37: Es lo ultimo que haria 🩵

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Iván
Cargué a mi ahijada, bueno futura ahijada e hice a un lado a Vanessa, lo único que quería era no tenerla cerquita en ese momento.

—Amiga— La abrazo Yuri —Te miras hermosa— Me encantaría decírselo prima, pensé.

—Gracias, tú te miras aún más bonita— Sentí un escalofrío enorme invadir todo mi cuerpo, hacia mucho tiempo que no escuchaba su voz, se quedó marcada en mi cabeza durante algunos segundos —Y ya empezara esto— Se puso a un lado de Yuri dándome la espalda, pero pues no me molesta, que vista tan bonita tenía.

—Si ya, el sacerdote ya andaba llegando— Contestó mi prima.

—Donde esta mi ahijada pues— Pregunto.

—La trae el padrino— Me señaló con la mirada, ella aún no se volteaba.

—Donde— Se giro y me miro directo a los ojos, juro que fueron dos segundos, dos putos segundos se me quedo viendo, después se acercó, mi corazón comenzó a acelerarse, por un momento creí que me diría algo —Estás tan bonita mi niña— Miro a la pequeña, yo no encontraba que hacer, no sabía si ponerla en el suelo o dársela, extendió sus brazos y entonces se la pase, la tuve tan cerca, pero tan cerca que el olor de su perfume se me quedó impregnado, toda ella pues, su presencia me hizo acordarme de todo —Esta enorme ya— Se dio la vuelta y volvió a Yuri, yo me quede como idiota mirándola.

—Quería esperarte amiga— Justo en la indirecta.

—Gracias por hacerlo, de verdad significa mucho para mi que hayas decididó esperar— Suspiro.

Me di la vuelta y respiré hondo, no pudo haber dejado más en claro la INDIRECTA, el Alfredo y el Edgar estaban a risa y risa mientras me miraban, pinches weyes, la neta no me estaba aguantando. Pero bueno, tenía que; minutos después comenzó la ceremonia, no duró ni una hora, en caliente se hizo todo el rollo ese, hubo momentos en que teníamos que cargar a la ahijada los dos, aunque por dentro estaba gritando de felicidad por tenerla cerca, no quería delatarme, me mantuve serio todo el tiempo, aunque eso sí, no podía quitarle los ojos de encima, Vanessa estaba emputadisima pero no me importo. Ya que se término camine hacia la salida, tengo que hacer unas cosas en el rancho de mi apá, ademas aún falta rato para que inicie la fiesta así que me da tiempo, bueno nos da porque mis carnales también van.

—Papi— Se acercó Maria a mi, aún estábamos saliendo de la iglesia.

—Mi princesa— La cargué —Te miras bien hermosa mi vida— Bese su mejilla.

—Gracias papi, mi mami también— Señaló a Alejandra, estaba casi frente a mi, esperando a Maria y si que se veía hermosa, un chingo.

—Irás con tu papá amor— Se acercó.

—¿Como?— La mire.

—No mami, quiero ir con mi prima— La puse sobre el suelo, todo pendejo, pensé que me decía a mi.

—Bueno, vámonos pues— Tomo su mano.

—Alejandra— Hable, por fin hablé, no contestó nada, nomás me miro —Necesitamos hablar—

—Lo se, adelante si es que puedes hablarlo aquí— Levantó la mirada.

—Ahorita ahorita no puedo, tengo que ir a hacer unas cosas al rancho, pero puede ser en la fiesta— Pregunté.

—Claro— Se dio la vuelta, no dijo nada más, puta madre, me caló machín que no dijera algo más, es como si tuviera que sacarle las putas palabras de la boca, antes tenia que callarla a besos y ahora, valió verga. Y luego también a mi como se me ocurre, le dije que habláramos y después que no podía, es que me pone tan pendejo que no pienso pues. Ni pedo, ya será más tarde, después de que se fuera me subí a mi camioneta junto al Alfredo y tome camino al rancho de mi apá, no tengo idea de qué hay que hacer, nomás dijo que había cosas que arreglar, Vanessa se quedo allá en Culiacan, con una amiga según. Llegamos luego de unos cuarenta minutos, mi viejo ya estaba ahí y también el padre de Alejandra.

" Si, si eres tú " / IAGSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora