Seguimos con el plan, revisamos la oficina de Umbridge tras causar un alboroto afuera para colarnos, sin embargo, no había nada. Solo unos carteles que nos ponían como indeseables. Salimos resignados de regreso al ascensor.
- ¿Dónde más podría estar? - suspiré frustrada.
- Ni idea - replicó mi hermano -. Pero tenemos que ir a salvar a Hermione antes de que mate a Umbridge.
- O Umbridge a ella.
Las puertas del ascensor se abrieron de nuevo y Ron entró, estaba empapado.
- Buenos días - saludó serio.
Harry y yo nos miramos confundidos.
- Ron, somos nosotros - informé.
- ¡Harry! ¡Grace! - sonrió -. Había olvidado cómo se veían.
El ascensor volvió a detenerse y entró Draco, completamente despelucado.
- Criaturas peligrosas - explicó a secas -. Díganme que tuvieron más suerte.
- No - suspiré -. Solo una exagerada cantidad de propaganda purista y zapatos rosa.
Reí al verlo tan enfurruñado por el aspecto de su cabello ajeno, que se negaba a volver a su lugar.
- ¿Y Hermione? - preguntó Ron.
Mi hermano y yo nos miramos.
- Tuvo que bajar a los juzgados - explicó Harry.
- Con Umbridge - completé severa.
- Ay maldito sapo rosa - se quejó Draco -. Yo ya me quería ir.
- Lo dramático no se te quita ¿no? - me burlé.
Me puso mala cara y los chicos rieron.
El ascensor volvió a abrirse llegando al piso inferior donde estaban los juzgados, recordaba todo por el juicio por el ataque de los dementores, parecía una eternidad desde entonces pero todo se veía igual que en aquel entonces.
Umbridge hablaba dentro mientras una mujer menuda y asustadiza estaba sentada en la silla de los acusados.
- Mary Elizabeth Cattermole - anunció Dolores -. Madre de Eli, Macy y Alfred.
Hacía un frío horrendo y cuando Draco nos señaló el techo entendimos por qué. Los dementores se arremolinaban en el techo apenas contenidos por una especie de barrera protectora y el patronus de Umbridge que tenía forma de gato.
- Esposa de Reginald - continuó.
La mujer asintió y justo se dio cuenta de nuestra presencia, extendió la mano en dirección a Ron.
- Reg - lo llamó.
Al darnos cuenta que Ron no reaccionaba Harry lo tomó de la manga y lo empujó dentro mientras nosotros esperábamos en el umbral. Ron se acercó a la mujer sin saber muy bien que hacer así que se paró a su lado y le colocó una mano en el hombro.
- Gracias, Albert - asintió Dolores en su dirección -. Mary Elizabeth Cattermole.
- ¿Si? - respondió tímida.
- Se le confiscó una varita en su entrada al ministerio - alzó el palo de madera -. Es está ¿esa varita? - preguntó Dolores y la mujer asintió -. ¿Puede decirle al juzgado a que mago le quito está varita?
- No se la quite a nadie - respondió -. La compré en el callejón Diagon a los once años, en Ollivanders, ella me eligió.
- Es mentira. Las varitas solo eligen a brujas y usted no es una bruja.
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𝑨 𝒍𝒂 𝑺𝒐𝒎𝒃𝒓𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝑬𝒍𝒆𝒈𝒊𝒅𝒐 || 𝑫𝒓𝒂𝒄𝒐 𝑴𝒂𝒍𝒇𝒐𝒚 ღ
Fanfic~ ¿Quién iba a decir que las serpientes conquistan tan bien? ~ Grace ღ ♡♡♡ A la vida de una chica siempre llegan tres amores: su mejor amigo, su primer amor y el amor de su vida, pero hay uno que siempre se queda en su corazón. Grace esta a punto de...