"La debilidad del Coronel"
JiminMe siento nervioso, las manos me tiemblan y siento la necesidad de detenerlo, pero sé que no puedo hacer nada, porque él solo está intentando mantenernos a salvo, tanto el coronel como el capitán se están preparando para volver a salir del búnker, ambos dijeron que saldrían rumbo a la ciudad donde vive el científico que necesitan encontrar y aprovechando verán si encuentran más proviciones, realmente estamos teniendo solo una comida al día, en la mañana y en la noche solo tomamos algo líquido, sea café o incluso agua, las cosas se están poniendo muy feas realmente y aunque el coronel no me dice nada de eso, se que es así, lo puedo ver.
Entro en la habitación donde él se está colocando el uniforme y me acerco haciendo que se gire, lo ayudo a acomodar el suéter de militar, ya que hoy no usará la camisa, porque la mojé ayer queriendo lavarla, pero solo lo arruine pues no hay sol aquí dentro.
—Perdoneme por mojar el uniforme, no volverá a suceder—. Me excuso y él levanta una ceja.
—¿Cómo que no?, tienes que lavar mi ropa, sino quién.
—Pues usted, ni que fuera manco, ayer me grito porque la mojé y yo masoquista no soy.
Él se alza de hombros y me envuelve en sus brazos, me eleva en el aire y apega mi cuerpo contra la puerta dejándome sin escapatoria.
—Por una mierda, tengo que salir al exterior, no sé si regrese hoy mismo, no te desveles y no llores, no es la primera vez que paso por cosas así, tengo entrenamiento y se cómo defenderme, pero cuando regrese juro por mi que voy a follarte por encima de quién sea—. Musita.
Aprisiono mi labio inferior en medio de mis dientes y él gruñe observando mi actuar, me sostiene de la barbilla y dirige dos de sus dedos a mi boca y no dudo al momento de abrirla permitiendo que los introduzca, paso mi lengua por la extensión de ambos dígitos y después me muevo hacia adelante haciendo que entren más profundo en el interior de mi boca.
—Diablos, tú no eras así, ¿Por qué haces esto justo ahora que tengo que irme?, me pones tan malditamente duro, joder.
—Yo tampoco lo sé, es solo que me siento tan lujurioso cuando estoy así con usted, es. Vergonzoso decirlo, pero me gusta, se siente bien—. Declaro.
Me siento tan avergonzado, tan expuesto, como si él pudiera decifrar como me siento cuando estoy así, sintiendo la dura erección debajo de mis nalgas y es que hace tiempo empecé a querer sentirla sin tela de por medio, de una forma más íntima, quiero que él y yo seamos uno, que me haga lo que él quiera, pero que me haga sentir que soy suyo, y que él también es mío, pero siento que pedir eso sería caer muy bajo.
Sus ojos negros me miran de forma intimidante, pero ya no temo, me gusta la oscuridad que hay en sus ojos, sostengo su rostro en medio de mis manos y estampó mis labios contra los suyos, sin moverlos solo dejándolo así en ese roce que siento tan importante y real.
—Ya tengo que salir—. Avisa dejándome en el suelo nuevamente.
No sé cuándo pasamos de decirnos maldiciones a besarnos así, a abrazarnos a dormir en la misma cama, ni siquiera sé cuando empecé a sentir cosas tan estúpidas, pero no me molesta, me siento bien con ello.
—Vaya con cuidado y regrese pronto—. Pido y él asiente con la cabeza.
—Por cierto, ¿hay algo que necesites o te haga falta?, no es la mejor situación, pero intentaré conseguirlo.
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PANDEMIC +21 (Corrigiendo)
Novela JuvenilTras la absurda decisión del gobierno de aislar la ciudad de Busan de las demás ciudades de Corea del Sur con el propósito de experimentar con los ciudadanos, El Coronel Jeon Jungkook se ve obligado a convivir y relacionarse con gente que dice odiar...