El amor es el sentimiento más grande que una persona puede experimentar, pero para Jungkook esa palabra es la mentira más grande del mundo, ya que para él, el amor no existe, por lo que solo piensa en divertirse y jugar, darse un festín con cualqui...
Taehyung no dijo nada, sus ojitos brillaron, se imaginó de todo, pensó que Jungkook se iba a lanzar a besarlo en aquel lugar, pero nunca que le iba a proponer tener una cita.
-¿Como debo tomar ese silencio?. -Jungkook estaba ansioso por una respuesta.
-Yo..- Taehyung no estaba seguro de aceptar, Jungkook era un turista, muy pronto se irá, a parte era un chico muy coqueto y conquistador, seguro el debe tener citas con cualquiera pensó, -no puedo, tengo trabajo.
Jungkook abrió la botella de vino y las sirvió en pequeñas copas -¿brindamos?
-¿Y porque brindaríamos?
-Se me ocurre tantas cosas, pero lo haremos por que fue una casualidad muy linda coincidir contigo esta noche y porque en unas horas tendremos una cita.
Taehyung brindó con Jungkook y le regaló una gran sonrisa, -mejor brindemos porque esta será la última vez que nos veremos, porque ya te dije que tengo trabajo y no tengo tiempo para citas.
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-No bonito claro que no será la última vez, a parte tu trabajo es en las noches en ese casino,- Jungkook rodó sus ojos, odiaba pensar que Taehyung se acuesta con los clientes en ese famoso último piso, -podemos tener una cita en el día, y como esta es tu ciudad, puedes ser mi guía turístico.
-Tengo 2 trabajos, en la mañana soy modelo, y en la noche trabajo en el casino, lo siento pero no tengo tiempo para citas, además debo hacer unas fotos para una marca que me contrató, pensaba hacerlas en el casino, pero Yoongi me castigó por tu culpa.
-¿Yoongi?¿quien es Yoongi?
-Mi jefe, me castigó porque nos encontró en ese ascensor, ya no me deja tomarme fotos en su casino, ahora debo pensar en que lugar hacer mis fotos, solo me queda el domingo para hacerlas y el lunes entregarlas, pero para mi mala suerte hoy ya es domingo, no falta nada para que amanezca. Y para completar mi mala suerte mi fotógrafo no trabaja los domingos.
Jungkook se acercó sutilmente a tomar sus mejillas, ese puchero que Taehyung hacía cuando se quejaba era demasiado tierno y lindo.
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