50: Nunca me cansare de pedir perdón 🪐

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Ivan
Y ahora no se que pasará... ella no dice nada y yo estoy temblando, siento que el aire se me va, siento que me desmayaré; cerré mis ojos un poco y traté de controlarme, ella aún seguía sin decir nada, el silencio se estaba volviendo muy incómodo.

—Quiero ser tu esposa por tercera vez Ivan— Abrí mis ojos y la mire, estaba sonriéndome, la mire sonriendo después tanto.

—De, de verdad quieres serlo— Hablé con la voz temblorosa.

—Quiero serlo Iván, quiero ser tu esposa por tercera vez y todas las veces que me lo pidas, te prometí amarte siempre y lo cumpliré— Me sonrió delicadamente, yo tome su mano con mucho cuidado y le coloqué el anillo, luego me puse de pie y la mire directo a los ojos.

—Te amo Alejandra, te amo como no puedes imaginarlo, siempre estaré agradecido contigo por aceptarme, por aceptarme siempre sin importar todo lo que he echo y todo lo que te he echo pasar a ti— Tome su cintura y la acerqué lo más que pude a mi —Te amo mi chula—

Rompí esos pocos centímetros que nos separaban y la bese, la bese con el deseo más grande que jamás pude haber sentido, la bese como si fuera la primera y la última vez que lo haría, sentía la necesidad de hacerlo, ella me correspondía de la misma manera y eso me provocaba no querer despegarme de sus labios, quería hacerla mía en ese instante. Quería disfrutar y poder recordar este momento todo lo que me queda de vida porque esta es mi última oportunidad.

—Te extrañe— Me miro a los ojos.

—Yo mucho mas a ti Alejandra— Le di un pico —Lo siento, perdóname otra vez por todo lo qué pasó— Bufé —Se que sigo siendo un idiota pero te amo, te amo y no puedo vivir sin ti—

—Hay que olvidarnos de todo mi rey, hay que dejar todo eso de lado, solo quiero que por fin podamos ser felices sin importar nada, sin que nada nos importe ya, solo...solo quiero que estemos bien— Me sonrió nuevamente —Quieres pasar— Miro hacia la puerta mientras disimulaba que limpiaba sus lágrimas.

—Por supuesto que si— Sonreí.

Tomo mi mano y me llevo hasta adentro de la casa, me sentía extraño, ha pasado tanto tiempo que me sentía nervioso estando a su lado. Me senté a un lado de ella en el sillón y me le quede mirando directo a los ojos.

—¿Todo bien?— Se recargo en mi hombro.

—Me siento extraño— Reí —Siento como si te hubiera pedido ser mi novia por primera vez, me siento bien nervioso, todo salió como esperaba y se siente diferente— Sonreí.

—También me siento así Iván— Soltó una pequeña risita.

—Pero sabes algo, ahorita que te bese me di cuenta de que sigues siendo la mujer de la que estaré enamorado toda toda mi vida— La tome de la cintura y la puse a horcajadas sobre mi, puta madre hacía mucho tiempo que no la sentía.

—No crees que vas muy rápido— Se sonrojo.

—Lo siento— La puse regreso en el sillón —Creo que si voy muy rápido, pero ya tenemos dos plebes— Reí —Puedo pedirte algo— Pregunté.

—Dime corazón— Entrelazo nuestras manos.

—¿Puedo quedarme hoy aquí?— Pregunté nervioso.

" Si, si eres tú " / IAGSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora