💎Capítulo 1💎

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1991

Escuché los fuertes golpes, característicos de cada mañana azotar la puerta de nuestra alacena. Me revolví en la pequeña cama y me tapé los oídos con mi almohada pegándome a mi hermano. Sin embargo, mi tía Petunia estaba completamente impaciente por hacernos levantar.

— Arriba, levántense - Exclamó golpeando de nuevo la puerta.

Me senté en la cama y empecé a mover a Harry mientras se despertaba, tomó sus gafas del estante de atrás y se las coloco. Acomode su cabello desordenado a morir y observe su cicatriz de la frente. Siempre me ha parecido única, aunque no se como la haya obtenido.

Se volvieron a escuchar golpes en la puerta y como se quitaba el seguro externo — Ahora — Gritó tía Petunia.

— Buenos días, Harry - Lo saludé dándole su besito de buenos días en la frente.

— Grace — Saludo él abrazándome.

Ese era el único momento del día en que podíamos ser hermanos además de antes de dormir. De resto, teníamos demasiadas tareas como para interactuar. Escuchamos pasos sobre nosotros, el polvo empezó a caer sobre nosotros así que solo rodamos los ojos, luego se escuchó la odiosa voz de nuestro primo:

— Despierten, primos. Iremos al zoológico.

Nos levantamos y abrimos la puerta para salir hasta que  Dudley pasó corriendo y empujo a Harry hacia atrás tirándonos a los dos dentro bruscamente. Harry se golpeó la cabeza con el marco de la puerta así que revise que no tuviera nada y salimos para entrar en la cocina, donde claramente no queríamos ser bienvenidos.

— Feliz Cumpleaños, hijo - Le decía mi tío Vernon a Dudley mientras ingresamos en la cocina.

Tía Petunia reía mientras rozaba narices con Dudley. Luego se dirigió a Harry cambiando completamente su actitud:

— Por qué no intentas hacer el desayuno sin quemar la cocina.

— Si, tía Petunia — Respondió mi hermano de mala gana.

— Y tu — Dijo mirándome a mí, con más odio que a Harry como de costumbre — Mejor ponte a limpiar, quiero que todo brille y sea perfecto.

— Si, señora — Contesté.

Busqué los trapos en los cajones y empecé a limpiar mientras mi tía se contoneaba de felicidad llevando a Dudley a ver sus regalos cubriendo sus ojos. Yo ya sabía cómo resultaría eso y estaba lista para reírme por dentro.

— Quiero que todo resulte a la perfección — Exclamó ella feliz — En el día especial de mi Dudley.

Esta vez tío Vernon habló molesto.

— Rápido — Exigió — Mi café muchacho.

— Si, tío Vernon — Contestó mi hermano.

Harry estaba complicado sirviendo unas rebanadas de jamón para el desayuno así que yo me encargue de llevar la bebida a Vernon. Harry me miró con agradecimiento y luego lo termine de ayudar a servir los platos, a pesar de que solo era 10 meses mayor, él aún debía cumplir sus 11 años a diferencia de mi, así que siempre lo sentí como alguien a quien debo de cuidar y proteger.

Me fui a limpiar por la zona de la chimenea y justo en ese momento pude ver la reacción de Dudley a sus regalos, me reí por dentro,  mi primo era el único que podía hacer sufrir a mis tíos así, y era gracioso de cierta forma. Pero también daba lástima pensar que todo el amor que le brindaban a su hijo, o como se llamara eso, simplemente le hacía más daño a Dudley.

Mi primo frunció el ceño — Dime cuantos son — Le exigió a su padre.

— 36 — Dijo orgulloso — Los conté yo mismo.

𝑨 𝒍𝒂 𝑺𝒐𝒎𝒃𝒓𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝑬𝒍𝒆𝒈𝒊𝒅𝒐 || 𝑫𝒓𝒂𝒄𝒐 𝑴𝒂𝒍𝒇𝒐𝒚 ღDonde viven las historias. Descúbrelo ahora