~ ¿Quién iba a decir que las serpientes conquistan tan bien? ~ Grace ღ
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A la vida de una chica siempre llegan tres amores: su mejor amigo, su primer amor y el amor de su vida, pero hay uno que siempre se queda en su corazón. Grace esta a punto de...
El día anterior había visto un cartel en el que convocaban a las pruebas para entrar al equipo de Gryffindor. No le había dicho a nadie, ya habían pasado las pruebas principales así que no era necesario que Harry se diera cuenta, si no pasaba sería menos penoso. Estas eran para los puestos del equipo que quedaban libres, yo quería ser golpeadora pero los gemelos ya tenían su puesto, así que me fui a consultar con los trofeos de papá y él había sido cazador... valía la pena intentar defender el puesto de los Potter. Estaba muy nerviosa e insegura. Me daba mucho miedo no poder estar a la altura y enorgullecer a mi papá.
Mire a Cedric enfrenté de mi. Estábamos reunidos en la biblioteca como de costumbre. Últimamente nos veíamos cada semana o más frecuente si podíamos para apoyarnos en los trabajos, principalmente él a mi, comentar alguna lectura o un dibujo mío, o a veces simplemente para hablar.
La compañía de Cedric era relajante, su forma tan tranquila y alegre de hablar. Muy pocas veces lo había visto molesto o estresado por un trabajo. Ya lo podía considerar como un buen amigo después de unos cuantos meses de relacionarnos. Me quedé mirando las palabras del capítulo que debía de leer de pociones para una clase dentro de dos días pero la información no se me quedaba en la cabeza por los nervios del día siguiente.
- Ced - llamé al chico frente a mi.
Levantó la mirada de su escrito y me miró.
- Tengo algo que contarte - explique.
- Soy todo oídos.
Dejó su pluma y apartó un poco el pergamino para quedarse mirándome esperando. Me puse un poco nerviosa de que me mirara fijamente con sus ojos azules tan bonitos. En la oscuridad a veces se veían grises. Era todo un misterio.
- Amm... Voy a hacer las pruebas para el equipo de Gryffindor.
- ¡Eso es genial!
- Si, si Shhh
Cedric frunció el ceño.
- ¿Qué tiene de malo?
- Es que, no se si lo sabias pero mi papá...
- Fue cazador de Quidditch - concluyó -. Lo vi en la vitrina de trofeos.
- Si, bueno, yo voy a competir por ese puesto. Me preocupa no estar a la altura.
Cedric estiró su brazo y acarició mi mano con una sonrisa comprensiva. Trate de no sonrojarme.
- Es normal - contestó -. No tienes que preocuparte por eso, todos nos ponemos nerviosos en nuestras primeras pruebas, Grace. Lo importante es en cómo lo afrontas, solo piensa en lo feliz que sería tu padre al verte continuar su legado. Además lo importante es que lo disfrutes. Te gusta el Quidditch ¿no?
Asentí. La primera vez que me subí a una escoba había sido de los mejores momentos de mi vida y siempre obtenía Extraordinarios en mi clase de vuelo. También, relacionándome con Ron y Harry habían logrado que amara el deporte de tanto que hablaban al respecto.
- Entonces demuéstrales lo increíble que eres.
Sonreí, me levanté y fui a abrazar a Cedric por los hombros.
- Gracias, Ced.
- Con todo el gusto, Grace - sonrió.
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