49: No pienso dejarte ir 🤍

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Iván
—Hay vengo— Me levante de la silla para salir del antro, quería ver si alcanzaba a Alejandra aún.

—Wey ya— Me detuvo Alfredo —Ya déjate de mamadas, que no la vez que ya está bien , no vayas a querer cagarla otra vez— Habló molesto.

—No lo haré—

Me solté de el y salí del lugar, apenas iba a subirse a su camioneta.

—Alejandra— Hable —Puedo...puedo llevarte a tu casa— Se detuvo.

—No te preocupes, vengo en mi camioneta— Se dio la vuelta —Creo que puedo llegar sola— Sonrió.

—Ah, es verdad— Reí —No quieres ir a cenar algo— Pregunté.

—Cene con los niños hace un rato, no traigo nada de hambre la verdad, pero muchas gracias por invitarme— Sonrió de nuevo.

—Y si vamos por...—

—Creo que es mejor que regreses— Me interrumpió —No tardan en ser las doce, para que puedas empezar con tu fiesta— Abrió la puerta de su camioneta —Nos vemos después Iván—

Me dio una mirada más y luego se fue, esto me está doliendo más de lo que pensé, me duele bien cabron. Camine de regreso al antro, el personal ya estaba acomodando todo, se miraba chilo, pa mi despedida de soltero falsa, entre al privado donde estaban los plebes y me aventé bufando a la silla.

—Le dijiste— Me sonrió emocionado Ovidio.

—No wey— Di un largo suspiro —Me tiro al lion pa todo lo que le dije—

—Yo les dije— Se levantó Alfredo —Les dije que esto no era buena idea, le tenias que hablar claro Iván, tenias que decirle que cancelaste tu boda— Bufo.

—Es que... es que ella se mira tan tranquila, como si yo ya no le importara— Sonreí a medias.

—Bien sabes que eso es mentira, pero ahora por hacerte pendejo vamos a tener que celebrar una despedida de soltero falsa y ni modo— Me miro burlón —Levántense de ahí, vamos a ver a quien invitamos a esta chingadera—

Le hicimos caso a Alfredo y salimos del lugar en lo que terminaban de arreglarlo, los plebes no se a quien fueron a invitar, yo nomas les eche una llamada a los Zambada y a los carnales de la Alejandra y después fui a darme un baño. Ya que termine de alistarme regrese al antro, ya estaban todos los plebes ahí, mis carnales, otros weyes, los que quiero que sean mis cuñados otra vez y los hijos de Don Mayo.

Horas más tarde
La neta ya me sentía muy tomado y apenas eran las cuatro de la mañana, quería agarrar valor pa ir a decirle a Alejandra que siempre no me caso, que la amo y siempre será así pero no agarraba el suficiente, me doy un chingo de lastima y vergüenza después de todo lo qué pasó.

—Todo bien wey— Me abrazo por los hombros el Luis Fernando —Como que te miro aguitadon—

—La extraño un putal— Sonreí a medias.

—A quien wey— Pregunto.

—A tu hermana— Le tome a mi vaso.

—A cabron— Me miro extrañado —Ya ni la chingas Iván, te casas mañana wey— Rio —Pero sabes que, ve por ella, yo sé que la sigues amando, que te valga madre ve y búscala porque ella también te ama— Hablo pedo.

" Si, si eres tú " / IAGSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora