𝓤𝓷 𝓵𝓪𝓽𝓲𝓻 𝓮𝓷 𝓶𝓲 𝓲𝓷𝓽𝓮𝓻𝓲𝓸𝓻 ~ 𝓝𝓲𝓴𝓵𝓪𝓾𝓼 𝓜𝓲𝓴𝓪𝓮𝓵𝓼𝓸𝓷

𝓔𝓷𝓽𝓻𝓮 𝓥𝓸𝓽𝓸𝓼 𝓭𝓮 𝓐𝓶𝓸𝓻 𝔂 𝓛á𝓰𝓻𝓲𝓶𝓪𝓼 𝓭𝓮 𝓓𝓮𝓼𝓹𝓮𝓭𝓲𝓭𝓪

Narra Emily

Me desperté un poco desorientada por el sonido del celular de Jen. Al parecer, nos habíamos quedado dormidas en el muelle, pero me di cuenta demasiado tarde. Al intentar despertarla para que contestara su teléfono, le di un empujón un poco brusco, lo que provocó que ella cayera al agua y se despertara de inmediato.

- ¡¿Qué carajos pasa contigo?! ¡¿Era necesario despertarme así?! ¡el agua esta helada, animal! - exclamó molesta mientras subía de nuevo al muelle y me tiraba al agua.

- ¿Qué te sucede, loca? Si me hubieras dejado hablar, te habrías dado cuenta de que fue un accidente. Solo quería despertarte porque tu celular no paraba de sonar - le dije molesta mientras salía del agua, pero ella se alejó un poco para contestar y evitar que la tirara de nuevo - ¡Vuelve aquí! Todavía no he terminado contigo - le grité, pero ella simplemente levantó la mano, arrojándome de nuevo al agua y mostrándome su dedo medio. No pude escuchar mucho de su conversación hasta que Jen regresó, animada, y me dijo que era hora de regresar.

- A veces tus cambios de humor me preocupan. Deberías ir al psiquiatra - comenté burlona.

- ¿Para qué? Si ya me voy a morir - respondió de la misma manera.

- Que grosera eres - le reproché mientras subía a la camioneta por el lado del conductor. 

°°°♥°°°

Cuando llegamos al recinto, todo estaba decorado con flores blancas y un camino de pétalos que conducía a un arco adornado de la misma manera.

- ¿Qué es todo esto? - pregunté sorprendida a Jen.

- ¡Sorpresa! - respondió ella.

- Eso no responde mi pregunta - dije aún confundida.

- ¿No es obvio? Es tu boda, idiota - respondió, pero yo seguía en shock. - No hay tiempo para explicaciones, aún tenemos que arreglarnos - dijo, arrastrándome con ella hasta mi habitación. Jen pasó el resto del día arreglándonos y cuando terminó, me ayudó a ponerme el vestido.

- Si no es demasiado atrevido, podría acompañarte para entregarte - sugirió Jen.

- ¿Y yo puedo decir algo al respecto? - intervino mi padre, captando nuestra atención.

- Llegas tarde - dijo Jen un poco burlona.

- Lo justo y necesario - respondió él, acercándose a mí. - ¿Podemos hablar en privado? - me preguntó, y dirigí una mirada a Jen para que nos dejaran solos.

- ¿Qué es lo que quieres hablar? - le pregunté.

- Quiero disculparme contigo. La forma en que te traté ayer no fue adecuada de mi parte. Tú no tenías la culpa de lo que estaba pasando y nunca te agradecí por salvar mi alma en el colgante y arriesgarte para revivirme.

- Me lastimaste. Dijiste que te marcharías sin importar cómo me sintiera al respecto. ¿Crees que una simple disculpa arreglará eso? No es tan simple. ¿Aún planeas irte?...

- Sí, aunque no de manera permanente. Creo que es mejor que me aleje por un tiempo, al menos hasta sanar de todo esto y estar en un mejor lugar para disfrutar de la familia y continuar con el "siempre y para siempre" sin ninguna presión o remordimiento.

- Está bien, entiendo que necesitas sanar. Creo que todos necesitamos hacerlo. Pero quiero pedirte una cosa...

- ¿Qué es? - preguntó él.

- ¿Prometes volver a mí? Prométeme que, a pesar de todo, no te alejarás para siempre y que regresarás conmigo.

- Siempre princesa, prometo que al final volveré a ti siempre - dijo, abrazándome. - ¿Estás lista? - preguntó, separándose de mí para ofrecerme su brazo.