Aquel día estaba soleado y los rayos del sol caían directamente a su rostro de forma que en poco tiempo despertó por las ligeras molestias. Aún confundido por la mañana, se preparaba para lo que era el momento más esperado en aquellos meses. Al ser el dios más fuerte de su panteón debía demostrar que no solo eran palabras vacías.
Por lo mismo con su martillo en mano, Thor se dirigía a su destino mientras en el camino cruzaba por distintos lugares en donde al encontrar hermosas flores, recordaba a la diosa que robó su corazón y cerrando los ojos pronunciaba las siguientes palabras como un mantra de suerte que lo ayudaría.
"Mi corazón es y siempre será tuyo.
Por primera vez he amado de verdad desde que te conocí"A pesar de que una sonrisa salía de su rostro con tan solo pensarlo, también le venía el recuerdo de lo mal recibido que fue su amor tan solo al despertar y verla llorando.
Se preguntaba qué clase de persona, dios o lo que fuera era él para hacer llorar a la persona que amaba y por eso no había podido verla nuevamente, aunque quería disculparse y que puedan conocerse mejor, de parte de Zeus solo recibía negativas.
Mientras un participante se acercaba a su duelo, varios dioses importantes se encontraban sentados en el palco principal viendo en primera fila lo que sería el primer encuentro.
Solo quedaba un puesto libre, el mismo sería ocupado por Galatea habiendo sido invitada a sentarse al lado de su padre además del cuidado que podría obtener al estar a la vista de cualquiera que intentara acercarse con malas intenciones.
-¿Vieron a Galatea por algún lado? Se supone que ya tendría que encontrarse acá -Zeus la buscaba con la mirada sin encontrarla.
-No, supongo que ya se encuentra en camino -Ares también la buscaba mientras le guardaba un lugar a su lado.
-Conociéndola, ya debe estar aquí, aunque de momento no haya subido con nosotros.
Hermes estaba en lo correcto, la castaña había salido de su palacio tan pronto se encontraba lista, el día anterior había dormido bastante y ya no estaba cansada. Salió de casa sola puesto que su esposo aún se encontraba dormido y por lo visto despertaría en un par de horas más.
Atravesaba los pasillos sin dirigir su mirada a nadie, en total seriedad caminaba a lo alto del palco, no sin antes toparse nuevamente con el pelirrojo al que quería evitar.
-Hola, ¿Cómo te encuentras? -era claro que Thor no sabía cómo iniciar una conversación, estaba nervioso- quise ir a verte pero tu padre me dijo que no era lo más apropiado.
-Es cierto -lanzaba un suspiro, no podría evitarlo el resto de su vida- como te dije aquel día, no es correcto algún contacto entre tu y yo.
-Dime que no es cierto -tomó su mentón obligándola a verlo a los ojos y en ese instante confirmó que estaba enamorado- dime que al menos... por el momento no está mal desear tu bendición para mi encuentro.
-Tienes mi bendición para que todo salga bien hoy -le sonrió dulcemente porque no sacaría nada estando a la defensiva- pero no me pidas más.
-Me conformo con eso -depositó suaves golpecitos en su cabeza feliz porque tenía la esperanza en que la mujer que amaba lo podía corresponder.
Así con la frente en alto el dios del trueno fue a su sala de espera, ansioso por entrar a dar un espectáculo. Por otro lado la ojiazul siguió su camino a encontrarse con su padre siendo atrapada entre sus brazos y los de sus hermanos, desde que había llegado ella era su adoración y se sentía a salvo con ellos.
-Tardaste mucho, ¿Dónde estabas? -esos dos meses habían estrechado sus lazos de padre e hija.
-Me perdí un poco al llegar aquí -ofrecer una sonrisa era su mejor arma.
-Debí enviar a alguien a buscarte... -en ese momento se estaría presentando el evento por Heimdall, el vigilante del apocalipsis de los dioses nórdicos.
Era el momento que todos estaban esperando, Heimdall soplaba el Gjallarhorn, aquel que de escuchar su sonido sabrías que el ragnarok ha iniciado. El público estaba emocionado mientras escuchaban las reglas, era algo simple, duelos a muerte cuyo ganador se determina cuando uno de los participantes elimina al otro.
-¡El primer combate, presentando al luchador del lado de los dioses! -como todo enfrentamiento Heimdall nombraba a los oponentes para avivar las expectativas- Todo el mundo conoce a este dios, todo el mundo quiere ver su máximo poder... su Mjolnir puede pulverizar los mares y la tierra ¿Si él no lucha, quién lo hará?
Pronto el pelirrojo llegaría a la puerta del lado de los dioses que lo iniciaría en batalla.
-Vivir luchando, morir luchando ¡El nórdico más poderoso!, ¡El berserker del trueno!, ¡El dios Thor!
A lo lejos, pero cerca de Galatea, el padre de Thor susurraba un mensaje a su hijo, "Aplástalos y aniquílalos". Ella no dijo nada en ese momento porque lo que había escuchado era ahora sabido por todos, una demostración de las intenciones de Odín.
Del lado de los humanos el primer representante llegaba al sonido de tambores y una canción de guerra, encima de un caballo rojizo.
-Es el hombre más fuerte desde el inicio de la historia -la multitud vitoreaba el nombre de Lu Bu.
Con los contrincantes reunidos la diosa de la luna jugaba con sus manos ante el nerviosismo que sentía. De un momento al otro juntó sus manos y apretó sus ojos rezando en silencio.
-Humano deja de orar -la valkiria caminaba por las graderías del lado humano- tenemos que derrotar a los dioses a los que estás rezando.
Tanto la diosa como aquel humano abrieron sus ojos sorprendidos porque era cierto, debía vencer a los dioses a pesar de que ella misma ya era uno más de ellos.
-¡Y ahora empecemos el torneo que definirá el destino de la humanidad! -en la arena el más animado era Heimdall- representando a los dioses tenemos al dios nórdico más poderoso, el berserker del trueno, Thor -con una mano lo señalaba presentándolo- y su ponente, representando a la humanidad, el héroe más fuerte de los tres reinos, Lu Bu Housen.
Si había una forma de derrotar a los dioses, ellos mismos la ignoraban, pues el ser infravalorados era su mayor arma contra ellos.
Al inicio del combate los dos bajaron sus armas acercándose lentamente al otro. El público quedó sorprendido porque esperaban una batalla tan pronto está diera inicio. Sin embargo, lo que ellos querían era derrotar al otro con su primer ataque. Uno demostrando lo fuertes que eran los humanos a pesar de todo y el otro demostrando que era digno de poseer el cariño de su amada.
El primer golpe les hizo entender que tras muchísimos tiempo su oponente era el primero en resistir su ataque.
-Parece que aquel humano sigue su ritmo -los comentarios del padre de los dioses atraían las miradas de los que lo rodeaban- pero no durará mucho, solo hasta que Thor libere su verdadero poder.
Galatea fijó su vista en el pelirrojo, salía electricidad de sus guantes y cargaba su martillo impulsandose para castigar a su adversario con el poder del martillo de Thor.
-Eso es muéstranos tu poder.
Odin con aquellas palabras hacía del momento algo para que se quedara grabado en la mente de Galatea, la fuerza del golpe generó una ráfaga de viento colocando a la castaña no en una posición de asombro, sino en una de miedo porque temía que usará su poder en contra de ella.
-Tú eres muy bueno.
Lu Bu estaba a salvo y aprovechó el momento para cortar el pecho de Thor ocasionando un daño al dios.
"Para el arcoiris de sentimientos que le generaba, ella solo veía blanco y negro".
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Selenofilia
FanfictionUn viaje de miles de años llega a su fin al encontrar un amor perdido. Ambos se embarcan en un viaje para garantizar que su amor no sea olvidado en el tiempo. Al mismo tiempo una batalla que busca ayudar a la humanidad a seguir con vida por los próx...