XXXV

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Cerco para cerdos

- No te entiendo... - dijo el militar

- Es un cazador experto. Uno de los mejores... además nosotros somos los cuatro mejores tiradores de éste país... no hay duelo de caballeros que hayamos perdido... - dijo Granz

- ¿Un cazador...? - dijo el médico

- ¿Cuál es el plan Grimillow? - dijo el fiscal

- Esos malditos son como cerdos que van buscando trufas por el bosque... Así que los dejaremos qué vayan directo... a la trampa... un buen cazador sabe que un cerdo es adicto a las trufas... no importa que tan peligroso sea no las dejan de seguir... así que ese es el mejor lugar para poner una trampa de lazo... en este caso las trufas son las boticas... ¿Bambinetta sabés todas las ubicaciones de todos los locales? - dijo el ojiceleste

- Creo que sí... pero no sé leer mapas... - dijo la institutriz

- Pero yo sí... solo con la dirección puedo ubicarlo... - dijo la peliverde

- Hay un mapa en el estudio... Voy por él... - dijo Orihime

Por lo que le dio un beso a su esposo, se levantó de las piernas y fue a la oficina.

- ¿Cómo los llevamos hasta ese lugar? - dijo Tier

- Ya están en algunas... y no se detendrán... - dijo el ganadero

- Hmp. Con la nota en el periódico... van a esperar... - afirmó la rubia

- Es posible. Ya perdieron la propiedad de mi papá... - dijo el médico

- Pero tienen secuestrado a mi papá... - dijo Basterbine

- ¡Eso es! Usaremos las cartas que tanto nos espían... - dijo Aporro

- Con el periódico puedo acorrlar a esos tipos... les daré fragmentos de la carta para que escriban notas mis reporteros en diferentes estados... - dijo el ojiverde

- Mandaré cartas falsas dirigidas a ustedes sobre algún motivo en esa ubicación... tal vez algo de escrituras... ellos no sabrán si tengo o no los documentos... - finalmente dijo Byakuya

- Vendrán por nosotros, o enviarán a alguien tarde o temprano... ya han matado antes... Nada los detendrá ahora... - dijo Gilga

En ese momento regresó la pelirroja con el mapa.

- Por favor señorita Basterbine, ¿puede anotar las direcciones? Mientras yo las marcaré en el mapa... - dijo la de marca en el rostro

La maestra empezó a anotar rápido cada farmacéutica, mientras que la costurera ponía un diminuto pincho en cada ubicación.

- ¡Huju! Por eso me case con está mujer... supongo que las tribus saben seguir bien los rastros de los animales... - dijo el de cabello azul orgulloso

- Es algo que los locales hacemos desde niños... hacer mapas y colocar trampas... - dijo la dama acariciando su vientre halagada por su esposo

- ¿Cómo nos protegemos de ellos? Incluso con los guardias no me siento segura, ya eludieron antes a los de la universidad. ¿Qué impide que logren corromper a los de aquí? - dijo la de piel morena

- Mis perros. Los guardias se limitaran a vigilar solo desde ciertas posiciones... dejaré a mis perros recorrer los campos... Ya han atrapado intrusos antes, lo harán de nuevo... ellos no pensarán en los perros... - comentó Jaquen

- Nosotros tenemos nuestros propios perros. Kazui los a entrenado... Además le enseñaré a defenderse... - dijo Ciffer

- Pero, ¿cuántos perros necesitas para cubrir toda esta área? - dijo el notario

La prostituta de la calle 224Donde viven las historias. Descúbrelo ahora