Nunca había tenido un sueño premonitorio, en verdad creía que eso era algo que no podía suceder, pero con la simple existencia de Buddha en su vida, era más que seguro que habían cosas de las que no estaba consiente de su existencia.
Podía sentir el carruaje en el que se encontraba alejarse más, por tantas vueltas que habían dado no estaba segura de que estuviera aún en la ciudad.
Trató de permanecer tranquila porque sabía que en cuanto pararan sería mejor cooperar si no quería verse víctima del asesino que rondaba Londres esos días.
-Ya llegamos -estaba nerviosa, no quería abrir los ojos y presentarse ante su captor- no te preocupes, nada malo te pasará.
-¿Por qué me trajiste aquí? -tenía la esperanza de que el conde, quien la había secuestrado, la trataría bien.
-Solo quería preguntarte una cosa -se dirigieron a una habitación en lo que parecía ser el sótano donde continuaron su conversación en la oscuridad del lugar- dime que lo que me dijeron no es cierto -él acariciaba su rostro notando la incomodidad de la chica.
-¿Qué fue lo que le dijeron? -desconfiaba de sus acciones y de lo que podía hacer él en ese estado.
-Mi querida Abby, dime que no rompiste nuestro compromiso por otro hombre -se acercó a ella lentamente casi susurrando a su oído- que yo soy el único que podrías amar.
-Perdón -dijo casi inaudible, prefería decir la verdad por muy dolorosa que fuera a mentir solo para sobrevivir- no sé cómo se enteró pero es cierto... yo nunca podria amarlo porque mi corazón solo le pertenece a alguien y no es usted.
En su mente la imagen del rubio se hacia presente y mientras recordaba a su único amor, la cara del hombre frente a ella cambiaba su rostro de incertidumbre por la respuesta a una mueca de decepción y odio.
Con el corazón roto gritó sacando todo su dolor y con lágrimas en los ojos volvió a ver a Abby con cariño una última vez.
-Si eso es cierto, no tengo de otra que mantenerte aquí para que no te roben de mi lado -la agarró del brazo con fuerza y la metió a una jaula que se encontraba en el lugar.
-¿Qué piensas hacer?
-Nada, pero si de alguna forma sospechan que estas muerta, dejarán de buscarte.
Cortó un mechón de su cabello con una daga y lo ató con una cinta parecida a la rosa que había perdido.
-Esto les dirá que realmente eres tu.
Rápidamente salio del lugar sin escuchar las súplicas de la castaña y tan pronto cruzó la puerta una profunda tristeza se apoderó de él.
Apretó con fuerza la mano que sostenía el mechón de cabello y supo que debía dar la actuación de su vida si quería que creyeran sus mentiras.
"Porque lo dijo tu mirada, tu también lo estabas sintiendo."
El trabajo de búsqueda había iniciado con la notificación a Scotland Yard para denunciar la desaparición de la hija de la familia Cresswel después de la reunión por su compromiso.
Los periódicos daban la noticia en primera plana y la gente, preocupada pensaba en que la joven había sido víctima de Jack el destripador ya que en ese momento habían 5 víctimas identificadas.
El más afectado ciertamente era su prometido, seguido de su hermano. Ambos mantenían la esperanza de encontrarla viva y mientras uno buscaba en los barrios bajos, el otro estaba en la estación de policía siendo interrogado para dar cualquier pista de lo ocurrido.
-Entonces salió a comprar aceite y al ver que tardaba salió a buscarla, ¿Por qué no fue con ella desde un principio? -el primer sospechoso siempre es la pareja.
-Quise hacerlo, pero me dijo que no tardaría... se que debí haberla acompañado.
La culpa que sentía no se comparaba con la impotencia de no poder hacer algo que la devuelva a su lado. En eso, las puertas de la estación de policía se abrieron bruscamente al momento en que el conde llegaba con una pista en su mano.
- Ayúdenme por favor -rogaba entre lágrimas que apenas podía pronunciar una palabra- alguien dejó esto en mi puerta.
-Tranquilo señor, coloquelo sobre la mesa -uno de los investigadores lo examinó, por lo visto era una señal- se trata de un mechón de cabello, posiblemente de la desaparecida.
-¿Dónde lo encontraste? -Micah quería sacarle todas las respuestas porque algo le decía que el tenia información.
-Estaba en la puerta de mi mansión, uno de mis mayordomos lo encontró por la mañana... seguro su secuestrador quiso que supiera que Abby sigue con vida.
-¿Y por qué te lo dejó a ti? Yo soy su prometido, la persona que ella ama -ambos se colocaban a la defensiva pensando que cada quien tenia razón.
-Señores calmense, no es momento de pelear, iniciaremos una búsqueda barriendo toda la ciudad, de ser posible encontraremos a la señorita Cresswel con vida si nos apresuramos.
Aquel mechón fue resguardado como evidencia y pruebas de que alguien la tenía cautiva. Solo un momento bastó para que el rubio se diera cuenta que venía atado con una cinta rosa, una que no usaba Bella al momento de desaparecer, lo que incrementó sus sospechas.
Aquel hombre que parecía liderar la búsqueda, sería su primer objetivo para investigar porque de existir una sola cinta de cabello de ese color, aquella sería falsa.
"El cielo es tragicamente hermoso... un cementerio de estrellas."
Cerca a las calles más alejadas de la ciudad, ahí donde nadie de su posición solía pasar, Sirius interrogaba a su forma a cualquiera que le pareciera sospechoso o que tuviera alguna pista de aquel asesino.
De momento, ninguno supo decirle lo que quería saber y entre más intentos fallidos tenía, más era su preocupación. El tiempo era importante y si no encontraba al culpable puede que lo siguiente que viera fuera el ataúd con su hermana dentro.
-Me parece que usted ha estado causando muchos problemas el día de hoy -una sonrisa alegre apareció a su lado, sin saber quien era dejó que hablara.
-¿Quién eres tú? De tantos a los que interrogue no recuerdo haberte visto.
-Si permite que me presente, me llaman por mucho nombres, pero puede llamarme Jack.
-No me digas que eres tú el que tiene secuestrada a mi hermana -un alivio en su corazón le ganaba por mucho a su preocupación, aquel sujeto no parecía el monstruo que describían.
-Quizás habla de otro Jack muy conocido por la ciudad... lamento decirle que no somos el mismo ya que -dudaba si contar la verdad, pero algo lo había traído frente al castaño- yo fui quien liberó a Londres de esa persona.
-Entonces estamos igual que antes, ahora que lo pienso, ¿Qué estas haciendo aquí?
-Escuché sobre la desaparición de su hermana, digamos que me pidieron ayuda para encontrarla.
Si aquello era cierto no lo sabía, pero estaba seguro que cualquier ayuda sería un paso más para resolver aquel misterio.
Juntos pasaron el resto del día buscando algún rastro de Arabella sin éxito, únicamente con la noticia del mechón de su cabello, aquel que Sirius rápidamente reconoció y cuestionó su origen.
-¿De donde lo sacaron? -consultaba al rubio en voz baja, no eran los únicos en la sala de la mansión, esa noche se encontraba la policía y el conde intentando tranquilizar a los padres.
-Thornburry lo trajo esta mañana, si me permites decir algo -de su bolsillo sacó la cinta de cabello que los hermanos creían perdida- yo fui quien se la llevó la noche que dejé las flores.
"No sé cómo lidiar con tu ausencia."
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Selenofilia
FanfictionUn viaje de miles de años llega a su fin al encontrar un amor perdido. Ambos se embarcan en un viaje para garantizar que su amor no sea olvidado en el tiempo. Al mismo tiempo una batalla que busca ayudar a la humanidad a seguir con vida por los próx...