𝓣𝓻𝓪𝓲𝓬𝓲𝓸𝓷𝓮𝓼 𝔂 𝓬𝓸𝓷𝓯𝓲𝓪𝓷𝔃𝓪

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Narra Jen

Desperté tomando una gran bocanada de aire tomándome el cuello, por un momento me sentí desorientada hasta que me di cuenta de que estaba en mi habitación.

Intenté levantarme para buscar a los demás, pero en ese momento, experimenté algo parecido a una visión, aunque solo veía oscuridad.

- ¿Hola? - grité, pero solo obtuve el eco de mi propia voz - ¿Hay alguien aquí?

- Hola Jen - dijo Emily emergiendo de la oscuridad.

- ¿Por qué estoy aquí? ¿No fue suficiente con romperme el cuello para irte y traicionarnos? - le reproché con molestia.

- ¿Me permitirías hablar? - preguntó con mal humor, y yo simplemente me quedé en silencio. - Necesito tu ayuda... - comenzó a decir, pero la interrumpí.

- ¿Y por qué crees que yo te ayudaría? ¡Literalmente rompiste mi cuello para traicionarnos! - le grité irritada.

- ¡Carajo! Déjame hablar - exclamó, sorprendiéndome por un momento. - Como decía, necesito que me ayudes con un hechizo.

- Te ayudare si me explicas por qué nos traicionaste.

- Está bien. La verdad es que no los estoy traicionando. Jamás haría algo que pusiera en riesgo la integridad de una bebé. Todo es parte de un plan - comenzó a explicar. - Cuando escuché lo de la profecía, sentí mucha ira hacia los Mikaelson porque me habían mentido todos estos años. Pero mentiría si te dijera que no me emocionó saber que estoy destinada a estar con Klaus. Sin embargo, sabía que si no apoyaba a Aya de alguna manera, llevaría a cabo su plan sin que lo supiéramos. Así que decidí crear esta mentira. Voy a simular que realmente estoy traicionando a los Mikaelson para descubrir el plan de Aya y arruinarlo. Pero para eso, necesito tu ayuda.

- ¿Y qué es lo que necesitas? - pregunté, accediendo a escuchar su plan.

- Necesito que me ayudes a llevar a cabo mi estrategia, pero primero, requiero tu asistencia con un hechizo algo complicado. Estoy segura de que Aya me obligará a realizarlo, y necesito que intervengas, ya que se trata de un hechizo de vinculación, específicamente un hechizo de lealtad.

- ¿Un hechizo de lealtad? - inquirí.

- Sí, este hechizo implica un pacto de sangre. En caso de traición por parte de alguno de los involucrados, el traidor se quemará de inmediato.

- ¿Y qué es lo que quieres que haga? - pregunté.

- Quiero que realices un contrahechizo para que la magia no surta efecto en mí, pero que parezca que sí, evitando así levantar sospechas y poder continuar con el plan.

- Pero no sé cómo hacerlo - expresé dudosa.

- Te enseñaré, pero debes actuar rápidamente y de manera sincronizada con el otro hechizo, o de lo contrario no funcionará - afirmó de manera seria - Este será el plan: te daré esta pulsera - dijo entregándome una pequeña pulsera - que enviará una señal inmediata cuando toque la mía - explicó mostrándome la suya y realizando una breve demostración - En cuanto recibas la señal, debes comenzar de inmediato con el hechizo, ya que, de lo contrario, perderá efecto.

- Yo no creo poder hacerlo. Es demasiada presión para mí, y aún estoy aprendiendo a manejar mi magia.

- Confío en ti y sé que lo lograrás, porque eres una bruja poderosa, aunque no lo creas - afirmó sonriendo - Y una última cosa, necesito otro favor - dijo antes de retirarse - Quiero que cuides de May. Ella me ha apoyado mucho en todo este tiempo sin juzgarme, y no quiero que le suceda nada por estar conmigo. Ya tiene suficiente con haberse convertido en vampiro por mi culpa - agregó, haciendo una mueca.

- No te preocupes, me encargaré de cuidarla y la ayudaré con su lado vampírico - respondí. Después de eso, me dirigió una mirada agradecida y desapareció en la oscuridad, dejándome sentir un poco desorientada por todo lo que acababa de ocurrir.

Lo primero que cruzó por mi mente fue el hechizo que debía realizar, como si lo hubiera conocido todo este tiempo. Miré hacia mi mano, donde se suponía que estaría la pulsera, y para mi sorpresa, estaba ahí. Decidí dirigirme a un lugar apartado para llevar a cabo el hechizo sin interrupciones, especialmente para evitar que los Mikaelson lo descubrieran, ya que cualquier percance podría arruinar todo el plan. Al llegar a mi destino, practiqué el hechizo mientras esperaba la señal, asegurándome de tener todo preparado para evitar errores cuando llegara el momento. Después de un tiempo de espera, finalmente recibí la señal. Comencé el hechizo de inmediato, nerviosa por la posibilidad de no lograrlo, pero al final, se realizó con éxito y sin contratiempos.

Terminado el hechizo, decidí regresar a la mansión Mikaelson para no levantar sospechas. Al ingresar al recinto, encontré a Elijah y Klaus sentados en la sala.

- ¿Dónde estabas? - preguntó Klaus al percatarse de mi presencia.

- Salí a despejarme un rato. ¿Acaso ya no puedo hacerlo? - le respondí mientras caminaba hacia el sofá para sentarme.

- De ahora en adelante, nadie podrá salir solo. Después de la traición de Emily, corremos peligro - advirtió Klaus, una medida que representaba un gran problema, ya que no podría ayudar a Emily sin ser descubierta. Estaba a punto de discutir sobre esta decisión cuando May apareció herida, caminando con dificultad hasta caer.

- May, ¿qué te pasó? - pregunté acercándome rápidamente para ayudarla, aunque sospechaba que esto formaba parte del plan de Emily.

- Emily me atacó - dijo May, apoyándose en mí para ponerse de pie.

- ¿Por qué lo haría? Eres su amiga - comentó Elijah acercándose a nosotras.

- No lo sé, ella perdió la razón. Después de salir de aquí, fuimos a un lugar extraño, y me pidió que la esperara afuera. Cuando salió, parecía haber apagado su humanidad de nuevo y comenzó a atacarme, diciendo que yo era solo un problema y que lo mejor era deshacerse de mí de inmediato. Así que escapé - relató May mientras la ayudaba a caminar hasta el sofá. - Temo no poder aguantar mucho más tiempo. Por favor, ayúdenme - añadió, mirándome directamente a los ojos, indicándome que esto formaba parte del plan - Ayúdame, Jen. Haré lo que sea.

- Está bien, puedes quedarte, pero no causes ningún problema - dijo Elijah.

- ¿En serio la vas a dejar quedarse? ¿Cómo podemos estar seguros de que no es una espía? - cuestionó Klaus molesto, pero Elijah simplemente lo ignoró.

- ¿Sabes dónde se encuentra el lugar al que fuiste con Emily? - preguntó Elijah.

- Claro, está en... - comenzó May a decir, pero no pudo terminar la oración - No lo recuerdo. Ella borró el recuerdo del lugar.

- Estupendo, ni siquiera recuerda dónde se esconde Emily. ¿Ya ves el problema, Elijah? Emily es una gran amenaza, y ni siquiera podemos saber dónde se encuentra ni qué planea - exclamó Klaus.

- Tranquilo hermano, así no lograras nada - dijo Elijah, pero Klaus lo ignoró y simplemente se fue, con Elijah detrás de él.

- ¿Y ahora? - preguntó May cuando nos quedamos solas.

- A continuar con el plan - respondí encogiéndome de hombros. 

𝓤𝓷 𝓵𝓪𝓽𝓲𝓻 𝓮𝓷 𝓶𝓲 𝓲𝓷𝓽𝓮𝓻𝓲𝓸𝓻 ~ 𝓝𝓲𝓴𝓵𝓪𝓾𝓼 𝓜𝓲𝓴𝓪𝓮𝓵𝓼𝓸𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora