𝓤𝓷 𝓵𝓪𝓽𝓲𝓻 𝓮𝓷 𝓶𝓲 𝓲𝓷𝓽𝓮𝓻𝓲𝓸𝓻 ~ 𝓝𝓲𝓴𝓵𝓪𝓾𝓼 𝓜𝓲𝓴𝓪𝓮𝓵𝓼𝓸𝓷

𝓐𝓽𝓪𝓭𝓾𝓻𝓪𝓼 𝔂 𝓓𝓮𝓬𝓲𝓼𝓲𝓸𝓷𝓮𝓼

Narra Emily

Después de un lapso de inconsciencia, y al abrir los ojos, fui recibida por una oleada de aromas familiares que me hicieron fruncir el ceño. Me encontraba en la sala de la casa, con las manos atadas a los tubos del sofá mediante cadenas. La humillación se sumó a la lista de emociones que ya había experimentado ese día.

- La princesa ha despertado - comentó Jen desde otro sofá - Estoy esperando tu disculpa por romperme el cuello.

Al analizar mi situación, intenté liberarme tirando fuertemente de las cadenas, pero el sofá era inusualmente resistente.

- El sofá y las cadenas están hechizados y diseñados especialmente para ti - escuche la voz de Elijah, de pie junto a una chimenea, vestido impecablemente con un traje gris. Ante su explicación, di un fuerte golpe en el suelo con mi pie, escuchando el crujido del concreto - Eso no es necesario, esta casa es una reliquia que se merece respeto.

- No puedo creer que tú estés de acuerdo con esto, "Padre" - repliqué con ironía, subrayando la palabra "padre" con desdén - Podré ser un animal salvaje pero no soy su propiedad para que me estén tratando así.

- Necesitamos hablar contigo - explicó Elijah, vi a Klaus sentado en un sillón individual con las manos unidas, observándome - Y para eso, tienes que estar tranquila; de lo contrario, solo estaremos perdiendo nuestro valioso tiempo.

- ¿Qué quieren para dejarme en paz de una maldita vez? - expresé con irritación. No podía mostrar amabilidad; mi mal genio estaba a flor de piel.

- Queremos que te quedes aquí y pelees con nosotros - comenzó a explicar Klaus.

- No lo sé... - murmuré - Sigo siendo la misma inútil que no quisieron aquí la última vez - Solté y Klaus me miró mal - ¿Por qué no te encargas tú? Después de todo, eres el poderoso híbrido original al que todos temen.

- Auch - musitó Jen, sonriente por la discusión, a lo que yo la miré mal.

- Jamás hemos dudado de tus capacidades Emily - prosiguió Elijah, intentando evitar más confrontaciones entre Klaus y yo - Los problemas que esta familia está enfrentando actualmente son muy graves, y tu ayuda podría ser muy conveniente para asegurar el bienestar de todos los miembros, incluyendo el de Hope, la hija de Klaus - No importaba como me sintiera respecto a la existencia de esa niña, no podía tomar un papel que la perjudicara.

- ¿Tan grave es la situación? - pregunté.

- No todavía -respondió Jen - Pero debemos estar preparados. Eres un valioso recurso que nuestros enemigos podrían usar en nuestra contra si te mantienes alejada. Era solo cuestión de tiempo antes de que alguien intentara extorsionarnos contigo. Aurora fue la primera en atreverse, pero puede que no sea la última.

- Miren a Jennifer, la traidora. Esto sí que me sorprende. Jamás pensé que tú, de todas las personas, estarías aquí ayudándolos. Pero ¿qué se puede esperar de ti si eres tan traicionera como ellos? - le dije con una mirada fija - Está bien - accedí, y Elijah sonrió. - Pero tengo una condición.

- ¿Cuál es? - preguntó.

- No quiero tener ningún tipo de contacto con Klaus a menos que sea necesario, ya tuve suficiente.

- Podemos intentar hacerlo posible... - murmuró Elijah después de un incómodo silencio.

- No, no podemos - discutió Klaus al ponerse de pie y acercarse a mí - Este plan tiene que estar bajo mi supervisión y...

- Así que sí piensas que soy una inútil y que no puedo hacer las cosas por mi cuenta - lo interrumpí y se molestó - Ya empiezo a entender como son las cosas Klaus.