𝓔𝓷𝓽𝓻𝓮 𝓵𝓪 𝓔𝓼𝓹𝓪𝓭𝓪 𝔂 𝓵𝓪 𝓟𝓪𝓻𝓮𝓭

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Narra Emily

Contemplé la carretera ante mí con la mente en blanco, mientras estaba sentada junto a Klaus en la parte delantera de la furgoneta. Rebekah estaba detrás, acompañada por un Stefan inconsciente. Por los gritos de dolor de Stefan, podía inferir que la rubia original le estaba haciendo pagar por romperle el corazón y engañar a su hermano.

Después de la discusión en el almacén y de que Klaus me dejara inconsciente, desperté con un fuerte dolor de cabeza y a Klaus negándose a hablar conmigo debido a mi "traición". Después de los tres meses que compartimos, durante los besos que intercambiamos, ambos sabíamos que el vínculo entre nosotros se había fortalecido, lo que hacía que esta situación fuera aún más dolorosa.

- ¿A dónde vamos Klaus? - p pregunté con la mandíbula apretada. Habíamos abandonado Chicago rápidamente, y el híbrido se negaba a revelar nuestro destino. Klaus simplemente me ignoró.

Mientras conducía por el puente de Wickery, mi cabeza se dirigió hacia Klaus y el color se me iba de la cara, sabiendo que él ahora sabía la razón por la que le había estado mintiendo los últimos meses.

- Bienvenida de nuevo a Mystic Falls, amor - se burló el híbrido, con una sonrisa retorcida en su rostro. Mientras Klaus se detiene fuera del Mystic Grill, su miraba se dirigía hacia mí con una fuerte mirada en su cara - Quédate con Rebekah - exigió antes de salir de la camioneta, Mientras cerraba de golpe la puerta del auto al bajar, la vampira se puso de repente delante de mí, forzándome a entrar por la puerta del lado del pasajero.

- Rebekah, por favor - supliqué, con una expresión de desesperación en el rostro. Klaus ya me odiaba, no necesitaba que Rebekah me odiara también. Ella suspiro tristemente al retroceder.

- Ve - dijo, desconcertándome.

- ¿Qué? - pregunté mientras miraba a su alrededor, asegurándome de que el híbrido no estuviera cerca.

- Eres la primera amiga real que he tenido en mil años, y aunque no me guste que hayas traicionado a mi hermano, entiendo por qué lo hiciste - dijo Rebekah con sinceridad, notando las lágrimas en mis ojos.

- Me odia Bex - sollocé en silencio, pasándome una mano por la cara. La original me miró con preocupación.

- Lo superará, significas demasiado para él - dijo mientras me abrazaba - Ahora vete, salva a tus amigas antes de que se dé cuenta de que te he dejado marchar - agregó Rebekah, empujándome ligeramente. Le sonreí agradecida, esperando que sus palabras sobre que Klaus no me odiara fueran ciertas.

Corrí por la ciudad hasta la casa en donde vivían mis amigas, pero la encontré completamente vacía. Después de tirar uno de los adornos a la pared con frustración. Recordé la llamada telefónica con Maya y me di cuenta de que era la Noche de las Bromas de los Mayores; todos estarían en la escuela. Sin perder tiempo, me dirigí al instituto.

Mientras corría por las puertas de Mystic Falls High, encontré a mi mejor amiga con Elena en el pasillo, lo que provocó una pequeña sonrisa de alivio al darme cuenta de que Klaus aún no la había encontrado. Debía sacar a Jen y a Maya de allí antes de que el caos desatado por la doppelgänger comenzara.

- ¡Jen! - grite mientras corría por el pasillo, deteniéndome frente a la doble y mi amiga que me miraba confundida.

- ¿Emy? ¿Qué estás haciendo?

- No hay tiempo, todos tenemos que salir de aquí ahora - insistí mientras tomaba los brazos de Jen y Elena, arrastrándolas por el pasillo en busca de Maya. Las dos permitieron que lo hiciera después de notar mi expresión de angustia.

𝓤𝓷 𝓵𝓪𝓽𝓲𝓻 𝓮𝓷 𝓶𝓲 𝓲𝓷𝓽𝓮𝓻𝓲𝓸𝓻 ~ 𝓝𝓲𝓴𝓵𝓪𝓾𝓼 𝓜𝓲𝓴𝓪𝓮𝓵𝓼𝓸𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora