XXXIX

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Persecución

Alrededor del hospital arribó una tropa, todos armados, solo la recepcionista se dio cuenta de la presencia de los militares, así corrió donde recién habían llegado a la oficina padre e hijo.

- ¡Señor Ishida! ¡El hospital está rodeado! - exclamó la enfermera

- ¿¡Cómo qué rodeados!? - preguntó el de cabello blanco

- El ejército a venido... - respondió la mujer

- Avisa al personal del edificio... aquí cada quien se salva por si mismo... - dijo Uryuu

Eso asustó aún más a la uniformada, quien a toda velocidad fue dando gritos. La mayoría de los empleados entraron en pánico por lo que quisieron huir, pero fueron rápidamente a prendidos. Los dos miembros de la familia Ishida usaron una escalera de emergencia para escapar a través del sótano, por un túnel hacia una trampilla en el bosque dónde habían hallado a Kaien. Por lo que el esfuerzo del general se vio frustrado, sin embargo ahora tenían a los empleados, cómplices del delicado estado de salud de sus hombres. En toda la ciudad las personas corrían con el periódico en la mano y su escándalosa primera plana.

Washington...

Escribe Tesla

Red de tráfico de cartas

Durante una auditoria el actual dueño de la armería Noitra Gilga, descubrió falsificación de sus vales y notas provenientes de la oficina de correos. Por lo que el fiscal del estado Coyotes Stark emitió una orden de cateo, descubriendo más que solo el tráfico de armas.

De acuerdo a testimonios de los propios empleados, alguien de familia rica les pagaba por abrir las cartas y buscar información personal de otros individuos que tuvieran grandes posesiones, preferentemente hombres solitarios. Caballeros ricos, entrados en años, sin familiares directos, viudos, vulnerables; así le daba la dirección y su situación personal, interceptando ciertas cartas para aislar a estas víctimas.

En algún momento acudir a la dirección o enviar una carta falsa para desviar la atención. Hacer que tomarán sugerencias de citas médicas para fingir enfermedades, envenenarlos, realizar fraude al seguro y cobrar los seguros, quedarse con las herencias...

La gente estaba histérica, clamando negligencia del gobierno por no darse cuenta, varios exhibiendo sus casos de parientes fallecidos cuyas propiedades se quedaron las familia Ishida y la familia Yastura. El ejército inspeccionó con detalle el hospital, extrayendo a los pacientes, dándoles una nueva valoración y enviando a estos a nuevas clínicas para su atención. Excepto por Yhwach Basterbine, quien en muy delicado estado de salud fue llevado al médico militar para evaluarlo. Shiba un poco más recuperado fue a preguntar al doctor que atendió al fármaco cómo estaba.

- Se qué no es el mejor momento, pero dígame, ¿cómo está? - dijo el pelinegro

- A sido envenenado con pequeñas dosis de arsénico, paulatinamente... Pesé a esto, no es eso lo que le está matando de forma inmediata... - comentó el médico

- ¿Qué es? - insistió el teniente

- Su uso como analgésico es limitado, en pequeñas dosis, puede causar problemas respiratorios y convulsiones, dañando el sistema nervioso... por desgracia es claramente alérgico a está planta... por lo que unas gotas le causaron una aceleración exagerada de dichos síntomas... así que, apenas respira... se le dio atención, suero y demás, pero fue insuficiente... No le quedan más de unos días... y con su hija desaparecida... - dijo algo melancólico el doctor

La prostituta de la calle 224Donde viven las historias. Descúbrelo ahora