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Era el día esperado por los dioses, del que los humanos no estaban enterados. Ese día la larga historia de 7.000.000 de años de la humanidad llegaría a su fin.

¿La causa fue una guerra nuclear? ¿La llegada de un asteroide? O quizás, ¿Una invasión alienígena? No era nada de eso, la humanidad sería llevada a tu total destrucción por nada más que la voluntad de sus creadores, los dioses.

El consejo del Valhalla se lleva a cabo en la sede del parlamento. Muchos dioses están reunidos, griegos, nórdicos, hindúes, orientales, en fin... Miles de ellos esperando se tome una decisión.

-¿Es necesario que dé mi voto sobre esto? -como había prometido, Zeus dejó que su hija se sentará al lado de su esposo, cosa que asombró al resto de su panteón- si voto a favor estaría negando lo que fui por varias vidas y si voto en contra, todos estarán sobre mi.

-No es necesario que votemos, tampoco podría hacerlo.

Una vez cada mil años, los dioses de cada reino se reúnen para organizar una conferencia, aquella que decida la supervivencia de la humanidad.

-Bueno entonces, escúchenme todos -sentado en una especie de trono y resguardado por un dragón, Zeus iniciaba la reunión- han pasado mil años desde que nos reunimos aquí, empecemos.

"Estas acciones traerán consecuencias, pero después de todo, ¿Qué hay de divertido en una vida sin drama?"

-Ahora, déjenme preguntarles -levantó dos paletas que darían a conocer sus votos-acerca de la supervivencia de la humanidad para los próximos 1000 años, ¿Deberíamos perdonarlos o deberíamos acabar con ellos? -la forma tan fria en la que hablaba camuflaba la preocupación que habría sentido de estar su hija en el lado humano para ese día- muéstrenme la voluntad de los dioses.

-Causemos el apocalipsis, ¿Les parece bien? -Shiva, dios de la creación y destrucción desde el panteón hindú daba su voto- por lo que vi durante estos últimos años, parece que la humanidad no tiene intención de arrepentirse, intentar guiarlos es una verdadera molestia, una vez que los eliminemos a todos, intentemos evolucionar a otro animal.

-Es verdad, es justo como dice Shiva, durante los últimos años la tierra se ha vuelto muy fea... -la pareja escuchaba atenta lo que Afrodita mencionaba porque era cierto y ellos habían sido testigos de varios de esos detalles- por así decirlo la humanidad es el cancer viviente más peligroso de la tierra.

Muchos otros dioses tenían el mismo punto de vista y por ello habían acompañado la decisión de los primeros dioses que dieron sus opiniones. Dos valquirias que se encontraban presenciando aquella reunión tenían opiniones divididas, porque mientras una veía como inminente la destrucción de la humanidad, la otra se encontraba tranquila, lista para dar comentarios al respecto.

-Supongo que llegamos a un acuerdo -a punto de dar por terminada las votaciones, una interrupción se hizo presente- entonces el fin de la humanidad ha sido decidid-

-¡POR FAVOR ESPEREN UN MOMENTO! -la mayor de las valquirias se presentaba ante los presentes junto a cientos de murmuros que comentaban sobre ella- disculpen mi intrusión dioses furiosos, tengo algo que decir.

-¡Brunhilde! -gritó el cuervo blanco de Odin al presenciar tal imprudencia- estúpida semidiosa.

-¿Cómo te atreves a abrir tu sucia boca en esta conferencia de dioses? -el cuervo negro continuaba las oraciones del otro.

-Es cierto que la humanidad es increíblemente vulgar y violenta, pero destruirlos de esa forma, ¿No es un poco aburrido?

El interés de Odin a tal declaración creció en un solo momento, si demostraban que el panteón nordico era superior al griego, no abría duda en que los débiles vendrían rogando clemencia.

-Independientemente si la supervivencia humana tiene algún valor o no -explicaba la valquiria con seguridad- ¿Por qué no los ponemos a prueba con el poder y misericordia de los dioses? -esperó un momento para declarar la guerra- Los dioses contra la pelea final de la humanidad: Ragnarok.

Dentro de la constitución del Valhalla, en el artículo 62, detallado en el párrafo 15 en una cláusula especial, se decía que los enfrentamientos debían ser 1 contra 1 entre dioses y humanos.

Dentro de los 13 combates, el primer lado en conseguir siete victorias ganaría y, de ganar los humanos en un improbable caso, se les permitiría vivir otros mil años más.

Aquella regla no había sido puesta en práctica porque era imposible para los humanos ganarles a los dioses, por lo que la tomaban como una simple broma.

-Si la voluntad de los dioses es destruir la humanidad y además evitar un enfrentamiento... ¿No les parece que están asustados?

Lo que parecían ser risas podrían haber desanimado a cualquiera, pero Brunhilde estaba confiada y había dado en el blanco, los dioses eran más fáciles de provocar.

-Ragnarok... que propuesta más interesante -Zeus acarició a su dragón aunque le causó una leve herida por la fuerza que había empleado- es una buena idea, además ¿No creen que pasó mucho tiempo desde que vimos el poder de los dioses?

La decisión estaba tomada y como todo juez se escuchó el sonido del martillo contra la mesa. La batalla entre humanos y dioses estaba decidida. Tan solo con ver los rostros de los dioses emocionados por tal evento uno imaginaba los preparativos que realizarían.

De entre el público una pareja bajaba a toda marcha al centro del recinto. Un esposo trataba de alcanzar a su esposa que esquivaba a otros solo para llegar hasta su padre para pedirle respuestas.

-Espera Galatea, no puedes salir corriendo así -Buddha no podía alcanzarla, ya habían tenido problemas en otras vidas por eso.

-Tengo que detener esto -había dejado de ser humana, pero no por eso dejaría a su suerte a la humanidad- padre por favor... no podemos hacerlo.

-Mi niña -cuando llegaron ante él la sala estaba vacía por lo que nadie más veía a la pareja tomada de la mano- la decisión está tomada y tomando en cuenta muchas otras cosas, es lo mejor.

-No podemos hacer esto y dejarlos morir de esa forma.

-Te entiendo perfectamente -una mano en el hombro de la castaña le brindó calma- que no se te olvide que también fui humano alguna vez, pero creo que tu padre tomó en cuenta todo lo que conlleva el ragnarok.

-Si, por eso -volteó a verla indicando la salida con una mano- necesito que vayas a casa con nosotros, ve con Hermes él te está esperando, nosotros iremos pronto.

No pudo objetar nada y se dirigió con su hermano. Los únicos dos dioses que quedaban planearían su siguiente paso.

-Quiero que sepas que si acepté realizar el Ragnarok es porque de esa forma podremos intentar llevar a su muerte a los responsables de las lágrimas de mi hija.

-Entiendo, no habría otra forma -quiso irse, pero lo detuvieron.

-Antes de que te vayas, entiende que esto nos incumbe a todos -remarcó la última palabra y prosiguió- los involucrados, por lo que tu también participaras.

Eso solo significaba que Buddha podría morir, pero si era por su esposa se aliaría con quien sea para garantizar su seguridad y proteger su sonrisa.

"No me importa lo complicado que pueda volverse nuestra vida mientras te tenga conmigo".

SelenofiliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora