𝓡𝓮𝓿𝓮𝓵𝓪𝓬𝓲𝓸𝓷𝓮𝓼 𝓐𝓶𝓪𝓻𝓰𝓪𝓼

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Narra Emily

- ¿Cuál crees que debería usar? - Rebekah preguntó. Me había invitado a la casa Salvatore con la intención de que nos "uniéramos" un poco más. Encogí los hombros, examinando cada vestido que lleva una chica obligada.

- Estoy pensando en verde o rojo. Ambos se verían geniales.

La apertura de la puerta principal captó nuestra atención. Salimos y vimos a Elena mirando a su alrededor. Rebekah sonrió alegremente a la doppelgänger, sosteniendo una botella de champán y copas.

- ¡Hola! ¿Qué tal? - Elena le dio a la Original una mirada extraña.

- ¿Me invitaste? ¿Para hablar?

- ¡Muy bien chicas, adelante! - Seis chicas con vestidos de fiesta entraron a la habitación con caras en blanco - Está bien, ahora giren por favor.

- ¿Las hipnotizaste para un propio desfile privado? - cuestionó Elena.

- Necesito un vestido para el baile. Entonces, ¿Qué opinas? Elige uno - insistió Rebekah. Elena se burló.

- No estoy aquí para ayudarte a comprar. Estoy aquí para hablar de por qué no quieres que despierte, Mikael - Rebekah corrió hacia una de las chicas, empujando su cabeza hacia un lado y colocando sus colmillos a solo centímetros del cuello de la chica.

- Dije que escojas uno, Elena - repitió.

- Elena solo elige uno - dije en un suspiro.

- El rojo - tartamudeó Elena mientras Rebekah alisaba el cabello de la chica asustada.

- Ya. No fue tan difícil, ¿verdad? Váyanse. Olviden todo.

Las chicas se fueron, y Rebekah tomó su copa de champán, me dio otra a mí y caminó hacia Elena.

- No me amenaces. Sabrás lo que yo quiera decirte. ¿Está claro? - Rebekah dijo con severidad. Elena tragó saliva y asintió.

Las tres subimos las escaleras, Rebekah abrió la puerta de Stefan con una sonrisa.

- "¿Qué divertido es esto no? - Sonrió. Elena parecía incómoda mientras Rebekah empezaba a revisar cajones.

- No deberíamos estar aquí... - murmuró la morena.

- ¡Por supuesto que deberíamos! Vamos, como si nunca hubieras querido fisgonear -Rebekah dijo, sosteniendo ropa interior de Stefan - Usa bóxer. Mucho ha cambiado desde los años veinte.

- ¿Vas a revisar toda la noche o vas a empezar a contarme la historia?

- Ah... en serio eres aburrida. ¿Qué quieres saber? - Rebekah habló mientras Elena entraba en la habitación.

- Bueno, Elijah dijo que su padre era un terrateniente en Europa. ¿Cómo terminaron ustedes aquí? - preguntó la doppelgänger mientras Rebekah continuaba revisando las cosas de Stefan.

- Mis padres acababan de formar una familia, cuando una plaga azotó su tierra natal. Perdieron a un hijo. Querían escapar y proteger a su futura familia de la misma suerte.

- Entonces, ¿Cómo terminaste aquí? - Elena repitió - Esta parte del mundo ni siquiera había sido descubierta todavía. Rebekah se rio entre dientes.

- No por lo de tus libros de historia. Pero mi madre conocía a la bruja Ayana, quien escuchó de los espíritus de una tierra mística donde todos estaban sanos... bendecidos por los dones de velocidad y fuerza. Eso trajo a mi familia aquí, donde vivíamos entre esa gente.

- ¿Los hombres lobo? - habló Elena después de un minuto. Mientras pensaba que era molesto cómo Elena hacía tantas preguntas y no solo escuchaba la historia.

𝓤𝓷 𝓵𝓪𝓽𝓲𝓻 𝓮𝓷 𝓶𝓲 𝓲𝓷𝓽𝓮𝓻𝓲𝓸𝓻 ~ 𝓝𝓲𝓴𝓵𝓪𝓾𝓼 𝓜𝓲𝓴𝓪𝓮𝓵𝓼𝓸𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora