XVIII

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La boda

Orihime sentada junto a su hijo miraba por la ventana, perdida en sus pensamientos. Lentamente el paisaje se fue volviendo más rural, los pueblos se iban haciendo más sencillos. Se detuvieron en una bella  casa, era una de las propiedades de Coyotes, donde el fiscal se despidió. Así siguieron su camino, entre más se alejaban más ansiedad le daba a la dama. Solo se detenían para comer o para descansar, aunque al hacerlo el periodista se lucía escogiendo los sitios más caros, lo que de inmediato se fue ganando la ilusión del menor. Pronto el niño paso a sentarse a lado de su "padre", quien le explicaba lo que había tras la ventana, incluso le contaba historias o anécdotas abrazado al ojiverde. Eso hizo suspirar pesadamente a Inoue, quien simplemente siguió mirando por la ventana, cada vez más nerviosa por lo que venía.

Después de un par de días de su partida de la pelirroja, llegaron a su casa de citas los amigos del investigador. Cada uno invitó a una de las damas, sin embargo Tier tuvo que desistir de la petición de Gilga debido a su responsabilidad con la casa, por lo que se ofreció la nueva acompañante. No era exactamente el tipo del pelinegro, por lo que hicieron un pequeño trueque el de armas y el ganadero. Así el pelinegro iría con Odelschwak, mientras él ojiceleste estaría con Bambinetta. Esto no le molestaba al de cabello azul, ya que la de ojos violeta tenía una pequeña cintura, pero caderas y pechos grandes, así que el vestido no le quedaba mal, solo un poco más largo que a la peliverde.

Finalmente luego de tres días de viaje, arribaron a un bello, silencioso, pero muy cuidado camino de piedra con ceros de pinos para delimitar el sendero. Después de un rato tomaron una desviación por un cruce rodeado de manzanos, cuya dirección los llevaba a una enorme mansión.

- ¡Wow! ¿Esa casa es tuya papá

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- ¡Wow! ¿Esa casa es tuya papá...? - dijo impresionado el pequeño

- Sí... pero no sólo la casa... todo lo que esta rodeado por las estacas blancas, arbustos y árboles de manzana... es mi propiedad... establos, carrozas, parte del bosque, jardineras de flores, invernadero y los caballos... todo es mío... - dijo el caballero

Eso sobre salto a los dos pelirrojos.

- ¿Qué tan grande es señor Ulquiorra...? - dijo la dama

- No es tan grande. La de Grimillow más allá (señaló a la izquierda) es más del doble del tamaño de la mía. La primera por el camino de pinos es la de Szayel... La que está aún más atrás es la de Noitra... esas dos son más o menos como esta... y la última es la de Stark (señaló hacia atrás de su propiedad) es un poco más grande. Grimillow tiene la propiedad más grande de por aquí, son varias hectáreas... solo para su ganado... - dijo el de pálida piel piel

- Entonces, ¿hasta dónde termina la propiedad...? - dijo la chica

- Hasta dónde termina el camino de manzanos... mi madre las amaba... por eso los mandé sembrar... pero tengo tanto trabajo... que no tengo tiempo de cosecharlas... para eso tengo los dos jardineros... Ahora vamos para que les enseñé al personal y la casa... - dijo el investigador

La prostituta de la calle 224Donde viven las historias. Descúbrelo ahora