Lastimosamente Umbridge seguía en el colegio y el ambiente se sentía tan pesado que me sentía asfixiada. Me escabullí de mis amigos con la excusa de ir al baño para buscar a Draco y Harry se fue a buscar a Cho directamente. Lo encontré charlando con Pansy Parkinson a la salida de la estación.
- Draco, mira, es la razón de tus problemas - sonrió Pansy.
Fruncí el ceño y Draco se giró a verme, noté como sus hombros se relajaban y me sonrió levemente. Se despidió de Pansy y se acercó a mí, sin que me lo esperara me abrazó con fuerza, hundiendo su cabeza en mi cuello. Recordé cuando me dijo que mis abrazos eran lo único que recibía y sonreí un poco para acariciar su cabello.
- También te extrañe, hurón.
Se separó de mí y me depositó un corto beso en los labios que me dejó un tanto desubicada. Por suerte el tumulto de alumnos ya estaba bastante lejos.
- ¿Qué tal las vacaciones? - pregunté.
- Dejo mucho que desear - suspiró -. Lamento no haberte enviado tu regalo, el tuyo me encanto.
Del cuello del uniforme se sacó la cadena que le había regalado de Navidad, era de plata con un hermoso grabado de su hombre en la medalla. Sonreí al vérsela puesta y recibí el pequeño paquete que me tendió, lo mire con curiosidad y me emocione al ver el pequeño detalle de que el papel de regalo era de mi color favorito con detalles en plateado.
Lo abrí con cuidado y dentro me encontré con un hermoso anillo con una esmeralda brillando en el centro. No era muy extravagante pero se notaba lo que valía. Alcé la vista para tratar de decir algo pero los labios de Draco chocaron con los míos y no dudé en seguir el beso enredando con cuidado mis dedos en su cabello, noté que le gusto por como suspiro un poco. Sonreí contra sus labios.
- Por favor hoy no.
Nos separamos de golpe un tanto agitados por la falta de aire y mire a la intrusa con ganas de matarla. Hermione parecía querer vomitar. Draco puso mala cara por la interrupción y golpeé su brazo y le dirigí una mirada significativa para que fuera más amable.
- ¿Qué pasa, Herms? - pregunté.
- Hagrid volvió.
Mi boca se abrió un poco por la sorpresa hasta que pude reaccionar. Me di la vuelta e inclinándome deposité un beso en la mejilla de Draco, me coloqué el anillo.
- Gracias, me encanto.
Dicho eso di media vuelta y salí corriendo con Hermione hacía los terrenos donde se encontraba la cabaña, dejando a Draco atrás con una pequeña sonrisa en sus labios. Ron y Harry se unieron en el camino hasta que todos nos agrupamos a espiar desde la ventana. Hagrid hablaba con el monstruo rosado de Umbridge.
- Se lo repetiré por última vez - exigía la mujer -. Le ordeno que me diga donde estuve.
- Ya se lo dije - insistió Hagrid -. Estuve cuidando de mi salud. Necesitaba aire fresco.
- Claro, como guardabosques debe ser muy difícil conseguir aire fresco... Si yo fuera usted no me acostumbraría a haber vuelto, es más, ni siquiera desempacaría.
Dicho eso, la profesora se apresuró a salir. Ron estaba medio lento así que lo jalamos hacía nosotros para que Umbridge no lo viera en cuanto salió, roció su perfume que me producía alergia. Esperé que se alejara y estornudé varias veces.
- Maldito perfume - mascullé.
(...)
Ya dentro de la cabaña Hagrid nos sentó con su té muy serio. No me atreví a probarlo, dudaba que supiera mejor que en anteriores ocasiones.
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𝑨 𝒍𝒂 𝑺𝒐𝒎𝒃𝒓𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝑬𝒍𝒆𝒈𝒊𝒅𝒐 || 𝑫𝒓𝒂𝒄𝒐 𝑴𝒂𝒍𝒇𝒐𝒚 ღ
Fanfiction~ ¿Quién iba a decir que las serpientes conquistan tan bien? ~ Grace ღ A la vida de una chica siempre llegan tres amores: su mejor amigo, su primer amor y el amor de su vida, pero hay uno que siempre se queda en su corazón. Grace esta a punto de des...