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Maratón 3/3
Alejandra
—Que pasa— Lo mire.

—Desde hace mucho no estoy con ella— Se sentó.

—A mi no me interesa saber eso— Me levante de la cama.

—Chula...— Se levantó detrás de mi —Hey— Me tomo del brazo.

—Dime—

—No te molestes pues— Me tomo de la cintura.

—Entonces pa que estás diciendo eso, a mi no me interesa saber si has estado o no con ella— Sonreí a medias.

—Ya no hablaré más pues, vamos a dormir ahora si, mañana hay que levantarnos bien temprano— Acaricio mi mejilla.

—Está bien—

Iván camino de regreso a la cama y se acosto, yo tome la cobija del suelo e igual me acosté, me abrazo por la espalda y dormí tan a gusto, olvide por completo que no estamos juntos, me sentía tan bien que dormi demasiado, hace tanto que no descansaba así de excelente.

Horas mas tarde
Me desperté como a las 8 am, Iván no estaba ahí ya pero no me preocupe, no quería preocuparme después de lo qué pasó anoche. Me levante de la cama y entre directo a la ducha, me tome mi tiempo bañándome, ya que salí me puse unos jeans de mezclilla, una camisa de seda negra y unos tenis igual negros, me maquille bien simple, nada más corrector, rímel, blush y gloss, por último cepille mi cabello y luego baje a la sala, Iván estaba sentado en el comedor tomando algo.

—Buen día— Abrí el refrigerador.

—Buenos días— Me miro —¿A que hora nos vamos a ir?—

—Pues ya nada más que los plebes se despierten— Me di la vuelta y lo mire —Que estás tomando— Pregunté.

—Cafecito ¿quieres?— Me extendió su vaso.

—En ese vaso no se toma café Iván, pero si— Lo tome.

—Entonces— Me agarró de la cintura y me puso sobre la isla.

—El café sabe más bueno en tacitas pues, ahí había— Le tome.

—Sabes que está más bueno— Me miro a los ojos.

—Mh—

—Usted pues— Se acercó a mi, quedó a dos centímetros de mis labios nomas.

—Buenos días— Carraspeó la garganta Alfredo, me baje en chinga de la isla y le tome al vaso de Iván.

—Buen día carnal— Le respondió Iván.

—Fuga o que—

—Pues vámonos, si quieren comemos algo en el camino— Hablé.

—Si porque la neta yo tengo un chingo de hambre— Me miro Iván.

Fui por mi bolsa en lo que los plebes salían, le encargué todo al toro y luego me subí a la camioneta, vitaminas se llevaría el camión, espero no haya ningún inconveniente. Saliendo de la ciudad compramos algo de comer y fue lo único en todo el camino, ya no me pude dormir nada, el Alfredo y la Eloísa si, de verdad que no se como, ayer nos acostamos demasiado temprano. Intercambiamos el volante como unas dos veces el Iván y yo, por primera vez no estábamos peleando, creo que lo de ayer era muy necesario para estar bien, espero.

Horas después
Llegamos a Culiacán como a las 7pm, afortunadamente no pasó nada con el cargamento, llegó sano y salvo, de ahí tomamos camino al rancho del padre de Iván, que quedaba como a tres, cuatro horas de ahi, yo ya no sentía nada, estaba demás de cansada. Ya que llegamos la Eloísa y el Alfredo se bajaron primero y entraron a la casa, luego me baje yo, Iván vino detrás de mi.

" Si, si eres tú " / IAGSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora