XVII

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Contrato

El grupo de caballeros se levantó al alba. Aunque unos momentos antes se habían despertado para hablar un poco el periodista y la pelirroja. Al salir de sus habitaciones todos miraron con sorpresa a Ciffer, quien lucía avergonzado charlando con Orihime, pero lo que en verdad los había sobre saltado era el pequeño aferrado a su pierna del ojiverde.

- ¡Oye Ulquiorra! ¿Quién es ese niño? - dijo Jaquen

- Recuerdan que les dije que mi futura esposa tenía un hijo... bueno este es el producto de una de mis tantas aventuras... y por eso me voy a casar... con su mamá... Inoue Orihime... - dijo sonrojado el periodista

- ¿¡¡Hee!!? ¿¡Estás hablando en serio...!? - dijo Granz

- Sí y la boda es en 10 días... - dijo el de pálida piel algo apenado

La pelirroja por un momento pensó que sus amigos iban a objetar ante su decisión. Era apresurada, además ella era una prostituta, no era una dama a la altura del caballero, sin embargo se sorprendió bastante con la respuesta.

- ¡Vaya! Así que esa era tu relación secreta... con razón andabas tan misterioso... y todo por andar de caliente... lo bueno es que te ahorraste los pañales... - dijo el alto pelinegro

- No solo eso. El embarazo, la suciedad y todo eso que hacen los bebés... y además el muy bribón tiene una verdadera mujer en la cama... - dijo Jean

- Eso sin duda. No tiene una de esas monjas que solo buscan conservar su posición y son viles palos en la cama que creen que todo es pecado... - dijo el pelirosa

- Sin duda tienes una gran hembra... ¡muchas felicidades Ulquiorra! Además seguro todos te van a tener envidia por semejante espécimen... - dijo Gilga

- Los esperó en mi boda. Va a ser en mi casa... - dijo con una leve sonrisa el periodista

Sus comentarios desconcertaron a la mujer. Pues solo lo apoyaban a él, ninguno dijo nada desfavorable, ni siquiera sobre el adoptar un hijo.

- ¡Oye! Ahora que lo pienso, ¿con quien vamos a ir...? - dijo Jaquen

- No tenemos novias, ni prometidas... - dijo el de armería

- No te preocupes demasiado por eso... las señoritas aquí presentes son damas de compañía... así que supongo que por el mismo pago de una noche pueden venir con nosotros... y además con el gusto de que puedes escoger el vestido... -dijo Granz

Las trabajadoras apenas salían de sus cuartos, así que aún no sabían que sucedía.

- Por supuesto señor Szayel... - dijo la dueña

- Muy bien entonces vamos a desayunar... tengo hambre... - dijo el ganadero

Los cinco hombres bajaron sin mayor escándalo del normal, mientras que las mujeres estaban muy confundidas. Por el momento Orihime no dio explicaciones sobre lo ocurrido, sino hasta que se retiraron los hombres, al menos la mayoría. Al final se quedó solo Ciffer, para darle unos detalles a su ahora prometida.

- Yo tengo todo listo. En unos dos o tres días vendré solo para firmar el contrato... vestido... zapatos... el traje de Kazui... ya está arreglado todo el númerito, vendré en la carreta para recoger tus cosas... y a ustedes dos... para que arregle la modista lo que necesite el vestido si lo requiere... tienes hasta entonces para despedirte de Byakuya... y pensar, ¿qué hacer con este lugar...? - dijo el hombre haciendo una leve reverencia cuando se acercó el niño

La prostituta de la calle 224Donde viven las historias. Descúbrelo ahora