El amor es el sentimiento más grande que una persona puede experimentar, pero para Jungkook esa palabra es la mentira más grande del mundo, ya que para él, el amor no existe, por lo que solo piensa en divertirse y jugar, darse un festín con cualqui...
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Jungkook regresó a la cabaña, al entrar se encontró con Jimin, los dos se miraron pero Jimin fue el primero en hablar.
-Preparé la cena, ¿me acompañas?
-¿No tiene flores ni velas como la anterior vez?
-No, -le sonrió.
Jungkook se acercó a la mesa, y comió junto a su amigo, conversaron y rieron mientras Jimin le mostraba los mensajes de Hoseok en donde le gritaba por no responderle a Eunwoo.
-Yo amo a Hobi, te lo juro, pero a veces es tan pesado.
-Es que tú también te pasas, que te cuesta responderle las llamadas a tu esposo, pobre, debe estar como loco sin ti.
El pequeño rubio movió su mano, quitándole importancia al asunto, -equis, más noche o mañana le llamó.
-Te deseo suerte, porque si yo fuera él, te mando al demonio por no responderme el maldito teléfono y te pido el divorcio.
Jimin soltó una carcajada. -Eunwoo me ama, tu no te preocupes, con unas cuantas palabritas se le quita todo el enojo.
-Pues si, supongo que el amor es lo que le hace a Eunwoo ser tan idiota ¿tu crees que sepa que yo tampoco estoy en Corea?
-No, pero si lo supiera, te apuesto que no pensaría que estamos juntos.
Jungkook le sonrió y se levantó de la mesa, -llámalo ahora, yo iré a darle su comida a mi pequeñito y luego dormiré en la cama, tu usa el sofá y ten una apasionada charla con tu esposo.
-Espera. -Jimin lo tomó de la mano, -lo de Eunwoo puede esperar, estaba pensando que tú y yo... -Llevó sus manos a la camisa del azabache y empezó abrir sus botones, -podemos divertirnos un rato en la cama, antes de que duermas.
Jungkook sintió las manos del rubio tocar su piel , Jimin era muy sexy y coqueto y eso siempre le encantó de él, pero de un tiempo acá, esos besos y caricias ya no eran lo mismo, ya no se sentían igual.
-Jimin, ahora no, estoy cansando, -se alejó.
-¿Cansado? ¿de que? si con ese niño a lo mucho llegas a besitos, -se acercó y pasó sus manos por el cuello de su amigo en un intento de besarlo.
-Te dije que no, -se alejó nuevamente, -si estoy cansando, tener novio no a sido fácil, gasto todas mis energías en él, estoy cansando punto.
-Te das cuenta que ya van varias veces que me rechazas, tú ya no eres el mismo de siempre.
-Si lo soy, -gritó.
-No, no lo eres, desde que ese niño apareció has cambiado, nada es igual, tus besos ya no son igual, hasta me rechazas, y tú nunca me has rechazado por nadie.
