La prostituta de la calle 224

XXVII

Estándar racista

En casa de Stark, los dos caballeros y la niña cenaban tranquilamente. Por curiosidad, luego de todo lo dicho decidió empezar una conversación con el invitado.

- No es tu culpa lo que pasó. Pero los muchachos son muy inteligentes y soberbios... así que su instinto les dice que preguntas hacer... - dijo el castaño

- Sí ya sé. Y entiendo la molestia de Byakuya... pero que él también espero me comprenda... yo confíe en Ishida... Hace meses yo también empecé con mis preparativos... incluso planeé la venta de mi pequeña casa... y ahora no sé que hacer... - dijo el pelirrojo

- Solo piensa en tus prioridades. Puedes casarte con la señorita Kuchiki... dejarla con Byakuya... buscar trabajo en la capital... e instalarte con tu esposa cuando estés listo... - dijo el abogado

- Tal vez sea bueno. Pero sinceramente no me quiero casar para estar separado de mi esposa... - dijo el médico

- Supongo que es cierto. No hay mejor placer qué la compañía de una mujer... pero no creo que Byakuya... vaya a querer retrasar la boda... ya gastó mucho en la fiesta... - dijo el fiscal

- No, no quiere... pero tampoco quiere un lastre y lo entiendo... ¡Demonios! ¡Nunca pensé que fuera un engaño...! ¡Llevó más de 6 meses planeando esta boda! Estaba seguro de ese trabajo... - dijo molesto el de ojos avellana

Eso llamó la atención de Coyotes.

- Haber Kurosaki. Dime, ¿cómo fue qué te convencieron de qué trabajarás en un hospital qué no existe? ¿Nunca fuiste a ver la obra o algo así? - dijo el de casa

- No podía ir muy seguido a la capital. Desde Portland hasta allá son varios días... por eso solo fui en un par de ocasiones... para hacerle la propuesta a Byakuya, arreglar las cosas para la boda... una casa para vivir los dos juntos... confíe en la palabra de Ishida y Sado... desde que me dijeron que podían ofrecerme el puesto de director, qué Rukia se acababa de graduar como abogada y trabajaba en despachos como asistente cerca de Byakuya, de quién recibía su respaldo... así mi padre estaría más tranquilo... y dejaría de molestarme... - comentó el pelirrojo

- ¿Desde hace más de 6 meses qué planeas tu boda, te aseguraron ese empleo? - recalcó el viudo

- Sí. Desde que fueron a Nueva Inglaterra... ¿Por qué Stark...? - dijo el intruso

- Porque si mal no lo recuerdo, el general Ganju Shiba estaba en el sur peleando... perfectamente sano... - dijo el castaño poniéndose de pie buscando en una pila de papeles amarrados junto a la chimenea

- No lo sé... aunque sí supe de Kaien qué había dejado de recibir cartas de su padre... desde hace meses, y eso porque me mando una nota hace poco más de 3 meses... - comentó algo contrariado el médico

- Gracias a Ulquiorra... y su periódico nos enteramos de todo muy rápido... Deberías pensar en una suscripción... es la forma más rápida de recibir noticias de todo el mundo en tiempo real... - dijo el de derecho sacando un par de diarios

- Lo tomaré en cuenta... - dijo el invitado

El fiscal tomó los papeles y los puso en la mesa.

- Me voy a dormir papá... - dijo la rubia

- ¿No quieres que te acompañe? - preguntó el mayor de los hombres

- Esta bien papá, estás ocupado con el joven Kurosaki... ¡Buenas noches! Qué descansen... - dijo la niña dando un beso en la mejilla a su padre