XXI

58 7 1
                                    

Manzana de la discordia II

El nervioso chófer fue en busca de los otros magníficos. Al escuchar que era urgente pidieron a sus caballos y acudieron a la casa de Ciffer. En poco tiempo llegaron a la propiedad del periodista sus amigos, apenas a tiempo para servir la cena. El mayordomo abrió las puertas para dejar entrar a los señores, mientras él entrenador lleva a los caballos a los establos. Al entrar esta el ojiverde esperando para darles la bienvenida.

- ¡Me da mucho gusto que vengan tan rápido...! - exclamó el investigador

Todos le dieron un abrazo y un saludo con la mano antes de encaminarse hacia el comedor.

- No íbamos a rechazar una invitación a cenar, en especial sí es urgente... - dijo Coyotes

- Es cierto. Es raro que nos invites así de la nada a cenar... - dijo Granz

- Tomen asiento. En realidad no fui yo el de la idea... - dijo Ciffer quien dio unos pasos hacia atrás para extender su mano a su esposa

La mujer a su vez sujetaba la mano de su hijo.

- Siéntate a comer Kazui... ¡Bienvenidos señores a cenar...! - dijo la pelirroja

Ulquiorra jaló una silla para darle el lugar a la dama.

- He sido yo quien le pidió a mi señor que vinieran para resolver unas dudas que tengo con respecto a una tarea que me encargó... - dijo Orihime

Mientras servían a los comensales la comida.

- Ustedes se quedan aquí sin hablar ni decir nada o los castigaré... - dijo irritado el de pálida piel

Los empleados temblando se quedaron de pie en el fondo del comedor.

- Bien. Les explicaré brevemente. Le pedí a mi mujer que hiciera un inventario de todo lo que había de la casa... - dijo el pelinegro

- Y eso fue lo que hice... anoté todos y cada uno de los objetos que había en la casa, dentro y fuera... incluyendo la caballeriza, invernadero y los cultivos... sin embargo, al hacerlo me di cuenta que algo no estaba bien... faltaban cosas aún a solo días de haberlos contabilizado... días no, estoy siendo muy amable, solo horas... - dijo sería la doncella

Eso de inmediato sobre salto a los hombres, poniendo nerviosas a algunas de las sirvientas. Pero el rostro del periodista se empezó a tensar y enojar.

- ¿Qué cosas faltan...? - dijo Gilga

- Antes que nada, no estoy asegurando algo o señalando a alguien, simplemente no me dan los números... por lo que, si no les molesta quiero hacerles algunas preguntas... también a usted mi señor... - dijo la chica

- Por supuesto que no hay problema señorita Inoue... - dijo Stark

Comenzaron a degustar la sopa con trozos de pan.

- Primero usted señor Szayel. ¿Qué sabe de las manzanas del señor Ulquiorra...? - dijo la de ojos grises

- Hmp. Es una especie domesticada, descubierta desde los primeros colonos... El señor Jefferson empezó la selección para hacerla mejor y resaltar sus mejores características... entre ellas su gran resistencia... pueden durar hasta un mes... Son muy buenas para postres, pero también para vinagre y sidra por su acidez... dependiendo de la calidad de los manzanos... pueden medir hasta 10 metros en vida salvaje y vivir más de 100 años, como el legendario manzano del señor Washington... Los de cultivo se podan para crecer de modo que se puedan cortar las manzanas... además las ralls janet se pueden vender desde 25¢ de dólar por kilogramo, qué son entre 5 y 6 piezas, según el tamaño, hasta 25¢ por pieza, es decir entre un dólar y dólar y medio... los árboles qué tiene Ulquiorra, aunque tiernos son de primera, por lo que en su momento van a producir manzanas de 25¢ la pieza... están muy bien cuidados... - dijo el pelirosa

La prostituta de la calle 224Donde viven las historias. Descúbrelo ahora