𝓲𝓻 𝓮𝓷 𝓶𝓲 𝓲𝓷𝓽𝓮𝓻𝓲𝓸𝓻 ~ 𝓝𝓲𝓴𝓵𝓪𝓾𝓼 𝓜𝓲𝓴𝓪𝓮𝓵𝓼𝓸𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora