XXXIV

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Anhelada reunión

Kaien al fin era libre para regresar a su trabajo en Washington. Sin embargo aún le debía a Szayel su agradecimiento por su ayuda. Así que le envío un telegrama para avisarle que tenía información, no podía escribir directamente con Ciffer porque solo tenía la dirección y no lo conocía de forma personal al periodista. Mientras en casa del comerciante llegaba la nota, su prometida le masajeaba los hombros coqueteando.

- ¿Qué ocurre mi señor? - dijo la de cabello quebrado

- Hmp. Mi nuevo mejor amigo viene a la fiesta del té... del sábado con Ulquiorra... - dijo el caballero tomando las manos de la chica

- ¡Ho! Ya veo. Viene darte más información de lo que paso con la muerta... la casa y los padres de las suicidas, ¿no es así? - dijo la dama besando la base del cuello de su prometido

- Así es. Eres brillante. Bueno, pero vamos a trabajar... hay muchos papeles por revisar... - dijo el pelirosa

- ¿No va a avisar al señor Ulquiorra? - dijo la doncella

- Es cierto. Mandaré un mensaje con el chófer... Pasado mañana sabremos como avanzó ese asunto. Por ahora siéntate junto a mi para ir haciendo cuentas... - dijo el de lentes tomando un papel para escribir unas palabras

Obediente la mujer lo hizo, pasando seductora sus manos por el pecho del novio.

- ¡Por favor! Mayordomo... Entregale esto al conductor, que vaya a casa de Ulquiorra y se lo den... - dijo la de ojos violeta

En casa del periodista, el niño apenas llegaba de la escuela para la cena. Lo recibieron cariñosos sus papás.

- ¿Cómo te fue en la escuela? - preguntó el ojiverde

- Bien. Hoy gané en ortografía... fui el mejor en dictado... gracias a que me estuviste ayudando papá... - comentó el menor

- ¿Dictado? O ¿deletreo? - dijo la dama

- El profesor decía la palabra, nosotros debíamos escribirla junto con su significado y después deletrear una a una las letras... recuerdo bien una: "misterio", algo que no sé conoce... - dijo el infante

- Muy bien. Dame un ejemplo... - dijo el caballero

- Sí... El caso policíaco de una estudiante... - dijo el inocente

- ¿Un caso policíaco? - dijo curioso el hombre

- Sí, eso dice en una hoja qué era estudiante de universidad junto al nombre de Tatsuki Arisawa... - respondió el pequeño

- ¡Espera Kazui! Es el mismo nombre de la carta que te pedí no mencionaras... - dijo la mujer

- Es que le dije a Lilinette sobre el misterio... y ella me dijo de los archivos que tiene su papá... y allí encontramos una carpeta con ese nombre y eso decía... - dijo algo apenado el pelirrojo

- De acuerdo. ¿Le dijiste a alguien más? - preguntó el investigador

- No. Era un secreto de detectives... - dijo el niño

- Muy bien. Siéntense a cenar... debo pedirle a Stark que cuando venga traiga ese archivo... - dijo el de pálida piel

- ¿Va a ir usted personalmente? - dijo la chica

- No, le mandare el mensaje con el chófer... - dijo Ciffer sacando de su bolsillo un papel y estilografo para anotar

En ese momento se acercó el mayordomo a la puerta para recibir el mensaje. El periodista también llegó hasta el umbral.

La prostituta de la calle 224Donde viven las historias. Descúbrelo ahora