El amor es el sentimiento más grande que una persona puede experimentar, pero para Jungkook esa palabra es la mentira más grande del mundo, ya que para él, el amor no existe, por lo que solo piensa en divertirse y jugar, darse un festín con cualqui...
–Seguridad –gritó Yoongi al ver que no podía quitarse a Jimin de encima –quítenme esta pequeña oruga ya.
–Jimin maldita sea, mi nombre es Jimin –dio un par de golpes más sobre el cuerpo del pelinegro, los de seguridad lo tomaron de la cintura y lo hicieron a un lado.
–¿Qué hacemos con el jefe? –preguntaba uno de los hombres.
–Suéltame maldito rinoceronte, ¿tan poco hombre eres que necesitas que te defiendan Yoongi?, dile que me suelte.
Yoongi retomó su postura y arregló su ropa, no prestando atención a las palabras del pequeño rubio.–¿Me prometes que si te suelta, no te vas a lanzar a golpearme?, si quieres decirme algo, hablemos como la gente y no a golpes.
–Si, si –habló, –te lo prometo.
Yoongi le hizo una señal a su empleado y este soltó al pequeño rubio, luego hizo una pequeña reverencia ante su jefe y se marchó.
–Mira Jimin –habló Yoongi muy relajado. –Olvidemos este incidente, más noche te veo en la fiesta.
–No pienso venir –le respondió bajito. –No me interesa tu maldita fiesta, lo único que quiero es largarme de aquí.
Yoongi miró al rubio sentarse en el suelo, llevar sus manos a su rostro y llorar desconsoladamente, no entendía porque si hace un rato estaba teniendo sexo con la persona que quiere ahora esta así.
-Es mi culpa- habló Jimin y miró directamente a Yoongi, -toda esta mierda es mi culpa, yo le dije que viniéramos a este lugar, yo lo traje y lo perdí.
–¿De que hablas? –se agachó a su altura.
–No te importa y tampoco lo entenderías.
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Jungkook estaba desesperado por hablar con Taehyung, luego de la discusión que tuvo con Jimin tenía miedo que su amigo le cuente todo, y el no podía permitir que eso pase.
Por lo que luego de darle muchas vueltas al asunto, decidió que el debía contarle todo, ya que nadie más que él debía decirle la verdad, así talvez lo perdone. Por lo que tomó su teléfono y busco rápidamente el número de su novio, sin perder tiempo lo llamó, esperó unos segundos y escuchó la hermosa voz de Taehyung.
–Bonito –habló. –Perdón por molestarte, pero no pude aguantar y vine a tu trabajo, estoy en el quinto piso, ¿podemos hablar?
–Hola –le respondió, su voz era muy cortante, –sube al decimo piso, te veo ahí en 5 minutos.
Jungkook iba a responderle, pero escuchó que la llamada se cortó, Taehyung le había colgado sin decirle adiós, ni dejarlo despedirse.
No le dio importancia a eso, caminó a pasó rápido hasta el ascensor y se dirigió hacia el décimo piso, al llegar ahí no tuvo problemas para ingresar como se imaginó, ya que siempre escuchó que ahí no podía entrar cualquiera.
